CANCÚN, MÉXICO (OTR/PRESS). Había pocas esperanzas depositadas en la cumbre del clima de las Naciones Unidas. Pero finalmente, y contra todo pronóstico, se cerró un acuerdo que contó con la aprobación de todos los países que participaron en la conferencia, a excepción de Bolivia. El pacto recoge, entre otras medidas, la creación de un fondo multimillonario, el denominado 'Pacto Climático Verde', destinado a la protección de los bosques tropicales y el desarrollo de tecnologías ecológicas. La delegación boliviana tildó el acuerdo de 'ecocidio', y anunció que lo denunciará ante el Tribunal de la Haya. Los grupos ecologistas sin embargo lo consideraron un "paso positivo", aunque criticaron algunos puntos, como en lo referido a la reducción de emisiones.
La cumbre sobre el clima reunía en Cancún (México) a 194 países, y nacía con modestas expectativas. Pero finalizó con resultados prometedores, según los expertos participantes. Y es que se consiguió llegar a un acuerdo entre la mayor parte de los asistentes, a excepción de Bolivia. Un acuerdo que recoge el 'Fondo Climático Verde', un capital conjunto de 100.000 millones de dólares que supone, a juicio de la ministra de Exteriores mexicana, Patricia Espinosa, "una nueva era de cooperación internacional en la lucha del cambio climático".
Sobre el Protocolo de Kioto, el acuerdo se limita a recomendar la puesta en marcha de nuevas negociaciones para ampliarlo. Actualmente obliga a 40 países ricos a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2012. Japón, Rusia y Canadá han dicho que este Protocolo no se extenderá, y en su lugar insisten en crear un tratado nuevo y más amplio de las Naciones Unidas en los próximos años que incluya objetivos de emisiones vinculantes para otros países, como China, Estados Unidos y la India.
Además, los países firmantes se comprometen a contribuir al desarrollo de tecnologías ecológicas en países en vías de desarrollo, todo ello con vistas a su perfeccionamiento en la cumbre del año próximo en Durban (Sudáfrica). También se contempla la creación de un plan forestal de Reducción de Emisiones de la Degradación Forestal (REDD) destinado a la financiación de proyectos en países en vías de desarrollo que emplean las plantas para absorber dióxido de carbono.
"EL TEXTO ES LO MEJOR QUE SE PODÍA LOGRAR"
La cumbre nacía con muy pocas esperanzas de éxito, por lo que el acuerdo alcanzado ha sido muy bien recibido por los expertos. La directora de los programas energéticos del World Resources Institute (WRI), Jennifer Morgan, lo resumía afirmando que "las modestas expectativas han dado paso a resultados prometedores, ya que la cumbre de Cancún ha terminado con un nuevo, pero frágil, acuerdo climático internacional".
Morgan continuaba agregando que "bajo el ojo vigilante y la contundente gestión de la Presidencia mexicana, los delegados han acordado el establecimiento de una plataforma internacional para la acción climática, reconociendo a su vez que hace falta trabajar mucho más para contener el cambio climático".
Más contundente se mostraba la ministra de Exteriores mexicana, que afirmaba: "El texto es lo mejor que se podía lograr". Justificaba así la firma de la declaración de objetivos pese a la firme oposición de Bolivia. El consenso no tiene por qué ser unánime, y los otros 193 países participantes en la cumbre se han mostrado a favor de su aprobación.
Y es que la delegación boliviana no ha dudado en calificar el acuerdo como un "ecocidio", asegurando que presentará una queja formal ante el Tribunal de la Haya. El negociador boliviano, Pablo Solón, afirmaba tajante: "No podemos apoyar esto responsablemente, pues significaría que estamos de acuerdo con una situación que mi presidente (Evo Morales) ha descrito como un ecocidio y genocidio".
"UN PASO IMPORTANTE EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO"
Las reacciones de los grupos ecologistas no se hicieron esperar, nada más conocerse el acuerdo y los puntos firmados. La mayoría consideraban lo pactado algo "positivo", aunque para muchos también era "insuficiente". La organización Greenpeace se mostró satisfecha, considerando que "los gobiernos han tomado ka decisión correcta decantándose por el consenso en los temas clave". Sin embargo, criticó que podía haberse ido más allá, "si algunos países no hubieran mantenido actitudes poco constructivas", citando entre otros, a Estados Unidos, Rusia y Japón.
Por su parte, WWF calificaba el acuerdo como "un paso positivo pero insuficiente, ya que quedan importantes retos políticos sin abordar y mucho trabajo por delante". A pesar de que los gobiernos no acordaron una segunda fase del Protocolo de Kioto, la organización valoró positivamente el compromiso para llevarlo a cabo el año próximo en Durban.
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