VALENCIA. El presidente de la patronal autonómica, Cierval, explica su cambio de posición acerca de las cajas de ahorro ("no somos conscientes de los problemas que hubiera originado la fusión Bancaja-CAM"), desvela los motivos de las críticas empresariales hacia el Consell y prefiere no hablar de su reelección. Reivindica la labor discreta y constante de su gestión al frente de la patronal y anima a la Generalitat a seguir los pasos del ERE de Feria Valencia.
EL GRANO
Igual le ha beneficiado hablar valenciano, o su flema, o su diplomacia, o su discreción, pero Rafael Ferrando (Valencia, 1948), presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana, Cierval, se ha instalado en el firmamento de los líderes valencianos con la mirada complacida de izquierdas y derechas gracias a su imagen de empresario plural y abierto, ahora cuestionado por algunos de los suyos, justo cuando cosecha triunfos personales y orgánicos como su presencia como consejero en el SIP de 'BancajaMadrid' y vicepresidente en la nueva cúpula de la CEOE acompañado de, lo nunca visto, otros 17 valencianos.
EL GRANERO
-"¿Mi futuro? Ahora hay que centrarse en trabajar contra la crisis"
-"El peso que tiene Valencia en la CEOE no se consigue con un gesto sino con una trayectoria"
-"Cierval no va a entrar a ningún juego de movimiento crítico subterráneo"
-"Nuestra presencia en los dos SIP es efectiva y va a beneficiar a las empresas valencianas"
-"Se podía haber profundizado más en la despolitización de los SIP"
-"Boluda dará en AVE prioridad a la labor de lobby más que a la de estudios"
-"La reforma laboral pasa porque nuestros trabajadores rindan a niveles europeos"
-"Establecería la jubilación partiendo de lo que uno ha trabajado y la expectativa de vida"
-Me llama la atención que usted, al principio, fuera crítico con la fusión fría de Bancaja con Caja Madrid...
-Sí. Se nos había dicho que este proceso se iba a producir más adelante y que Bancaja no se fusionaba en una primera tanda. Nos sorprendió cuando se dijo que, por imposición del Banco de España, había que hacerlo y que tenía que ser con Caja Madrid. Siempre habíamos pedido que Bancaja liderara una fusión, pero el SIP con Caja Madrid no era precisamente eso porque era una caja más grande que Bancaja. En ese contexto, lo único que podíamos hacer era obtener la parte más positiva, y a partir de ahí, trabajar ante una realidad que ya nosotros no la podíamos modificar. El objetivo era obtener para los empresarios y los valencianos el máximo beneficio. A partir de ahí, creo que Bancaja actuó con inteligencia, haciendo valer su posición estratégica y, en ese sentido, ha tenido unos resultados bastante potentes.
-¿Usted hubiera preferido una fusión de las dos cajas valencianas?
-Ese era el ideal. En 1998 ya planteé el tema pero entonces no se decidió llevarla a cabo. Había voluntad política pero se desestimó por las presiones de otros territorios. A partir de ahí, vimos que el asunto se iba enfriando y que la fusión CAM-Bancaja se deshinchaba con el fracaso de la Corporación Industrial [Cartera de Participaciones SA, la sociedad mixta fundada por ambas entidades y que aun perura] .
-¿Ha influido en su cambio de opinión el hecho de que usted esté en el consejo de administración?
-No tiene nada que ver un tema con el otro. Las entidades financieras de la CV, aún a costa de haber perdido parte de su identidad, van a estar presentes en los órganos de gobierno de las entidades resultantes, tanto por parte de Bancaja como de la CAM, con una presencia efectiva y real que tiene grandes posibilidades de mantener el beneficio para las empresas valencianas y además van a permanecer unas obras sociales que van a redundar en beneficio de la sociedad valenciana
-¿Este es el principio de la desaparición de Bancaja como símbolo?
