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VALENCIA. ¿Ha servido la liberalización horaria para crear empleo en el comercio? Ésta es la pregunta clave que defensores y detractores de la eliminación de las barreras a las aperturas en domingos y festivos se hacen para apoyar o censurar este modelo. Lo llamativo es que, en ambos casos, se recurra al impacto de esta medida sobre el empleo como argumento básico para defender una postura y la contraria. Así, mientras sindicatos y organizaciones del pequeño comercio sostienen que la liberalización va a aparejada a la precarización de las condiciones laborales, las grandes superficies subrayan su potencial para aumentar el empleo y generar riqueza.
En pleno debate sobre la conveniencia de apostar por este modelo o limitar su alcance, cabe preguntarse cuál ha sido el impacto real que la liberalización de la actividad comercial ha tenido sobre la creación de empleo del sector en Valencia, una de las ciudades que más lejos ha llevado este impulso liberalizador. Para comprobarlo, ValenciaPlaza.com ha recurrido a los datos sobre afiliación a la Seguridad Social en el comercio al por menor en la capital valenciana publicados por el Ministerio de Empleo. Las cifras, extraídas del anuario de la Oficina Estadística de Valencia, permiten lanzar una primera conclusión: tras dos años de liberalización de los horarios comerciales en Valencia, el empleo apenas ha crecido en 431 personas o, lo que es lo mismo, un 1,38%.
La autorización para ejercer la actividad comercial sin límites horarios en la capital lleva en vigor desde diciembre de 2012 en cuatro grandes áreas, aquellas que el gobierno municipal liderado entonces por Rita Barberá entendió que reunían las condiciones para ser declaradas Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT). El Ayuntamiento se apoyó en una ley nacional que le obligaba a declarar al menos una de estas zonas para solicitar esta declaración en cuatro áreas: el Jardín del Turia; la Marina Real y alrededores; Ciutat Vella y l'Eixample; y los alrededores del estadio Ciutat de València. En la práctica, las cuatro zonas coincidían con la ubicación de todas las grandes superficies, con la única excepción del Centro Comercial Ademuz y la tienda de MediaMarkt en la avenida Cortes Valencianas, que recientemente ha conseguido por vía judicial equipararse al resto en la posibilidad de abrir todos los días del año.
El punto de partida para observar cómo ha evolucionado el empleo desde entonces son los 31.110 trabajadores afiliados en el sector de comercio al por menor en la capital a 31 de diciembre de 2012 (22.478 asalariados y 8.632 autónomos). Justo dos años después, la cifra de empleados dados de alta en Valencia se situó en 31.541 personas (22.563 empleados por cuenta ajena más 8.978 autónomos). La diferencia son 431 personas más empleadas tras veinticuatro meses de comercio liberalizado.
Para concluir si ese incremento está en la línea de las expectativas de las administraciones, que justificaron el impulso liberalizador por los "efectos positivos" sobre la productividad y la eficiencia en la distribución comercial minorista, conviene situarlo en el contexto de la evolución del empleo total en la ciudad de Valencia en el mismo periodo.
Así a 31 de diciembre de 2012, había en la capital 328.841 trabajadores afiliados a la Seguridad Social, tanto en el régimen general como en el especial de autónomos y en todos los sectores económicos. Dos años después, la cifra había avanzado hasta las 331.922 personas. La diferencia es de 3.081 empleados más, lo que equivale a un aumento del 0,93%. Por lo tanto, a pesar de las previsioines de gran crecimiento generadas por el impulso liberalizador, la realidad de las cifras evidencia que el crecimiento de la afiliación de empleados del comercio en la ciudad de Valencia apenas ha estado unas décimas por encima del incremento medio en el conjunto de los sectores económicos.
La evolución del empleo, no obstante, ha sido radicalmente opuesta en los primeros dos años de vigencia de la libertad de horarios en Valencia, tanto en el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en el comercio como en el conjunto de sectores. No hay que olvidar que, mientras la Comunitat cerró el año 2013 con una caída del PIB del 0,8%, el año pasado la economía valenciana experimentó un notable avance del 2,1% que tuvo su impacto positivo en el empleo.
Así las cosas, si se analizan por se parado esos dos años se observa que el empleo en el comercio se redujo en 297 personas en la capital durante el primer año con las cuatro nuevas ZGAT. En porcentaje representó un retroceso del 0,91%.
El cambio de coyuntura al año siguiente permitió cerrar 2014 con 728 empleados más en el comercio en la capital valenciana respecto a los que había justo un año antes. En términos relativos supuso un incremento del 2,36%, por debajo del 3% que avanzaron las nuevas afiliaciones a la Seguridad Social en la ciudad de Valencia en el conjunto de sectores económicos.
MENOS EMPLEO EN GRANDES SUPERFICIES
A diferencia de la Comunidad de Madrid, que ha realizado un balance propio que arroja un resultado de 12.967 nuevos empleos creados tras por la liberalización total de los horarios, en el caso de la ciudad de Valencia apenas existen estudios para evaluar el impacto sobre el empleo tras dos años desde la declaración de las cuatro ZGAT.
Uno de esos escasos estudios es el que recientemente publicó CC OO, si bien está limitado a las grandes superficies. Según el sindicato, los datos extraídos de las actas electorales demuestran que las plantillas de las grandes empresas de distribución de la ciudad de Valencia se han reducido desde 2011 en 578 trabajadores hasta un total de 4.470.
