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ATENAS (FOTO: EFE). Tranquilidad, ningún incidente reseñable y ausencia de datos. Este es el balance de las primeras horas del referéndum que comenzó a las 7 de la mañana (una hora más en España) en Grecia, y al que están llamados a votar 10.837.118 ciudadanos. Para que el resultado sea vinculante, la afluencia debe superar el 40% del censo, algo que no preocupa a los observadores que creen que se alcanzará sin problemas. De hecho, la sensación es que la participación está siendo muy alta, aunque otras fuentes indican que es ligeramente inferior a la de las elecciones generales del pasado 25 de enero. Los primeros sondeos fiables no se conoceran hasta las 20 horas (hora local).

El primer ministro Alexis Tsipras, quién fue muy madrugador a la hora de acudir a su colegio electoral a depositar una papeleta con el ‘No', destacó que la jornada era "una fiesta por la democracia".  "Los europeos tienen que tener en cuenta la decisión de un pueblo para vivir con dignidad. La democracia va a ganar al miedo. A partir de mañana [por el lunes] se abre un camino, para todo el pueblo griego, de regreso a los principios fundamentales de la democracia y de la solidaridad en Europa, a una Europa de dignidad", aseguró.

Para Tsipras hay algo más en juego este domingo. Si se impone el ‘Sí', que iba ligeramente por delante en las últimas encuestas publicadas, la primera víctima será la coalición de gobierno encabezada por Syriza. El primer ministro heleno y su mediático ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, se han comprometido a dimitir si no se impone el ‘No'. Mientras, en su socio de gobierno (Griegos Independientes, ANEL) hay voces que se han mostrado favorables a adoptar el acuerdo con la Troika.

Sobre las 10 de la mañana (hora de Grecia) también votaba Varoufakis. A la salida del colegio electoral aseguró que "el pueblo griego no tiene culpa de los enormes fracasos del Eurogrupo" y que, con este plebiscito, "el pueblo tiene la oportunidad de responder al ultimátum dado por la Unión Europea". "Es un momento de esperanza para toda Europa", concluyó el ministro de Finanzas.

LOS PARTIDARIOS DEL 'SÍ'

 Entre los partidarios del ‘Sí' están, paradójicamente, los principales responsables del fiasco económico en el que está sumido el país, y al que cinco años de política de austeridad no han hecho más que empeorar la situación. George Papandreou, ex primer ministro, ha invitado a sus ciudadanos a aceptar la propuesta de la Troika.

"Dado que Tsipras se dio cuenta de que su propio partido SYRIZA no podía conseguir aprobar su propuesta por sí mismo, pidió un referéndum en nombre de la democracia. Al hacerlo, rompió la promesa más importante que dio al pueblo griego: no arriesgar la posición de Grecia dentro del euro y de la Unión Europea", manifestó.

En el mismo sentido se manifestó el también exprimer ministro Antonis Samaras, tras emitir su voto en un colegio electoral de Pylos (Peloponeso). Tras recordar su apoyo al ‘Sí' declaró que "hoy, los griegos estamos decidiendo el destino de nuestro país. Votamos 'sí' a favor de Grecia; 'sí' a favor de Europa.

PRESIÓN EUROPEA

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, invitó a los griegos a aceptar la propuesta de la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para "que Grecia pudiera resolver sus problemas de liquidez y afrontar los pagos de deuda pendientes". Para él, un triunfo del ‘No' significa la expulsión del país de la Unión Europea (algo que, en realidad, ni siquiera está contemplado en ningún tratado).

Si los helenos rechazan la propuesta de la Troika (que, técnicamente, ya ha sido retirada), aseguró, Grecia deberá dejar el euro. "¿Seguirá Grecia en el euro tras este referéndum? Ciertamente es así, pero si dicen que 'no', deberán introducir otra moneda tras el plebiscito porque el euro ya no estará disponible como medio de pago".

"Y en el momento en que alguien introduce una nueva moneda", añadió, "sale de la eurozona. Es un elemento que me da esperanzas de que la gente no vote 'no' en el referéndum", declaróa la emisora Deutschlandfunk.

"Además, en el caso de que el referéndum sea negativo, no existirá un marco de negociación para la gestión de la deuda y el desarrollo de Grecia", concluyó.

LA ESPERANZA LLEGA DE FRANCIA

Sus palabras, sin embargo, chocan con las declaraciones del presidente francés François Hollande, quién aseguró que apostará por la permanencia de Grecia dentro de la eurozona pase lo que pase, según publica Journal du Dimanche.

Hollande anunció que este lunes insistirá ante sus homólogos europeos en la necesidad de encontrar una solución al futuro de Grecia. "Si los griegos votan a favor del regreso (a las conversaciones), todo será más fácil, pero voten 'Sí' o 'No', seguirá diciendo que Grecia debe permanecer en la eurozona", añadió.

También se mostró conciliador Benôit Coeure, miembro del consejo ejecutio del Banco Central Europeo (BCE). Anunció que la institución está está preparado para adoptar medidas adicionales si la situación así lo requiere.

"En las actuales circunstancias de gran incertidumbre en Europa y el mundo, el BCE ha dejado claro que si necesitamos hacer más haremos más. Encontraremos los instrumentos necesarios". "Nuestra voluntad de actuar en este asunto no debería ponerse en duda", añadió Coeure.

LAS CONSECUENCIAS DEL ‘GREXIT'

El titular de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, advirtió de las consecuencias negativas de un grexit para la imagen y la credibilidad de la Unión Europea (UE), de la que dijo que está pasando una "dura prueba".

Aunque la UE fuera capaz de sobrellevar la salida del Grecia del euro en materia de política fiscal y monetaria, "un grexit lanzaría un mensaje devastador" de cara a terceros países, afirmó este domingo en el diario alemán Tagesspiegel.

Según Steinmeier, "China, India y Estados Unidos observan de cerca si la UE es capaz de superar esta crisis o si fracasa ante el desafío, y en este último caso, "Europa vería afectada su imagen en ciertas partes del mundo y perdería credibilidad".

Las principales víctimas serían en primer lugar los griegos, reconoció, "pero no cabe duda que las consecuencias para Europa y para la autoestima europea se harán notar si no se consigue solucionar la crisis".

Si gana el ‘No', añadió, "le cedemos el terreno a los populistas de izquierdas y de derechas, que directamente machacan del todo el proyecto de paz europeo y pretenden venderlo como progreso", dijo.

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