-Debemos ser lo suficientemente inteligentes como para aprovechar la ventaja de tener un peso importante en estos momentos en la tercera entidad financiera española y la primera por negocio en España. No somos conscientes todavía de los problemas que podíamos haber tenido de haber ido en solitario en una asociación con la CAM por los temas sobrevenidos en la financiación de las entidades financieras. Bancaja va a persistir en un futuro a través de su obra social. Las cajas mantendrán la función social que tenían...
-¿Cree que los nuevos órganos de gobierno del SIP cumplen con las instrucciones del Banco de España de avanzar en la despolitización de las cajas?
-Creo que son legales porque de lo contrario no se habrían aprobado por los organismos reguladores.
-¡Vaya salida!
-El Banco de España les ha dado el visto bueno. Por lo tanto cumple los requisitos en su aspecto formal. Se podía haber profundizado más en la despolitización, pero no creo que el hecho de poner técnicos de las propias entidades hubiera sido la solución, sino el haber tomado otros referentes de la sociedad de ambas comunidades.
Además, esos consejeros ya dejaron, hace años, la política.
-Luego, piensa que es bueno ir despolitizando las cajas.
-Creo que el concepto de caja de ahorros está pasando a la historia en estos momentos. Estamos en una época de cambios en todos los aspectos. El siglo XXI es el siglo de los cambios. No somos conscientes de los que se van a producir y el tema de las cajas va a ser uno más. La política está metida en demasiadas parcelas de la sociedad civil y lo que deben de hacer los políticos es limitarse a los temas que les corresponden. Ya la nueva ley de cajas de la Comunitat Valenciana que hoy -martes 4 de enero- entra en vigor, establece que un político puede acceder a una caja cuando hayan pasado dos años desde que dejó su cargo. En este momento hay consejeros que ya han cumplido más de dos años desde que dejaron el ejercicio y que están dentro de las cajas tanto por un partido como de otro.
-Con el SIP podrá entrar capital privado y eso redundará en el desvanecimiento del concepto actual de las cajas.
-A la larga van a ser bancos que realizan una obra social a través de sus dividendos.
-¿Y ha acabado el proceso de fusiones?
-No. La última ha sido Cajasol, que se incorporará a Banca Cívica y yo creo que aún hay cajas no vinculadas a ningún proyecto y agrupaciones que tienen complicado su futuro.
-¿Está pensando en cajas pequeñas como la de Ontinyent?
-No. No son sólo cajas pequeñas sino cajas que, inmersas en un proceso de integración, volverán a agruparse de otra manera con otras corporaciones. Está por ejemplo Unicaja e Ibercaja, que no se han integrado en ningún grupo etc.
-Para usted ha sido un buen final de año: consejero del SIP de Bancaja y uno de los nueve nuevos vicepresidentes de la CEOE. Hay quien piensa que es bueno que Cierval esté en ambos lados, pero también quien opina que son demasiados cargos para una persona.
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-Yo lo entiendo como un servicio hacia los empresarios. Es un logro. También es el reconocimiento a un trabajo que hemos venido realizando, desde la Comunidad Valenciana, en distintas instituciones, de forma silenciosa, sin publicidad pero intensa y efectiva, siempre aportando criterios en defensa de los intereses colectivos y no de los particulares. Es importante para los empresarios de la Comunidad Valenciana acceder a una de las vicepresidencias ejecutivas de la CEOE y, a través de ella, tener la capacidad de aportar su visión. Queremos que nuestra voz esté presente porque en muchas ocasiones el enfoque socioeconómico global desdibuja los problemas del día a día de nuestros empresarios. Además debemos aprovechar esta situación para consolidar una presencia de la CV activa a nivel nacional, que nunca la hemos tenido como hasta ahora.
-Sin embargo ha habido gente que piensa que Cierval sólo ha apostado a última hora por Joan Rosell.
-Eso no es así. Cierval desde el primer momento apostó claramente por Joan Rosell. En la propia junta que dimitió Díaz Ferrán la apuesta ya estaba clara. Rosell y yo hemos venido trabajando desde que estoy en la CEOE. Hemos intercambiado criterios, hemos establecido estrategias comunes desde el principio, en la época de Cuevas. Posteriormente, con Díaz Ferrán, también hemos coincidido, tanto en las estrategias como en la propia salida de Díaz Ferrán: en la forma de hacerlo y cómo se culminó toda la operación, que fue algo complicada. Por tanto, era lógico que siguiéramos con quien habíamos venido colaborando hasta entonces.
