VALENCIA. Elche celebra esta semana uno de los acontecimientos culturales más impresionantes estética y patrimonialmente de los que puede presumir el país: el Misteri d'Elx. Declarado por el primer gobierno de la II República como "Monumento nacional" en 1931, y por la UNESCO como "Obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad" en 2001 y como "Patrimonio cultural inmaterial" en 2008, junto al Tribunal de las Aguas (2009) o las fiestas de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí (2011), esta representación medieval celebrada en honor de la Coronación y Asunción de la Virgen tiene una vida de más de quinientos años y una vigencia cultural de primer orden.
Acechado por numerosos (y dispares) peligros, el Misteri sobrevivió por la redacción de su texto y de su música (Consueta de 1709 y anteriores) y por la bula papal de Urbano VIII (1632) que autorizaba su representación expresa en tiempos del Concilio de Trento, cuando toda representación quedaba automáticamente prohibida dentro de las iglesias. Pero sobre todo sobrevivió porque cada época supo actualizar y resignificar el Misteri, revalorizando su legado cultural e incorporándolo a la vida social del pueblo. No se entiende de otra manera que la llegada de la Virgen y de los ángeles a la puerta de la basílica de Santa María cada 14 de agosto se realice a ritmo del pasodoble El abanico, obra cumbre del Maestro Javaloyes. No se entiende de otra manera tampoco que haya despertado admiración y respeto en épocas tan distintas, más allá de lo meramente religioso y más allá de lo meramente espectacular.
El Misteri vio en el respaldo institucional del Estado y de instancias internacionales como la UNESCO una ocasión privilegiada para consolidar y expandir la Festa. Este año 2015, de hecho, debería celebrarse la 20ª edición del Festival Medieval que tiene lugar entre octubre y noviembre a raíz de la representación del Misteri el día de Todos los Santos los años pares. Todo ello convierte al Misteri d'Elx en un ejemplo excepcional del aprovechamiento del patrimonio a nivel cultural, social y económico.
¿De qué hablamos cuando hablamos de patrimonio? No de partidas a fondo perdido en los Presupuestos Generales del Estado, de la Comunitat o del Municipio en particular, sino de la ocasión excepcional de invertir en comunidades con un alto valor patrimonial que dinamicen el cuerpo y el tejido social a través de la cultura.
No obstante, la potencialidad del Misteri no se ha visto acompañada de otros dos elementos patrimoniales que podrían haber consolidado Elche como ciudad cultural de referencia.
LA DAMA DE ELCHE NO ES DE MADRID
La Dama de Elche regresó de Francia a España en 1940 gracias a un acuerdo entre el Gobierno de Vichy y el de Franco. El Museo del Louvre la había comprado por 4.000 francos nada más conocer su descubrimiento a través del hispanista Pierre Paris a finales del siglo XIX. En el Louvre estuvo expuesta más de cuatro décadas, pero debido al estallido de la II Guerra Mundial en 1939, buena parte de los fondos del museo fueron embalados y transportados al castillo de Montauban mientras durara la contienda, al igual que hiciera el Prado con sus obras, trasladadas a las Torres de Serrano o el Colegio del Patriarca en Valencia.
Allí en Montauban iría a morir un año después el Presidente de la República Manuel Azaña, en una suerte de destinos cruzados. En su entierro no cubrió el féretro ninguna bandera española, puesto que el Mariscal Pétain se había negado a que fuera la tricolor republicana, y exigió que se le diera sepultura bajo la bandera bicolor de Franco; ante tal afrenta, el embajador mexicano Luis Ignacio Rodríguez prestó para la ocasión la bandera mexicana.
Lo que sí autorizó Pétain en Montauban fue la firma del acuerdo de intercambio de obras de arte con España, entre ellas la Dama de Elche, que volvería a España ese mismo año. Por su parte, la localidad francesa celebró un año después, en 1942, una exposición con las Chefs d'Oeuvre españolas que habían sido canjeadas por la Dama, un Murillo y "seis de las nueve coronas votivas visigóticas pertenecientes al tesoro de Guarrazar", entre otras obras.
El regreso se vendió como un hito por parte de las autoridades franquistas. La mayor muestra de arte íbero, depositaria quizás de esa mitología de la España eterna en la cosmogonía franquista, cruzaba la frontera hasta Irún el 8 de febrero de 1941 y dos días después llegaba al Prado, y de allí al Museo Arqueológico Nacional en 1971.
