Los empleados rechazan el cierre por meses planteado por la dirección y abogan por un ERE temporal

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VALENCIA (VP/EFE). El Sidi Saler, un hotel de cinco estrellas de Valencia, se convertirá en un establecimiento de temporada que abrirá durante nueve meses al año con el fin de asegurar su viabilidad y adecuarse a la demanda, según confirmó ayer su director, José Ignacio Raposo. La imposibilidad de pagar las nóminas de sus trabajadores es el principal motivo del cierre según confirmaron sus trabajadores, quienes ayer se mostraron contrarios a las medidas planteadas por la dirección.

Este cambio de modelo obedece al descenso de clientes de negocios que viajan a Valencia con motivo de ferias, convenciones y congresos, y con él se evitarán las puntas de temporada baja de invierno en la ciudad, que son más acusadas en el Sidi Saler por encontrarse en primera línea de playa, en el parque natural de La Albufera.

Durante 2010, "un año duro", según Raposo, el volumen de negocio disminuyó y el objetivo ahora es asegurar su viabilidad cerrando durante cuatro meses al año, que se aprovecharán para mejorar las instalaciones. De esta manera, el Sidi Saler cerrará el próximo 17 de enero y reabrirá el 15 de abril, con motivo de las fiestas de Semana Santa.

El planteamiento del hotel fue rechazado ayer  por sus trabajadores quienes, en una reunión con la empresa,  se mostraron partidarios de presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal "a corto plazo" por considerar que "puede ser la mejor solución en un momento de bajón de la clientela como el actual".

Así lo señaló el presidente del comité de empresa, Mateo Torres, que indicó que la asamblea convocada a las 16 horas contó con la asistencia de la práctica totalidad de los 80 trabajadores que integran la plantilla, quienes analizaron durante cerca de dos horas la propuestade la dirección del hotel.

UN ERE TEMPORAL

En esa reunión, la empresa expuso a los miembros del comité que la actual situación económica "hacía que no pudieran garantizar el pago de los salarios por lo menos hasta abril, que es cuando tienen pensado volver a abrir", de acuerdo con ese nuevo planteamiento de que el hotel permanezca abierto únicamente durante un semestre.

Ese cambio requeriría la conversión de los actuales contratos indefinidos a un nuevo modelo de contratación como "fijos de fechas ciertas", lo que "complica tanto el cobro por desempleo, ya que se cobra menos y se consume el propio paro, como las subvenciones que se percibirían en el caso de un hipotético cierre en el futuro".

Torres remarcó que esa medida afectaría a casi todos los 80 empleados indefinidos que trabajan durante todo el año en el hotel, dado que únicamente perviviría un servicio mínimo de mantenimiento hasta la reapertura, cuando la plantilla "aumenta hasta 120 trabajadores e incluso hasta 150 en periodos punta de demanda".

Los representantes de los trabajadores mantendrán mañana un nuevo encuentro con la dirección para trasladarles el rechazo de la asamblea a la conversión de contratos y su "absoluta disposición" a iniciar "cualquier proceso de negociación que se enmarque en un ERE temporal y a corto plazo".

El presidente del comité de empresa defendió que ese expediente temporal "sería una buena solución" dado que permitiría a la empresa afrontar el descenso de la demanda y minimizaría el impacto del cierre sobre los trabajadores del recinto.