DUBLIN (EFECOM). En declaraciones a la Radiotelevisión irlandesa (RTE), el ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, confirmó que las conversaciones con la misión técnica de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI, que comenzaron el pasado jueves en Dublín, concluyeron este sábado.
Así, dijo, se abre ahora otra ronda de negociaciones con las autoridades competentes para determinar los detalles y condiciones del rescate, cuyos fondos irán destinados, por un lado, a corregir la política presupuestaria del Estado irlandés y, por otro, a sanear su sistema bancario.
Según indican los medios de comunicación irlandeses, la petición se hará a través de una videoconferencia entre los ministros europeos de economía de la zona euro y el consejo de ministros del Gobierno irlandés, reunido hoy en Dublín para finalizar el plan de austeridad cuatrienal, un texto clave para determinar el montante final del rescate económico de Irlanda.
Para el principal partido de la oposición, el conservador Fine Gael, el énfasis del plan de rescate recaerá sobre el sector bancario irlandés, necesitado de una profunda reestructuración después de los desmanes cometidos en los últimos años, sobre todo en el sector de la construcción.
Respecto a la cantidad que necesita Irlanda para enderezar el rumbo, Lenihan se limitó a fijarla en "decenas de miles de millones de euros", pero rechazó que ésta llegue a los "70.000 u 80.000" millones.
El ministro explicó que la mayoría del dinero se usará para corregir el déficit público irlandés "durante los próximos años", mientras que para la banca nacional se podría crear un "fondo en espera" o de "contingencia" para demostrar a los mercados internacionales la existencia de liquidez, lo que no significa, precisó, que se vaya a utilizar.
Lenihan recordó, además, que el sistema bancario irlandés cuenta con el respaldo del BCE, aunque advirtió de que los bancos nacionales deben romper progresivamente con esta dependencia.
El ministro tampoco avanzó el tipo de interés que pagará el Estado para devolver el préstamo de la UE y del FMI, pero aseguró que será "mucho menor" que el exigido por los mercados internacionales.
Lo que sí anticipó fue la introducción de un nuevo régimen fiscal en los próximos presupuestos generales del Estado para 2011 -que se presentarán el 7 de diciembre-, que podría traducirse en impuestos adicionales sobre las propiedades y sobre esa clase social que aquí llaman "super-ricos".
Con estas y otra medidas, el Gobierno confía en ahorrar durante 2001 unos 6.000 millones de euros, aunque esta es sólo la primera fase de una hoja de ruta más amplia diseñada para guiar la economía nacional durante los próximos cuatro años.
Según Lenihan, el plan de austeridad cuatrienal, que será presentado este martes y cuyo objetivo es reducir el déficit hasta el 3% del PIB en 2014 a través de recortes valorados en 15.000 millones de euros, cuenta ya con la aprobación de la UE y el FMI
En los nuevos presupuestos también se contemplan drásticas reducciones de las prestaciones sociales y, quizá, del salario mínimo interprofesional, que con casi 10 euros a la hora, es el segundo más alto de la UE.
"Creo que es importante que este Estado continúe financiándose de una manera estable, que se mantenga la continuidad económica, que no haya peligro cuando el Estado tenga que acceder a préstamos", señaló Lenihan.
"Y sobre todo -agregó-, la cuestión que se ha destacado esta semana, que nuestro sector bancario necesita estabilizarse".
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