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LONDRES. El Grupo Santander esperaba aprovechar las navidades preparando la salida de su negocio británico a la mayor plaza financiera europea. La intención era la de extraer capital fresco, hasta 4.760 millones de euros. La operación se ha retrasado ahora al menos medio año, y la City tiene la culpa.

Un gestor de fondos, S. E., explica a Valencia Plaza ─bajo la condición de aparecer como una voz anónima─ la causa por la que tres ejecutivos han abandonado la nave de Santander UK este diciembre: "En mi opinión, estos tipos se han dado cuenta de que la mala reputación de su patrón comenzaba a afectar a sus propias carreras... el problema es que los bancos españoles tienen la mentalidad de que el cliente es un mal necesario". Y Grupo Santander aparece el tercero entre las entidades con el peor servicio al usuario en el respetado ránking bancario Which? del Reino Unido.

Pero si Antonio Horta-Osorio, que pronto se convertirá en el ex director ejecutivo de Santander UK, se hubiera preocupado tanto por la opinión pública británica, no habría desertado del cíclope cántabro precisamente a las puertas de entrar en la Bolsa de Londres. Grupo Santander pretendía inaugurar la cotización de su negocio bancario británico ─con una valoración propia próxima a los 24.000 millones de euros─ en febrero de 2011, poniendo a la venta el 20% en títulos. La inyección inversionista vía acciones tendría que servir para amortiguar parcialmente el coste de la adquisición, el verano pasado, de 318 oficinas comerciales del Royal Bank of Scotland, por las que llegó a pagar dos mil millones de euros. La hoja de ruta presentaba una estrategia sólida: después de todo, el logotipo del Santander sella una de cada cinco hipotecas británicas.

En medio de este proceso, decisivo y no exento de tensión para el elefante rojo español, Horta-Osorio no sólo ha fichado por la competencia autóctona, ya que será nombrado en breve director ejecutivo de Lloyds TSB, sino que, gentileza de los contribuyentes que son propietarios del 43% del banco inglés desde 2008, cobrará un sueldo básico de 1,23 millones de euros anuales. Asimismo, le aguarda una paga extra de 2,7 millones de euros, que dependerá de los resultados al final del ejercicio económico. Horta-Osorio no es uno de los banqueros más populares hoy día entre los británicos de a pie, que han rescatado el grueso del sector financiero privado del país con sus impuestos. 

Además, tras anunciar que el jefe de la oficina de riesgo de Santander UK, Juan Colombás, y el director del departamento de gestión de inversiones privadas, Antonio Lorenzo, saltarán también con él encima del caballo negro (el emblema de Lloyds), y dejarán atrás a los Botín, ninguno de los tres debe gozar tampoco de demasiada buena fama en los cuarteles de Santander UK. Kevin Reed, analista de balances, opina que "obviamente, estos movimientos (de Horta-Osorio, Colombás y Lorenzo) han hecho algo más que retrasar los planes de Grupo Santander en la Bolsa de Londres: han desestabilizado la futura expansión de su cartera de clientes".

ESTA ARMADA NO SE RINDE

Katherine Steiner, del portal en Internet moneymarketuk, describe la visión que la City cultiva del banco español: "Al Grupo Bancario Santander se le compara con la 'joya' de una dinastía familiar, bajo el poder de los Botín desde hace cinco generaciones. Es indiscutible que la familia lo ha hecho muy bien para preservar su fortuna, pero a los inversores no les gusta un negocio controlado en un 20% por un apellido".

La historia de fricciones recientes entre la City y las familias en grandes negocios incluye incluso la oposición a que el poderoso clan mediático de Rupert Murdoch consiguiera el poder mayoritario en el consejo del canal de televisión BSkyB, cuyas gestiones se encuentran en suspenso desde junio y han atraído la atención del regulador europeo para la competencia comercial. El problema con los Murdoch y los Botín es similar: el precio por título bursátil en ambos casos tiende a cotizar en franjas inferiores a las posibles en otras circunstancias, "porque refleja el hecho de que un cambio de control es virtualmente imposible", en palabras de nuestro confidente S. E., y la City es codiciosa.

La City critica que el actual nivel de crecimiento de Santander UK se debe a la oferta de ingresar 100 libras esterlinas extra cuando se domicilia la nómina en una de sus oficinas bancarias, y la rebaja de hasta un 0,16% en hipotecas con interés fijo a dos y tres años. ¿Cuánto tiempo se pueden mantener estos tratos de favor para robar consumidores al resto de bancos comerciales? Andrew Lim, analista financiero de la City, añade que "Santander disfruta de acceso a suficiente capital como para no preocuparse de la nuevas regulaciones bancarias, pero es probable que haya de recortar el pago de dividendos si necesitara afrontar los requerimientos adicionales para bancos cuyo riesgo de bancarrota arrastraría al sistema financiero general con ellos; en este sentido, la exposición española del Santander juega en contra suya".

Sin embargo, a pesar de la eficiente maquinaria de rumores y las cartas marcadas de la plaza financiera británica, Londres sabe a quién le echa el pulso. Según Steiner, "en la City se recuerda que Emilio Botín y su equipo superaron la larga recesión española de los años noventa. Los Botín no se sienten intimidados fácilmente y, como las familias reales, se preparan para cumplir con sus deberes como nadie". John Carpenter, analista de riesgo crediticio y cotización, indica que "apenas hay un puñado de bancos en la Unión Europea con la capacidad de trabajar a través de sus fronteras y son todavía menos los que lo hacen en múltiples economías. Grupo Banco Santander es uno de ellos, y cualquiera que lo subestima comete un error".

La City continúa propinando codazos. En su última nota a inversores, por ejemplo, la firma Hargreaves Lansdown afirma que las fugas sufridas en Santader UK "han debilitado seriamente la posición del grupo en el mercado del Reino Unido".

La reacción ha sido fulminante. La nueva directora ejecutiva de Santander UK será la hija de Emilio Botín, Ana Patricia Botín, quien ha prometido relanzar la salida pendiente a bolsa en cuanto se "asiente en su puesto y establezca [sus] credenciales ante la comunidad inversora de Londres". Y en el frente informativo de la capital, ya se han abierto las primeras fisuras. The Independent ha recibido a Ana Patricia Botín con frases de halago: "Ya era hora que una mujer dirigiese uno de nuestros grandes bancos y la señora Botín es extremadamente dura y excepcionalmente competente". Comienza el segundo asalto.