VALENCIA. Él y ella se diferencian probablemente en más cosas de las que se parecen. Pero uno y otro escriben sin querer queriendo de una realidad paralela que está aunque no siempre se le espera. Ferran Torrent, escritor desencadenado con el deseo primario de departir con todo tipo de humanos, con el cual héroes y corruptos acaban queriendo sentarse en la mesa, basa casi toda su existencia literaria en "el segundo sistema", al que más tarde se referirá puntiagudo.
Fani Grande, ayer rostro de la televisión, cambió de pantallas para ser una de las plumas más reconocibles del espacio virtual valenciano; hace poco se estrenó con su primer libro de relatos, ahora afila su próxima novela. Cada texto suyo se parece a un testimonio de los que van perdiendo.
Que empiecen las diferencias. ¿Un escéptico frente a una idealista?
Ferran Torrent: No me he hecho escéptico, ya nací siéndolo, con lo cual no tiene ningún mérito. No creo en la especie humana y todavía no hemos visto de todo lo que es capaz. Rojas Marcos dijo una cosa en la que estoy totalmente de acuerdo: piensa en la mayor atrocidad posible, pues esa la ha hecho el hombre.
Fani Grande: Pero también todas las mayores maravillas, las mayores rebeliones, como la del arqueólogo de Palmira, resistiéndose a desvelar dónde estaban los tesoros arqueológicos para que no los destruyeran.
Torrent, de proverbial carisma, ya hacía novela en Sedaví, su fuerte, cuando siendo teen contaba relatos para edulcorar las arritmias ociosas. "Tenía imaginación, me encantaba contarles historias a mis amigos. La educación de la época primaba la memoria e iba contra la imaginación, por eso a mí me expulsaban de los Jesuitas y tenía malas notas, pero en cambio cuando hacía el test de inteligencia lo sacaba bien. Utilizaba estas historias para entretener a la gente, salíamos a la plaza del pueblo y las contábamos. Quizá ese fue el origen...".
Fani escribía diarios a los doce para contarse el mundo. "Todo en castellano, no me atrevía a escribir en valenciano, aunque yo siempre hablaba en los dos idiomas porque mi madre es andaluza y mi padre de aquí".
Ferran Torrent: Ya hablas más idiomas que Rajoy...
Fani Grande: Hasta que hice un relato en valenciano y le dije a Ferran, ¿tú me lo corregirías?
Ferran Torrent: El castellano es mi lengua de educación, pero me puse a escribir en valenciano por cuestiones políticas. Después se convierte en tu hecho natural porque es tu voz.
Con el incremento de estudiantes en valenciano, ¿crecerán también los usuarios de su literatura?
Fani Grande: Ya se está notando, se lee y se escribe más que nunca.
Ferran Torrent: Hay más gente escribiendo en valenciano, pero creo que no se lograrán conseguir más lectores, ni tampoco en castellano. Se venden la mitad de novelas que hace una década. Decían: es la crisis, es la crisis. Mentira, no es la crisis, es el hábito. Antes entrabas en un vagón del metro y había dos o tres personas con un libro. Ahora ves a todo el mundo en el teléfono con Twitter, Whatsapp... Los hábito están cambiando.
Fani Grande: Un país que no lee es más manipulable
Ferran Torrent: Estoy de acuerdo pero no totalmente, si lees a Vizcaíno Casas no sé qué te puede aportar. La gente siempre ha dicho: que lea cualquier cosa, pero que lea. ¡No!
Fani Grande: Pero hay gente que no ha leído nunca y que una vez ha leído Cincuenta sombras de Grey se introduce en el hábito de la lectura. De alguna manera está saliendo de sus esquemas, aunque lea un libro de Belén Esteban... ¿Se nota que quiero convencerte?
Ferran Torrent: En mi pueblo he observado que mujeres de más de cincuenta años que quizá se sentían solas, han empezado a leer mucho y en la lectura han encontrado compañía, aunque sea leyendo al infame de Antonio Gala, que es un fatuo total.
Mientras el sol cae sobre una piscina al borde de la playa y abrasa a nuestros protagonistas, Ferran Torrent fruncirá el ceño: ¿Pero estamos hablando demasiado de literatura, no?
¿Cómo cambiáis mientras estáis escribiendo?
Ferran Torrent: La sensación es más parecida a la angustia. La felicidad solo la siento a veces cuando acabo un libro. Si tuviera otro modo de vida no escribiría tanto, quizá solo una novela cada cinco o seis años. El próximo año termino contrato con mi editorial y no quiero renovar por eso, por no estar obligado a escribir tanto. El proceso cuando escribo me hace ser muy obsesivo, porque mi problema es que no sé preparar la novela, es una putada. Cuando empiezo sólo tengo la idea, por eso vivo obsesionado.
Fani Grande: Ser buen escritor te obliga primero a ser buen observador, hace que tengas que pasar por un proceso de desafección de la realidad.