-Exteriormente no pareció así.
-Otra cosa es que el Comité y la Junta Directiva de Cierval no se pronunciaran públicamente hasta que se debatió en Junta, pero, por otro lado, los avales para la candidatura estuvieron en su momento.
-Parece que la CV ha salido beneficiada. ¿Fueron de la mano las organizaciones valencianas en este asunto?
-CIERVAL y sus organizaciones territoriales CEV, CEC y COEPA hemos ido conjuntamente. Nunca se han hecho políticas contradictorias. Ha sido una política común y se ha demostrado que era lo que teníamos que hacer porque hemos conseguido nuestros objetivos.
-La presencia de Juan Antonio Germán y Mercadona en el comité de CEOE es, desde luego, relevante.
..
-Germán ha entrado por Asedas, la patronal de supermercados, y es importante su presencia porque durante el periodo de Cuevas se produjo una marginación de esa entidad y es una de las cosas que más he trabajado con Rosell de cara a incorporarlos a los órganos de gobierno de la CEOE. No había forma de romper la barrera que estaba montada. Y es ahora, cuando ya no está Cuevas ni Jiménez Aguilar, cuando se produce esa integración, por un lado, de Mercadona en el consejo asesor de la CEOE y, por otro, de Asedas dentro de la junta de la CEOE. Y eso es importante.
-Y, quieras que no, también es más peso valenciano.
-Sí, el peso valenciano es creciente. En la Junta Directiva, cuando yo llegué, éramos cuatro valencianos. Ahora, mirando la lista de empresarios que viven y trabajan en la CV, somos 18 y hay tres más que son valencianos de nacimiento.
-A mi me ha dado la sensación, a partir de este proceso, que ha habido un movimiento crítico subterráneo contra el presidente de la Cierval. ¿Opina igual?
-Yo creo que no, porque los empresarios, en su mayoría, cuando actúan lo hacen claramente. Las cosas hay que decirlas en los órganos de gobierno de la organización y no a través de los medios de comunicación. No se ha producido ningún comentario en el seno de Cierval, por tanto ese es otro tipo de juego en el que ni hemos entrado ni queremos entrar.
-¿Es difícil coordinar las tres organizaciones provinciales, evitar recelos?
-En su momento, tenía interés en dejar la presidencia de la patronal de Valencia porque entendía que se confundía lo que era Cierval con la CEV y Cierval debía adquirir protagonismo. Al dejar la CEV y quedarme en Cierval, las territoriales de Alicante y Castellón asumieron el juego de sumar en un proyecto común, en nombre de los empresarios de toda la comunidad.
Creo que separar las presidencias fue un acierto, que debe perdurar porque potencia la vertebración de la Comunidad Valenciana y beneficia a todos.
-¿Están bien avenidos?
-Hombre, siempre hay alguien que puede pensar que se podría avanzar más en esa dirección y otros que, sin embargo, creen que nos hemos pasado, pero precisamente ese juego da forma a Cierval. Todos somos conscientes de que tan Cierval es el presidente de Cierval como el de la CEV, de Coepa o de la CEC. Todos somos Cierval y todos aportamos y sumamos.
-Alicante y Castellón ha dicho que lo entendieron bien. ¿Pero y Valencia, la CEV? ¿No lo vio como una pérdida de influencia?
-A la CEV le pareció bien el planteamiento también. Los representantes de la CEV en CIERVAL explican sus propuestas y normalmente, si son juiciosas y están bien planteadas, son aceptadas en Cierval. No, no se vio como una pérdida de influencia sino que internamente se entendió como estrechar la colaboración entre todos.
-¿Tiene pensado su futuro en la Cierval?
-Creo que lo que tenemos que hacer es seguir trabajando. La crisis es lo suficientemente fuerte para que nos centremos en ella y no entremos, de momento, en otros temas.
