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De momento, no se aumenta la dotación del fondo de rescate de 750.000 millones de euros aprobado en mayo para asistir a los países con problemas para refinanciar su deuda, ni tampoco se flexibilizará su uso para comprar bonos o dar líneas de crédito preventivas, como defendía España.
Tampoco se lanza la emisión de eurobonos, como ha propuesto Italia y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Todas estas iniciativas han sido rechazadas por Alemania.
Pero pese a ello, ninguna de estas soluciones se descarta definitivamente y se podrían poner en marcha más adelante si la crisis de deuda empeora.
La canciller alemana, Angela Merkel, no ha mostrado una oposición tan radical a la posibilidad de flexibilizar el fondo de rescate actual. Al ser preguntada por esta cuestión en la rueda de prensa final, Merkel ha reiterado el compromiso de los jefes de Estado y de Gobierno para hacer "lo necesario" para la estabilidad económica y no ha querido "especular sobre lo que será necesario en el futuro".
También ha apostado por avanzar en la "cultura de la estabilidad financiera" y ha asegurado que "cuánto más coherente" sea la política económica de los países de la UE y "más progresos" den en 2011, "menos importante deberá ser la dotación" del fondo de rescate permanente para asistir a países.
"Hay muchas ideas en el mercado de ideas. Algunas son muy interesantes y otras menos. Pero hay que evitar efectos de anuncio que no vayan seguidos de resultados", ha explicado por su parte el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, en la rueda de prensa final del Consejo Europeo.
Barroso ha defendido que antes de anunciar nuevas soluciones para la crisis de deuda de la eurozona hay que garantizar "no sólo que sean factibles técnicamente sino también que generen consenso político".
El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha reiterado que en este momento "no se plantea el problema" de aumentar el fondo de rescate de 750.000 millones de euros, puesto que sólo se ha utilizado un 4% en el salvamento de Irlanda. Pero ha agregado que "si se planteara haríamos lo que fuera necesario".
DEBATE EUROBONOS
El presidente del Eurogrupo ha vuelto a defender durante la cumbre la emisión de eurobonos alegando que "podría parar la parte irracional del compartimiento de los mercados y la especulación". Juncker ha sostenido que los eurobonos "no llevarán un tipo de interés unificado en toda la eurozona" puesto que sólo se fusionará a nivel europeo una parte de la deuda pública y se mantendrán los incentivos para la disciplina fiscal.
Ha admitido que algunos líderes europeos "no quieren este instrumento porque temen que la mutualización de la deuda lleve automáticamente a tipos de interés más altos en su país". A su juicio, esta interpretación no es correcta porque se crearía un gran mercado de deuda que permitiría "más liquidez y tipos de interés incluso menores que en Alemania o en Países Bajos".
Por su parte, Van Rompuy ha eludido expresar su opinión sobre la emisión de eurobonos por considerar que "no contribuiría al debate". "Una buena idea debe madurar y discutirse plenamente antes de que esté preparada para tomar una decisión. Sólo en ese momento deberíamos hacerla pública". "No nos haremos ningún favor si hacemos públicas buenas ideas de forma prematura", ha insistido.
"Creo que no hay ninguna posibilidad de que llegue a buen puerto", ha dicho tajante sobre el debate de los eurobonos la canciller Merkel, tras pedir que los próximos debates a 27 "se concentren en lo que tiene posibilidad de avanzar", lo que en su opinión pasa por medidas "para el crecimiento y la estabilidad".
El presidente galo, Nicolas Sarkozy, también se ha apartado de la propuesta de Juncker. "Decir que soy totalmente soberano y autónomo para recoger ingresos, pero mi deuda la transfiero al escalón superior* ¿Imaginan la incoherencia?", se ha preguntado, para después tachar de "incoherente" tal iniciativa y opinar que "ahora no tiene sentido" discutir sobre la armonización fiscal de Europa, "lo que incluiría los eurobonos".
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha mantenido en la misma línea que sus colegas francés y alemana para precisar que la reflexión sobre los eurobonos "no está en el orden del día" y que no se abrirá el debate "a corto ni medio plazo".
Los jefes de Estado y de Gobierno han ratificado el acuerdo alcanzado el jueves por la noche para realizar una modificación limitada del Tratado de Lisboa que permita crear un fondo de rescate permanente para países después de 2013, fecha en la que expira el actual mecanismo.
La principal novedad del fondo permanente es que prevé la participación de los bancos privados en futuros rescates, pero no de forma automática y previa a la ayuda, como defendía Alemania, sino caso por caso y como último recurso.
Asimismo, los líderes europeos han aprobado una declaración política en defensa del euro en la que subrayan que "harán lo necesario para garantizar la estabilidad de la zona del euro en su conjunto". Los Veintisiete se comprometen en concreto a continuar con el rescate de Grecia e Irlanda, mantener las políticas de ajuste fiscal, acelerar las reformas estructurales, aprobar las nuevas sanciones para los países con déficit y desequilibrios excesivos antes de verano de 2011 y llevar a cabo nuevas pruebas de estrés en el sector financiero. También apoyan la actuación del Banco Central Europeo para estabilizar el euro.
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