MADRID / (EUROPA PRESS). Las obras que se beneficien de la nueva deducción del IRPF que ha incluido el Gobierno en el decreto anticrisis aprobado por el Consejo de Ministros no podrán pagarse en efectivo. Esta es la decisión que ha tomado el Ejecutivo para evitar un repunte de la economía sumergida y para garantizar "la creación empleo de calidad·.
En un encuentro informativo, fuentes del Departamento que dirige la ministra de Economía, Elena Salgado, explicaron que algunas empresas dedicadas a este sector podrían negarse a emitir facturas por las obras y cobrar el dinero en negro, por lo que ésta es una forma de evitar la situación. Por ello, las obras no podrán abonarse en metálico, sino mediante otras fórmulas que dejen constancia del pago, como cheques o transferencias.
La nueva deducción en el IRPF es una de las medidas que contempla el decreto del Gobierno, que está divido en un total de seis capítulos: la rehabilitación de vivienda, el fomento de la actividad empresarial, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, la protección de los ciudadanos, el sector energético y el sistema financiero.
La deducción, que soportará íntegramente el Estado, será del 10% para contribuyentes de renta inferior a 33.007 euros con límite de 4.000 euros anuales por vivienda, pero desaparecerá progresivamente para los contribuyentes con rentas más altas. En este sentido, las fuentes explicaron que las rentas del último tramo (superiores a los 53.000 euros anuales) no tendrán derecho a la deducción.
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