-Ya veo que no le apetece hablar sobre eso.
-Yo voy a trabajar. Lo más importante en estos momentos es estar ocupándonos de los asuntos que toca aquí en la Comunidad Valenciana y en Madrid.
-Pons deja la presidencia de AVE y viene Boluda. ¿Puede darme una opinión de los dos?
-Como lobby empresarial, AVE ha venido desarrollando una trayectoria importante. Tuvo en Federico Félix un gran presidente que desarrolló toda una serie de actividades y consolidó el grupo. Posteriormente, Paco Pons ha desarrollado una serie de trabajos que han complementado la visión empresarial en esta Comunidad. Boluda recogerá la presidencia, dando su impronta personal, posiblemente priorizando la labor propia de lobby frente a la elaboración de estudios.
-¿Más carismática?
-Distinta. No diría que Paco Pons no ha sido un presidente carismático.
-Ni yo tampoco. ¿Y Morata en la Cámara, cómo lo ve después del legendario Virosque?
-Iba a desarrollar un proyecto y va a tener que desarrollar otro, porque la eliminación de la obligatoriedad de las empresas a contribuir con las cámaras, rompe el esquema que tenía diseñado. En CEOE ya estamos trabajando para ver cómo articular el trabajo de las cámaras y de las organizaciones empresariales. Es importante establecer criterios comunes para mantener una serie de servicios y de funciones en beneficio del empresariado.
-Pero volviendo a Morata, ¿cómo lo ve?
-Es un empresario joven con experiencia en presidir organizaciones empresariales. Su paso por Cepymev ha sido muy satisfactorio. Desde la Cámara va a facilitar la coordinación de las acciones empresariales del Consejo de Cámaras y CIERVAL, de forma que sean aun más beneficiosas para nuestros empresarios.
-¿Y de José Vicente González?
-Viene defendiendo los intereses de la provincia de Valencia, con criterio. Dentro de la CEOE está trabajando y apoyándome en todos los proyectos que planteamos. También creo que está cumpliendo una etapa aportando ideas para modernizar o adaptar al siglo XXI al empresariado valenciano, porque en Cierval aporta muchas cosas que son asumidas como propias.
-Lerma decía en este diario que en su etapa como presidente del Consell los empresarios le criticaban porque les salía gratis. Yo veo ahora a los líderes empresariales más críticos con el poder e incluso una suerte de pulso entre ellos por ver cuál se muestra más independiente.
-Más que ver quién es el más independiente, lo que estamos transmitiendo al poder es una necesidad que tienen las empresas y los empresarios en general. Y cada uno lo expresamos con nuestra forma de hacer. Nosotros somos conscientes de que el gobierno, sea el de Lerma, Zaplana o Camps, tiene que ser nuestro colaborador en aquellos temas que sean necesarios y hacemos del consenso y del diálogo, tanto en el Pavace como en otros acuerdos que tenemos con los sindicatos y la Generalitat, uno de los máximos valores que tenemos que potenciar y desarrollar. Eso, en ocasiones, se ha visto como una aproximación excesiva hacia el poder, cuando lo que se trata es de sustraer del poder aquellas cosas que nosotros debemos gestionar.
-Nunca lo había visto yo así el asunto.
-Es así. Luego depende del propio seguimiento del Pavace, en el cual los sindicatos y nosotros participamos, y en el que podemos aportar criterios. Y si vemos que, por determinadas causas, existe una parálisis en algunos ámbitos de la administración o si hay unas necesidades de las empresas de financiación o de cobrar al día para poder seguir funcionando, lo transmitimos. No podemos movernos en base a criticar, sino analizando lo que necesitan los empresarios y cambiando los criterios que se establecen para adaptarlos a las necesidades de los empresarios, cosa muy compleja conociendo a la Administración. Ese es uno de los temas que más tiempo nos lleva.
-¿Cómo ve Cierval este año económico que empieza ahora? Porque el anterior no podía acabar peor.
