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VALENCIA. El PSPV está a tres meses de enfrentarse a una cita que puede tener consecuencias delicadas para su control del Gobierno valenciano. Las elecciones generales, que apuntan a celebrarse a finales de noviembre o principios de diciembre, son un examen que pueden reabrir el debate sobre el Ejecutivo que tanto costó conformar e incluso puede introducir nuevas reglas del juego que en su día acordaron los socialistas con Compromís y Podemos en el llamado 'Pacto del Botánico'.

Uno de los retos a los que se enfrenta el PSPV -y que causa mayor preocupación a los veteranos del partido- es el de tratar de evitar que se repita el 'sorpasso' en la provincia de Valencia que aconteció en los comicios autonómicos, donde Compromís logró 313.745 votos frente a los 255.239 conseguidos por los socialistas valencianos. El PSPV, pese a este resultado, salvó los muebles -y la Diputación de Valencia- por sus buenas prestaciones en las elecciones locales: es decir, los alcaldables socialistas consiguieron un número de votos muy superior al cosechado por el candidato a la Generalitat, Ximo Puig, concretamente 110.000 más. No obstante, el PSPV se mantuvo como segunda fuerza política en la Comunitat Valenciana tras el PPCV debido a las mejores prestaciones que Compromís en Alicante y Castellón.

ELECCIONES GENERALES: VARIOS FACTORES EN LIZA 

Las elecciones generales son complejas y entran en liza diversos factores, si bien algunos dirigentes socialistas consultados por este diario consideran que uno de los objetivos del partido debe centrarse en encontrar la fórmula para redirigir ese voto local a las arcas del líder del PSOE, Pedro Sánchez. Este objetivo, a juicio de fuentes de esta formación, debe acometerse con una acción de partido basado en el poder municipal: aprovechar las alcaldías para, en estos meses, poner los pilares para solucionar problemas endémicos locales heredados del PP. Aunque como matiza un alto cargo socialista: "Gestionar no significa dejar de hacer política".

En este sentido, y desde las pasadas elecciones del mes de mayo, los socialistas valencianos han sufrido un 'vaciado' notable de la cuarta planta de Blanquerías: buena parte del equipo responsable de la campaña de Ximo Puig ha emigrado a Presidencia de la Generalitat. Un paso en cierta medida lógico pero que ha dejado al partido en una fase de letargo, algo que también ha ocurrido en municipios donde el PSPV ha pasado a gobernar, y que debe cambiar a partir de septiembre. Concretamente, según indican fuentes socialistas, el pistoletazo de salida para la reactivación del partido tendrá lugar el próximo 12 de septiembre con la tradicional cena de inicio de curso que se celebrará en Alicante.

Ahora bien, la tarea no será sencilla. Como admiten altos cargos del PSPV, la "tropa" socialista "está cansada" por la acumulación de procesos electorales e internos. De hecho, no son pocos que los recalcan que la motivación no está "tan alta como debería" pese haber alcanzado el Consell y la Diputación de Valencia. En esta línea, los comicios han dejado algunas secuelas en localizaciones importances como Valencia ciudad, donde se esperan dificultades de movilización tras el mal resultado en la pelea por la alcaldía.

OPINIONES DIVIDIDAS RESPECTO A LA INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES CATALANAS

También preocupa en el PSPV la proximidad de las elecciones catalanas, una cita en la que la rama socialista del PSOE -el PSC- apunta a obtener unos pobres resultados, una circunstancia que varios altos cargos del partido consideran que puede debilitar la imagen de marca de la formación de cara al siguiente compromiso con las urnas.

No obstante, otros dirigentes del PSPV más optimistas consideran que determinados exvotantes que confiaron en Compromís en las autonómicas podrían regresar al redil socialista por tener un discurso más marcado respecto a la unidad de España que sus actuales socios del Consell. Sobre esto, fuentes socialistas recalcan que la intención del PPCV en las últimas -y próximas- semanas va a ir dirigido a relacionar cuanto puedan a socialistas y Compromís con el proceso catalán. "Una manera de intentar evitar que el PSPV pueda recuperar votos tanto de la izquierda como del centro", explica un alto cargo del partido.

Así, y de producirse como se espera una candidatura conjunta Compromís-Podemos o viceversa, los socialistas valencianos tendrán por delante un examen muy duro. Pese a que el 'sorpasso' general -que el citado tándem supere en el total autonómico de escaños al PSPV- parece complicado debido a que la votación en sí es en clave nacional y que Podemos parece desinflarse, quedar por debajo en Valencia o situarse en un empate técnico podría complicar la frágil hegemonía de los socialistas en el Consell e incluso conducir a un debate para replantear la composición actual del Ejecutivo.