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VALENCIA. "El concurso del transporte escolar impedía la competencia y perjudicaba a las pequeñas y medianas empresas". Esta la postura de Teresa Navarro, administradora de Autocares Capaz, una de las empresas que decidió quedarse al margen de la UTE Valencia 14 en el concurso de transporte escolar de la Generalitat, valorado en 328 millones de euros, y paralizado por la actual Conselleria de Educación.
De hecho, la última información que aparece al respecto de la licitación en el Portal de Contratación de la Generalitat es la aceptación de un recurso interpuesto por esta empresa contra el pliego de cláusulas administrativas en el que se consieraba que la alusión, dentro de las causas de modificación del contrato, a las "necesidades específicas del servicio de transporte" no cumple con los requisitos de previsión clara, precisa e inequívoca, sin que se ofrezca un detalle suficiente para permitir a los licitadores su valoración a efectos de formular la oferta.
"Presentamos un recurso contra los pliegos porque evidentemente, el que saliera un solo lote por provincia, impedía la competencia y perjudicaba a las pequeñas y medianas empresas", asegura. También estaban en contra de otros puntos como que no se valorara la renovación de la flota y que no se puntuara más a los vehículos más nuevos.
El objeto del contrato licitado a finales de noviembre del año pasado era la cobertura de 585 rutas con 944 autobuses, con sus respectivos conductores y acompañantes. Se dividía en solo tres lotes, uno por cada provincia, lo que obligaba a realizar uniones temporales de empresas y en la que solo se presentaron una para cada lote. De hecho, la propuesta de la mesa fue adjudicar los tres lotes que componían el contrato a tres Uniones Temporales de Empresas diferentes, una con 75 empresarios agrupados, la otra que integra a 47 y la tercera en torno a la decena de empresas.
Esto provocó que finalmente solo se presentara una oferta por provincia sin apenas mejoras de precio para la Generalitat. En Castellón, la bajada fue de cero céntimos; en Valencia, de 0,7, y en Alicante de 0,57, una miseria frente a la última licitación en la que hubo competencia y se bajó entre un 20 y un 30%, aunque empresas de las UTE apuntan a que el rprecio de la licitación ya era bajo.
"Podían renovar cuatro años más otros cuatro, pero no sabemos por qué no lo hicieron, al margen de que no conocemos ningún concurso de transporte en España que sea así", explica. A pesar de que este concurso se hizo para que no entraran empresas de fuera de la Comunitat Valenciana, Navarro apunta a que sí que se han sumado empresas de fuera. Hasta 2006 este concurso estaba licitado por rutas, a partir de ese año pasó a hacerse en 30 lotes. "Ahí ya existían algunos problemas y eran unas 20-24 empresas", asegura. Desde Capaz aseguran que ellos siempre se mostraron no partidiarios ya que llegar a acuerdos con 90 empresarios es imposible e insiste en que no hay ningún precedente parecido.
"HAY MUCHAS EMPRESAS QUE ESTÁN DISCONFORMES"
"Las UTE son complicadas porque se convierten en un monopolio y al final la más grande es la que marca". Navarro recuerda la importancia que tiene el transporte escolar para las pequeñas y medianas empresas, incluido el de Conselleria. "Hay muchas empresas que nos apoyan y están disconformes".
A pesar de de que desde noviembre de 2014 llevan a vueltas con la adjudicación, ésta se acabó entorpeciendo en gran medida por la rareza de la fórmula por la que optó la conselleria de Maria José Català que no se aprobó de forma definitiva durante su gobierno.
UTE Autocares Ríos Alicante y Asociación Empresas Transporte Castellón presentaron su aval fuera de plazo, mientras que UTE Valencia 14 tenía defectos en la documentación presentada. Esto ha hecho que se quede en stand by y que el Consell planee reunirse en los próximos días para acordar nuevas fórmulas y presentar de nuevo la licitación.
El problema llegó en el momento de presentar toda la documentación por parte de las empresas, ya que al ser tantas cada una tenía que entregar la licencia de transporte escolar y otros tantos papeles, difícil de reunir de forma completa para las UTE desde el primer momento, lo que que ponía dificultades a su aprobación.
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