VALENCIA. La empresa Aras Rural ha hecho una ampliación de capital de 400.000 euros a principios de julio y lleva ya suscrito más de un millón (1.077.000 euros) desde que creara la sociedad en 2001. Ambas cifras suponen la confirmación de la fuerte inversión económica por el turismo de interior en la comarca de los Serranos que está llevando a cabo esta compañía.
El complejo es centro especialista en BBT (espacio libre preparado para los practicantes de las bicicletas de montaña) por la Agencia Valenciana de Turismo. Está formado por un hotel de dos estrellas, cabañas de madera y un restaurante y ocupa una parcela de 80.000 metros cuadrados en el término municipal de Aras de los Olmos, a orillas del río Turia (a 95 kilómetros de Valencia y con acceso desde la CV-35).
Los actuales gestores desde 2012, Aras Turismo, los empresarios de Valencia José Antonio del Río y Tamara de la Encarnación,son los responsables de las instalaciones en régimen de alquiler.
El hotel se inauguró en verano de 2001 y fue fruto de una visión de negocio de un grupo de empresarios valencianos que anunciaron que invertirían 1,8 millones en el complejo turístico.
Del Río explica que desde entonces el complejo había tenido varios responsables, y que tras los años difíciles como consecuencia de la crisis ellos presentaron una propuesta a los dueños con el reto de remontar el negocio y ahí siguen, al frente de las instalaciones.
Y se muestra plenamente convencido de que sacarán el proyecto adelante, porque asegura que es viable. Calcula que personalmente habrán invertido unos 100.000 euros desde que accedieron a dirigir el complejo.
EL INTERIOR: "UNA PASIÓN Y UNA FORMA DE VIDA"
José Antonio del Río habla con pasión del enclave y de las perspectivas de presente y futuro que tienen: "Nuestro proyecto surge de una pasión y una forma de vida. Lo que a uno le apasiona puede acabar siendo una forma de vivir. Nuestro planteamiento es sencillo. Nuestro objetivo no es el dinero. Somos anfitriones, más que empresarios y las cosas se sacan adelante a base de mucho esfuerzo y trabajo. Vivir aquí es como volver al origen y es una lástima que estos parajes del interior sean tan desconocidos. Creemos que el turismo de interior está por descubrir y esperamos llegar a la gente de la ciudad, que nos conozcan y repitan".
El complejo está dirigido a un perfil de turista sobre todo valenciano, aunque ya están comenzando a ampliar miras centrando su objetivo en el resto de la península. Los meses de verano se presentan con excelentes perspectivas, aunque del Río prefiere no adelantar cifras. "El turismo además está cambiando mucho; todo se deja para el último momento y nos hace vivir muy al día", afirma.
Entre los puntos fuertes de su oferta destaca el hecho de ser un centro reconocido de BBT, "con acceso directo a 16 rutas y más de 470 kilómetros balizados". Tienen bicicletas de alquiler y toda la ayuda técnica que precisen los usuarios, "aunque normalmente el practicante de BBT se trae su material desde casa y viene preparado para llevar a cabo las rutas que se pueden realizar por la zona". La comarca de los Serranos es un paraje de interior de montaña, con grandes desniveles y profundos cañones, vertebrado por el cauce alto del río Turia que acaba en el cercano embalse de Benagéber. 10 de las rutas comienzan desde el mismo centro y hay itinerarios para todos los niveles.
El complejo también dispone del restaurante Las Sabinas, donde el cliente puede disfrutar de la cocina típica de la comarca. Y al mismo tiempo Aras Turismo también es responsable (desde mayo de 2013) de la gestión del restaurante El Azud de Tuéjar, como adjudicatario de la concesión de la Agencia Valenciana de Turismo en el enclave donde nace el río Tuéjar (afluente del Turia).
Además, el complejo de Aras de los Olmos tiene otro atractivo especial, como es el hecho de ser área privilegiada para el creciente turismo astronómico. "Una actividad complementaria que se puede disfrutar en familia, desde los más mayores a los más pequeños", subraya José Antonio del Río. Y explica su importancia con el ejemplo de que la misma Universitat de Valencia y la Asociación Valenciana de Astronomía "desde hace 20 años tienen sendos observatorios aquí, porque los cielos de esta zona son especialmente limpios", concluye el empresario.
Está genial. Yo he ido muchos años. Lo único que le hace falta es una piscina. Sería ya extraordinario
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.