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VALENCIA. La aplicación de la sentencia europea que declara ilegal el sistema de estiba español no será fácil. Esta semana se ha dado el primer paso a una reivindicación histórica desde la parte empresarial, como es el hecho de poder liberalizar la carga y descarga portuaria. Y por vez primera se han reunido empresas de la estiba y estibadores para acercar posturas.

Tras el encuentro, ambas partes a nivel oficial emitieron un comunicado de buenas intenciones. Sin embargo, fuera del foco mediático, Valenciaplaza.com ha hablado con destacados dirigentes tanto de Anesco (la patronal de las empresas de la estiba) como del principal sindicato, Coordinadora Estatal del Mar, y las diferencias son abismales.

"LA MAYOR DIFICULTAD, ACABAR CON EL MONOPOLIO DE LA ESTIBA"

"En la primera reunión se han puesto los papeles sobre la mesa y se han marcado las líneas rojas que cada uno tiene en el proceso", explican fuentes de Anesco. "La mayor dificultad todos sabemos donde va a estar: ellos (los sindicatos) quieren seguir conservando el registro, el monopolio de la estiba. Y se constata cuando ves como entre las plantillas de estibadores hay hijos, sobrinos, primos y hermanos. Esa va a ser la gran dificultad", apuntan.

Aunque también ven con una dosis de optimismo las conversaciones, ya que "lo plasmen como lo plasmen el mantenimiento del actual sistema no va a ser aceptado por Bruselas. Veremos cómo lo plantean". Y la segunda duda desde la parte empresarial se dirige al Ministerio de Fomento: si será capaz de asumir el coste social del cambio que exige la sentencia del tribunal europeo.

Y pese a las buenas palabras a la conclusión del primer encuentro esta fuente empresarial no tiene "percepción de cambio significativo". A su entender, "de momento no ha habido reacción (por parte sindical)".   

Los puntos fundamentales en los que ambas partes coincidieron según Coordinadora tras la primera reunión son, por una parte, garantizar la continuidad de la profesión de estibador. En segundo lugar, instaurar un registro donde estén inscritos los estibadores. En tercer lugar, marcar la igualdad de condiciones para las empresas que operan en la actualidad frente a las que lo hagan en el futuro. Y por último, la búsqueda de fórmulas que mejoren los niveles de productividad, profesionalidad y competitividad de los puertos españoles.

Estas fuentes empresariales señalan estar de acuerdo en mantener la profesión de la estiba, pero respecto al registro acotan que "depende cómo se plantee, ya que debe dejar abierta la puerta a nuevos trabajadores. No puede significar números clausus y condicionar ellos quién trabaja".

Respecto a la igualdad de condiciones, desde Anesco apuntan un ejemplo tomando por caso al Puerto de Valencia: "Ellos quieren que se trabaje solo desde Sagep (la sociedad que rige la estiba), pero nosotros pensamos que si llega una empresa y la APV le da autorización para montar su terminal, con la nueva regulación laboral esta empresa debería poder contratar a su gente y operar de forma distinta, e incluso negociar su propio convenio de empresa".

En conclusión, "cada parte quiere proteger sus intereses, pero la reforma legislativa deberá permitir el libre acceso a la profesión portuaria y no obligar a pertenecer a la Sagep".

COORDINADORA: "QUEREMOS SALVAGUARDAR LA ESTIBA"

La visión desde el otro lado de la mesa es diametralmente opuesta. Las fuentes consultadas por este periódico del sindicato mayoritario, Coordinadora Estatal del Mar, comienzan sus explicaciones con un tono conciliador. Pero cuando se habla de la posición de la parte empresarial y de sus críticas a los sindicatos el discurso se endurece y aparecen las diferencias irreconciliables... en apariencia.

"La sentencia no tiene una única manera de cumplirse. Las exigencias principales las cumpliremos, pero el sistema tiene que ser el mismo para el que está ya trabajando que para el que venga. Y sobre todo, queremos salvaguardar la profesión de la estiba. Dentro de ahí cabe todo y ahora debemos esperar a la próxima reunión y presentar papeles."

Según este dirigente sindicalista, "la sentencia no dice que Sagep está prohibida. Es la primera vez que nos hemos reunido y aunque las posiciones son muy dispares y chocamos, las diferencias no son insalvables", manifiesta. 

Y cuando este periódico pregunta por las críticas empresariales al modelo cerrado actual y respecto a la transmisión de padres a hijos, desde Coordinadora estallan: "No es cierto. Por supuesto que hay hijos, pero ¿en qué profesión no los hay? ¿No hay hijos de notarios, y de abogados? ¿Y el hermano del director de la terminal? ¿Dónde trabaja? ¿Y el hijo del presidente de la APV? ¿No es ingeniero como él y trabaja en puertos también? En la estiba de Valencia hay hijos de portuarios, pero también gente de Cuenca, Albacete, Cuenca... Y el registro para entrar es un grado medio o superior de una determinada Formación Profesional. Es una orden ministerial".

Y como cuestión de fondo los precios de la estiba. En ese punto también se mantiene el tono crítico del discurso sindical frente a las quejas de la parte empresarial. "Cuando leo que tenemos precios un 50% más caros me pregunto ¿con quién nos comparan? El Puerto de Sines está completamente desregulado. No hay profesión de estibador ¿Queremos que los puertos españoles sean como el Pireo (Atenas), o Sines (Portugal), o Dakar (Senegal)? Que no digan por tanto que están defendiendo el sistema portuario español. Por supuesto que esos puertos son más baratos. Yo no pienso competir con Sines ¿Por qué no competimos con los puertos de Europa del Norte, o los de EEUU?

"Y cuando se habla de competitividad, ¿qué competitividad puedes tener si la comparas con  el Puerto de Yokohama? Comparemos todo. Hay terminales en el Puerto de Valencia con siete grúas estropeadas de un total de 17. Sin embargo, si analizas la terminal de MSC tiene ocho grúas nuevas y un sistema de trabajo donde prima la competitividad", concluye el sindicalista de la estiba.

El próximo viernes 17 habrá una segunda reunión y las dos partes tienen previsto solicitar después una reunión conjunta al Ministerio de Fomento para la semana siguiente. La discusión no ha hecho más que empezar.