Ferran Torrent: Lo que más me obsesiona es la sociedad postcrisis, el segundo sistema, toda una red llena de trabajadores que viven en B. Mientras que el primer sistema es falso y si vas al banco no tienen realmente tus 8000 euros, el segundo sistema es verdadero. Me fascina, es subvertir las cosas. No es algo ideológico, sino una forma de vida que ha producido el primer sistema. Y toda mi obra está formada por personajes que viven allí, que no están a favor de la ley sino del sentido común. Me gusta subvertir la ley desde la literatura.
Fani Grande: Nunca he percibido que denunciaras, sino que narrabas una realidad que no se veía...
Ferran Torrent: Claro. Porque cuando me dicen: ¡el Gürtel tiene una novela! No, nada que ya se haya contado en los periódicos tiene una novela. Tiene una novela aquello que está en la trastienda, aquello que está detrás.
Una de las obsesiones de Grande es abordar lo que se desplaza lateralmente de la actualidad. Antes de los crímenes de alcance televisivo martilleaba incesante sobre una degeneración demasiado dolorosa: "Un crimen de género cada dos días".
Fani Grande: Las mujeres asesinadas constantemente me obligan a tener que escribir sobre ello, es un compromiso. No se le da la relevancia que necesita. Ningún presidente ha parado sus vacaciones para referirse a ello. Las leyes no serán suficientes si en las televisiones continúan saliendo mujeres que son un solomillo. En una gran cadena generalista, hace poco, vi a una mujer dentro de una caja de Barbie, disfrazada de Barbie, a la que un señor escogía. Ese programa cada día es trending topic, cada día da una visión de las mujeres como un trozo al que un hombre ciclado puede seleccionar. Si eso no se soluciona...
Ferran Torrent: Creo más en la educación que en la ideología. España es un país muy maleducado. Me gusta confrontar en mis libros a la educación con la ideología. Porque si tú no tienes una educación desde pequeño respecto a las mujeres, tu entorno luego va ensanchando tu mala educación. Durará muchos años la violencia de género sino hay un pacto educacional.
Fani Grande: No se educa para saber que si una mujer te ha intentado seducir pero finalmente te ha dicho que no, tiene todo el derecho. Nadie le ha enseñado a ese que si no puede conseguir su deseo tiene que digerir su frustración.
Ferran Torrent: La violencia de género está relacionada también con la pérdida de territorio del macho. En mi pueblo todavía veo a hombres de más de 50 años que van caminando por la calle y ellos van por delante y su mujer por detrás...
Fani Grande: ...como Letizia.
Ferran Torrent: He vivido mucho en el territorio del macho por la educación de mi generación y hay muchos hombres que no soportan esa pérdida de territorio.
Fani Grande: Pero no es un asunto de que haya que tolerar o aceptar esa pérdida de territorio, es tan solo igualdad. El poder es machista todavía. Merkel, por ejemplo, tiene mucho poder pero con una manera muy masculina de hacer política...
Ferran Torrent: ¿Por qué? Si es dura es dura, no tiene que ser un valor masculino. Cuando me hablan de la sensibilidad femenina me entra una risa que me descojono. Yo he visto a mi madre cortarle el cuello al pollo y al conejo, y mi padre y yo no nos atrevíamos. No sé por qué se le tiene que decir que tiene un rol masculino cuando es una mujer dura. En general nos gustan los políticos y políticas que sean muy seguros de sí mismos, porque hay tanto borreguismo que necesitan un padre o una madre que les guía. Me fastidia mucho que la gente todavía necesite ídolos. En la izquierda hay un maldito seguidismo... Hace 30 años éramos tan idiotas que pensábamos que el gregarismo estaba en la derecha, ahora gracias a Twitter te das cuenta el seguidismo que hay en la izquierda, tienen un manual y no hay forma de cambiarlo. Se supone que una persona que quiere ser de izquierdas tiene que ser más crítica, cuestionar más las cosas. Al final te das cuenta de que los líderes buscan el borreguismo porque así lo tienen más fácil para manipular.
¿Algún día uno de los personajes principales de Torrent será femenino?, consulta Fani Grande.
Ferran Torrent: A una política que no te diré quién es porque se avergonzaría mucho le pregunté: ¿tú cómo has entrado en las listas. Y me contestó: Pues mira, pasaba por ahí y un dirigente de Madrid pidió que se metiera a mujeres y yo estaba allí en ese momento. No fuerzo nada. Vengo de un mundo de hombres y resulta que los hombres también tenemos historias que contar. Cuando he sacado mujeres me han dicho: parecen hombres.
Fani Grande: ¿Pero no pensarás que hay literatura femenina y literatura masculina, verdad?
Ferran Torrent: No, eso es horroroso. El consejo que yo daría es: no hagas nunca literatura ideológica, porque te pones un corsé y ya nunca puedes quitártelo. Bueno, que cada uno haga la quiera. ¿Pero yo escritor de izquierdas? Para nada.
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6. Ferran Torrent y Fani Grande, poniendo letra a la otra realidad valencian
Vaya, MARIA, me has quitado las palabras de la boca... Estos dos, excepto su idealismo vs su realismo son tal para cual. Y toda la serie veraniega con personajillos de la izquierda. Un poco de variedad no estaría de más.
Mi pregunta es: no hay nadie que no sea de izquierdas en Valencia para Valenci Plaza? al final esto ya cansa
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