-El IPC estuvo bajando el año pasado y al final tuvo una subida significativa. Eso quiere decir que como los salarios no han subido a ese ritmo, la capacidad adquisitiva es menor en general de todos los ciudadanos, pero también de los empresarios. Porque el incremento de los costes hace mas complejo el funcionamiento empresarial en estos momentos.
-¿Entonces cómo ve la situación?
-Todavía el primer trimestre de este año, por lo menos, va a ser bastante complicado. A partir del segundo puede que mejore. Los políticos han visto tan grave la situación que son conscientes de que o se ponen de acuerdo o esto no funciona, no sólo a nivel nacional, sino también autonómico. Porque lo que la gente necesita es que se transmita la confianza. Lo hemos venido reclamando en todos mis discursos, es una constante desde 2007 hasta ahora. No lo llamamos los Pactos de La Moncloa ni los pactos de nada sino simplemente que hay temas que son trascendentes para la economía en los que todos deben de ponerse de acuerdo.
-Pues ahora han empezado a hablar Camps y Alarte por teléfono. Me parece un poco lamentable el retraso, pero algo es algo. ¿Cómo lo ve?
-Encaja dentro de lo que hemos venido proponiendo: que hay una serie de temas que llamamos de Estado y en los que tienen que estar de acuerdo los dos grandes partidos. Eso no se ha producido ni siquiera con leyes trascendentales, porque se han acogido antes al apoyo de partidos minoritarios que al de la oposición mayoritaria, tanto a nivel nacional como autonómico. Creo que en eso se deberia modificar la política. Hay que potenciar los pactos al máximo. Esa puesta en escena que se ha producido estos días entre Alarte y Camps, así como la conclusión a la que se llegue, es una responsabilidad que tienen los políticos. A pesar de las dificultades y a pesar de la crisis deben obviar razones partidistas para apostar por la solución a los problemas de nuestra Comunitat.
-¿El gobierno debe seguir adelante con las reformas laborales?
-La reforma laboral abordó un aspecto que no era el más importante, porque modificaron el despido pero no artículó fórmulas de creación de empleo. Nosotros hemos mantenido que lo prioritario es mejorar la competitividad y la productividad de nuestras empresas y eso pasa porque nuestros trabajadores puedan cobrar más, estén mejor pero también rindan a niveles europeos.
-¿Qué hacemos con las pensiones?
-No hay que olvidar que las pensiones tenemos que pagarlas. La gente que ha trabajado hasta ahora se ha merecido cobrarlas. Pero en estos momentos, la edad media de jubilación no está precisamente en los 65 sino bastante por debajo, porque hay muchas prejubilaciones. Ahora bien, hay más gente trabajando que cuando teníamos un porcentaje superior de paro, a pesar de haber despedido a 2 millones de personas. ¿Con qué fondos pagaremos a los jubilados si en este momento no tenemos gente suficiente trabajando y seguimos prejubilando? En algún momento hay que programar esa edad de jubilación. Se ha aumentado en diez años la esperanza de vida y la edad de jubilación se ha mantenido. Hay que establecer unos criterios a partir de lo que uno ha trabajado y teniendo en cuenta el diferencial de la expectativa de vida. Si los años de vida se van alargando cada vez más, la edad de jubilación tendrá que aumentar.
-¿Que la Feria de Valencia presente un ERE es un reflejo apocalíptico del declive de la CV o es sencillamente algo normal en la situación en la que estamos?
-Si una entidad como Feria Valencia funciona con criterios empresariales debe aplicar todos los mecanismos empresariales a su disposición para que la institución perviva y no genere más deuda a las administraciones públicas. Pero no hay que cargar únicamente en el lado del trabajador sino también el de los recortes y de la adaptación a la situación actual de la entidad. Si está dentro de un plan global de reconducción para hacer viable la empresa, me parece bien.
-¿Deberían seguir este camino otras entidades públicas?
-Las administraciones públicas deben seguir ese camino sobre la base del consenso entre los partidos porque muchas de las personas tienen carácter de funcionarios. Hay que hacer planes de reconversión o de adaptación a la situación actual en muchas empresas públicas y eso es un tema que está pendiente y que habrá que afrontar en cualquier momento.
