VALENCIA (L. MASERES). Más de la mitad de la facturación de la industria de la alimentación se la reparten un máximo de seis empresas. Esta afirmación, sostenida en el último informe de la firma valenciana de consultores Improven, significa que solo un pequeño porcentaje de sociedades se encuentran en una buena posición y el resto tiene un posicionamiento débil, especialmente aquellas que están a caballo entre la marca líder y la blanca.
Según los datos del III Centro de Competitividad del sector alimentación de Improven, todas las empresas, pero en especial ese 60% que no está bien posicionado, podría mejorar hasta 12 puntos porcentuales entre las que están mejor y peor gestionadas usando las herramientas adecuadas. Según Alfredo Bru, socio director de la consultora, este dato solo quiere decir que queda mucho trabajo por hacer y que los fabricantes no pueden excusarse eternamente detrás del argumento de la crisis.
De no llevarse a cabo las buenas prácticas empresariales, la consultora advierte de que la tendencia será la desaparición de las menos competitivas, por lo que plantea tres estrategias que afirman podría ayudar a ganar mercado.
"El gran objetivo de los fabricantes de alimentación de marca líder debe ser ganar tamaño que les permita posicionar su marca, invertir en I+D y generar economías de escala", declara Bru.
EL 61% DE LAS EMPRESAS QUE EXPORTAN FRACASA
Atendiendo a su estudio, las empresas que se han fusionado con otras han mejorado sus resultados un 27% y las que han apostado por la internacionalización han tenido una tasa de crecimiento de un 41% más que las que no lo han hecho. Pero, tal y como explica el socio director "conseguir incrementar el tamaño es difícil en la actualidad por la coyuntura económica, el incremento de marca de distribuidor, la elevada competencia y una tendencia a la reducción de surtido en la gran distribución".
Otro de los datos destacables en referencia a la gestión y a la globalización de las compañías es que el 61% de las compañías españolas que han intentado abrirse caminos en el extranjero han fracasado en el intento por no haber planificado bien su salida.
"Muchos productos son exportables pero no se venden bien porque no se adaptan a las necesidades del país", argumenta Bru. Fracasan por la falta de planificación, por no conocer bien la cultura y porque no venden sus productos de forma adecuada. "En el norte de Europa, todos los productos que nosotros podríamos exportar son italianos, como el aceite o los embutidos. En Italia tienen la mentalidad del producto", afirma el presidente de Improven, Eduardo Navarro.
EL AUGE DE LA MARCA BLANCA
En 2003, la cuota de mercado de la marca blanca suponía un 27% del total; el año pasado la cifra aumentó hasta el 40%. La crisis una vez más ha impulsado a los consumidores a adquirir productos más económicos y muchos de ellos con la misma calidad, ya que el precio se ha convertido en el primer criterio de compra. Ejemplo de ello es el crecimiento que han experimentado Mercadona, pasando de una cuota de mercado de 20,4% en 2009 a 20,7% en 2010 y Lidl, que creció del 2,9% que tenía hace dos años a un 3,4% en 2010.
Improven destaca que la diferencia de costes entre un producto de marca líder y otro de distribuidor es del 43%, el valor más alto de Europa. "La desagregación del sector de la alimentación, la debilidad de las empresas y sus ineficiencias hacen que el poder de negociación sea mucho menor que en Europa", afirma el texto.
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