Desde entonces solo ha vuelto a su ciudad de origen en dos ocasiones. La primera: durante catorce días en 1965 La segunda: en 2006, cuando el Ministerio de Cultura firmó la cesión de la escultura por seis meses para presidir la inauguración del Museo Arqueológico y de Historia de Elche en el Palacio de Altamira. El gabinete de José María Aznar se había negado a ello aduciendo cuestiones de seguridad y de mantenimiento, pero fue la Ministra socialista Carmen Calvo la que dio la autorización para el regreso de la Dama a Elche. No en vano, Calvo se había caracterizado por "descentralizar" los depósitos patrimoniales del Estado, permitiendo por ejemplo la devolución de los documentos incautados durante la Guerra Civil a la Generalitat Catalana y que se mantenían archivados en el Archivo General de la Guerra Civil Española en Salamanca, al ser considerados como botín de guerra del bando ganador.
El alcalde de Elche, Carlos González, ha reiterado su interés en que la Dama vuelva a su lugar de origen. También el Conseller d'Educació, Vicent Marzà, lo reclamó en la primera reunión que mantuvo con el nuevo Ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, quien no pareció dispuesto a ello. Tras la decisión de qué hacer con el patrimonio subyace la decisión de qué hacer con el país. O de otro modo: todo patrimonio es a la vez excusa, evidencia y relato de la existencia de un país.
Cesión o conservación, concentración del patrimonio para su mejor preservación y exposición o dispersión para revitalizar a nivel cultural y económico los lugares de donde proceden: este es el gran debate que ha caracterizado la instauración de complejos museísticos desde el siglo XIX y que lógicamente ha cobrado mucha más fuerza en el siglo XXI en países como Grecia o como Egipto, expoliados por la política imperialista y colonial de Francia e Inglaterra. Grecia o Egipto continúan reclamando hoy en día la restitución del patrimonio saqueado en nombre de la civilización.
En la polémica se barajan criterios técnicos, económicos e identitarios. Sin embargo, a estas alturas de siglo los impedimentos técnicos o las trabas económicas no deberían ser un problema para el regreso, al menos, de la Dama a Elche. Los criterios identitarios, en cambio, centralistas o descentralizadores, serán los que marquen las políticas en torno al patrimonio, y que podrían servir de faro o de dique de contención para casos similares. En cualquier caso, el país debería entender que esto ya no es una metrópolis con colonias.
TRES MILLONES DE EUROS POR MIGUEL HERNÁNDEZ
Lamentablemente, en el caso ilicitano no siempre se ha actuado con la misma altura de miras. Tres millones de euros fue la cantidad que pagó la Diputación de Jaén en 2013 por el legado del poeta de Orihuela Miguel Hernández que gestionaban sus herederos. Los 5600 documentos, entre los que se hallaban cartas personales del escritor y de su mujer Josefina Manresa de carácter privado o con escritores y artistas de la talla de Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez o los Premios Nobel Vicente Aleixandre y Pablo Neruda, salieron de Elche en 2011 al rescindir el convenio con la familia la entonces recién elegida alcaldesa de la localidad Mercedes Alonso García, del PP.
Los documentos habían estado almacenados en la Biblioteca Municipal de Elche, pero sus fondos solo eran consultables para especialistas. La ausencia de un proyecto de puesta en valor junto con la ruptura del convenio firmado con el Ayuntamiento en 2010 hizo que la familia decidiese finalmente vender el legado. Con una inversión de 600.000 euros por parte de la Diputación de Jaén, el pasado 28 de marzo de 2015, coincidiendo con el día de la muerte del poeta, abrió sus puertas en Quesada, localidad natal de Josefina, el museo dedicado a la obra y a la memoria del genial Miguel Hernández.
Espacio cultural, espacio de memoria y centro de investigación, el Museo Hernández ha sabido conectarse con su entorno y con el imaginario cantado por el poeta. Estas apuestas por el turismo cultural y por la investigación pueden dar buenos resultados frente a otros modelos de sobra conocidos. Trabajar el patrimonio de otra manera significa rentabilizar lo que la historia nos ha dejado entre las manos. Esta apuesta, sin embargo, la harán otros.
El pié de foto: "Traslado al Prado (1941)" es de 1965, traslado al Prado desde Elche, entre los personajes se distinguen, el arqueólogo Alejandro Ramos Fplqués (al fondo) y el alcalde de Elche Luis Chorro. En la siguiente foto, Himmler contempla una reproducción de 1908 de José Pinazo Martínez, la Dama original todavía estaba en Francia.
Las coronas del tesoro de Guarrazar jamás sirvieron como canje con el gobierno francés para la recuperación de la Dama de Elche, al contrario, fueron parte de las obras de arte recuperadas para España al igual que la Dama.
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