-La Administración ha aplicado las herramientas habituales para reducir costes en una situación extraordinaria. ¿Cree que la respuesta ha sido adecuada?
-Es necesario hacer más. Es verdad que en algunos aspectos se ha hecho lo que se debía de hacer para reducir el déficit público. Otra cosa son los golpes de efecto, como reducir cargos públicos. Se habló de la reducción de algunas sociedades públicas pero teniendo unas elecciones por delante...
-¿Cree necesario un adelanto de las elecciones generales?
-Si se llegan a pactos globales, si se genera confianza y el gobierno va adaptándose a cada momento, el tema de las elecciones generales dependerá de que se genere esa confianza o no.
-¿Camps debería presentarse a las elecciones o está lastrado por los asuntos judiciales?
-Los jueces tienen que dictar sentencia y su partido debe decidir a quien presenta. Él cuenta con haber ganado dos elecciones y con un buen posicionamiento, según las encuestas. Yo no voy a entrar en ese tema.
-El caso Gürtel ha afectado a la economía valenciana?
-Más a la imagen de la CV que a las empresas. Lo único es el peso de la CV en algunos aspectos, pero no económicos ni de relevancia social.
-¿Qué opina de que haya empresarios valencianos implicados en el caso?
-Siempre hemos defendido que, hasta que se demuestre lo contrario, los empresarios merecen el máximo respeto y como organización tenemos que defender su honorabilidad. Los empresarios en la CV son igual que el resto, y no son ni mejores ni peores que en el resto de España o de Europa.
-Cierval, al principio, no tomó en serio la bandera del corredor ferroviario mediterráneo...
-Eso no es así....
-Bueno eso recuerdo yo. ¿Cree que el Gobierno va a actuar en firme para desarrollar el corredor, se lo cree realmente?
-El problema es que nos ha llegado en un momento en el que ha habido reducción de fondos en el ministerio. Y sobre todo en el tramo entre Tarragona y Castellón. Cierval fue la primera institución que reivindicó el Corredor Mediterráneo. Es un asunto que surgió en Cierval cuando se estaba hablando del AVE y de las posibles conexiones de Valencia. Había empresarios que consideraban que en aquellos momentos era más importante la conexión con la frontera que con Madrid. Luego se llegó a un consenso para conseguir primero el AVE y después el corredor. Como ya tenemos AVE, toca ahora insistir para que se cumplan los plazos del Corredor Mediterráneo. Ha cambiado una circunstancia significativa: entonces se planteaba como una salida de los productos de la CV hacia Europa. Ahora se trata de la fachada oriental de los puertos de Europa, frente a los del norte de Europa. Y eso hace que sea necesario interconectar ferroviariamente todos nuestros puertos con el centro de Europa. Desde
Algeciras hasta la frontera.
-¿Y no habrá competencia entre puertos mediterráneos?
-Los puertos del Mediterráneo español no son competencia entre sí. La competencia es con los puertos del Norte -Hamburgo y Rotterdam- de cara al comercio con Asia, porque de cara al Atlántico van a seguir teniendo ellos la prioridad con EE UU. Sin embargo, de cara a Asia nuestros puertos pueden recoger toda esa carga e incluso no dar abasto.
-¿Después de todo lo visto, siguen pensando en el acceso norte al puerto de Valencia?
-El acceso norte al puerto es necesario precisamente para la interconexión entre Sagunto y Valencia y hay que potenciar la entrada de carga que venga desde el norte hacia el puerto de Valencia, porque si no será un incremento del coste de transporte tremendo al dar la vuelta a la ciudad por la V-30.
-Rodríguez Piñero nos dijo a Valenciaplaza.com que las administraciones valencianas habían perdido demasiado tiempo en decir que el AVE no llega y poco en programarse. ¿Se han preparado los empresarios?
-Los empresarios de las agencias de viajes están funcionando perfectamente. Los de hostelería, también los taxis se van adaptando...
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