La organización autonómica de pequeño comercio Cecoval también lanzó su propio balance transcurrido un año con la nueva ordenación comercial. Según los datos que su presidenta, Isabel Cosme, llevó al observatorio del comercio a finales de 2013, en el primer año de aplicación de la libertado horaria el comercio minorista perdió 21.000 empleos en la Comunitat, de los cuales 14.000 se concentraban en la ciudad de Valencia.
La Confederación Española de Comercio también ha publicado un estudio sobre el impacto de la liberalización en las ventas y el empleo centrado en el bienio 2012-13. En él, concluye que la liberalización de los horarios no supuso en ese periodo un aumento del empleo ni en las grandes superficies ni en las grandes cadenas, mientras que en el pequeño comercio sí se destruyó empleo. En cuanto a la actividad, la catedrática de la UAM María Jesús Yagüe, autora del estudio, sostiene que las cifras "no ofrecen evidencia alguna de que la liberalización de los horarios comerciales haya generado un aumento significativo de las ventas de los comercios españoles".
El impacto de la liberalización sobre el empleo es el argumento central al que recurren las administraciones tanto a la hora de defenderla como de censurarla. El expresidente de la Generalitat, Alberto Fabra, justificó en la creación de empleo, entre otros argumentos, la decisión de considerar a toda la Comunitat zona de gran afluencia turística para dejar en manos de los ayuntamientos la potestad de decirdir sobre las aperturas, una apuesta que salió mal y obligó a regular la situación con un decreto ley autonómico.
También el nuevo Consell de PSPV y Compromís alude al empleo para justificar su decisión de condicionar la tramitación de los nuevos expedientes de apertura a su capacidad de generar empleo. En la misma línea limitadora de la liberalización comercial se muestra en Ayuntamiento de Valencia, cuyos nuevos gestores ya han manifestado que pondrán en marcha el proceso para reducir las actuales zonas liberalizadas y permitir las aperturas todo en año únicamente en el entorno de la Lonja de Valencia.
Modestamente, el artículo me parece que expone de una manera veraz y contundente la falacia de la "apertura comercial sin descanso": Creación de empleo nula o muy muy baja. Como bien dice un post, miremos la otra parte, los trabajadores. Sometidos a un proceso de ERE soterrado desde hace unos años. Prácticamente les han desaparecido toooodooos los derechos consolidados, bien por causa de la "desregulación" del mercado laboral, bien por causa del gobierno local y autonómico, empeñados en hacer de Valencia y alrededores una Andorra La Vella, pero sin obispo al mando(o casi). ¿De verdad queremos una "andorrización"?, ¿cómo es compatible eso con la vida mediterranea?..¿de verdad es necesario comprar un domingo?..porque según como respondamos, podríamos exigir la apertura en festivos de ventanillas de funcionarios...bancos...etcétera etcétera. Me da la risa cuando oigo lo del "turismo"...en realidad quien pulula masivamente los festivos son los residentes de "toda la vida". Ah..por cierto...me parece correcto que no se les consulte a los consumidores...ni han pintado nada ni pintan nada ahora, evidentemente sería un contrasentido preguntar a "los consumidores" y no hacerlo a "los trabajadores"...no?. Un saludo.
Debo expresar que no estoy de acuerdo con los datos publicados, me parecen mal analizados y enfocados. A caso nadie se pregunta: ¿Los pequeños comerciantes de la zona de la Lonja tienen menos derecho que el resto de los ciudadanos para conciliar su vida familiar? ¿Acaso los turistas tienen más derechos que los ciudadanos Valencianos y estos por encima de aquellos que viven en poblaciones de nuestra comunidad para poder hacer compras los domingos? ¿La única zona turística de Valencia es la zona de La Lonja? Esto es un gran concierto de panderetas, mucho ruido pero nadie plantea las preguntas correctas porque supone atender asuntos más incómodos, como analizar la reducción tributaria de los pequeños comercios y autónomos para que puedan ser más competitivos y puedan contratar personal para atender sus tiendas todos los días de la semana (si lo desearán). En cuanto al enfoque de la nota atendiendo a que solo se perderían 400 puestos de trabajo me parece lamentable e inconsciente cuando deberíamos defender hasta el trabajo de uno solo si fuese preciso. He aquí el segundo actor de esta historia que solo se ha rascado sus partes (los sindicatos) que han trabajado muy poco por sus representados por no decir nada. A ellos les corresponde defender los derechos y trabajar en propuestas y condiciones laborales dignas para todos. Pero me temo que la bonanza de nuestra reciente historia nos ha dejado profesionales poco aptos para estas tareas. Insisto, debemos hacemos más preguntas; preguntar a los afectados en ambas partes y adoptar una actitud más critica y menos romántica porque estamos hablando de asuntos importantes para todos. Al menos eso opino yo.
Eso no se lo cree nadie, trabaja la misma gente que entre semana y con peores horarios.
Evidentemente, si noles dejan abrir, menos aún subirán las altas a la Seguridad Social, tal vez bajen incluso. El caso es que, como consumidor, sí veo conveniente abran ciertos C. comerciales con turismo cerca de ellos (el entorno de la C. de las Ciencias es uno de los principales. Y que no se cuente con la opinión de los Consumidores me parece malo, malo...
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