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VALENCIA. "Ya no soy dueña de mi vida". Con estas palabras, pronunciadas entre amigos y familiares que la felicitaban a la salida del acto de traspaso de carteras, Gabriela Bravo resumía lo que ella llama "servicio público" y, con ello, la responsabilidad de la función de Estado que supone asumir la Conselleria de Justicia de la Generalitat Valenciana. Este servicio público es el que reivindicó en su toma de posesión, el que ya conoce por el ejercicio de la carrera fiscal y el que también asumió como portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de 2008 a 2013.

Exquisita en las formas y correcta en el fondo, Gabriela Bravo apeló a las carencias históricas de medios en la Justicia y anunció que "ya es la hora" de mejorar la administración valenciana. Con el traspaso de competencias del ex conceller Luis Santamaría, la consellera de Justicia se encuentra una Comunidad Valenciana sobredimensionada en infraestructuras faraónicas mientras los partidos judiciales acusan la falta de recursos materiales y humanos, hasta el extremo de la escasez de tóner y papel en las oficinas judiciales.

Bravo lo conoce bien porque este martes acababa de dejar su despacho en la Fiscalía de Menores, a donde volvió tras su paso por el órgano de gobierno de los jueces. Y ambas facetas le permitirán conjugar sensibilidad y eficacia en una Conselleria que, como ella señaló, tiene en su "apellido" algo más que el Código Penal y la privación de libertad, Reformas Democráticas y Libertades Públicas.

En un discurso emotivo, en el que reprimió las lágrimas hasta el último instante mientras le temblaba la voz, Gabriela Bravo recordó entre los agentes jurídicos a sus otros compañeros de viaje. Así, nombró a funcionarios, registradores, notarios y graduados sociales, "sin olvidar a los ciudadanos y a las víctimas".

Tampoco olvidó agradecer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que hubiera pensado en ella para asumir este cargo. Gabriela Bravo fue el nombre que comenzó a sonar cuando el portavoz de Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, anunció en un programa de radio que había tenido conversaciones en este sentido pero que se debía a su asociación.

A la salida del acto, esperaban a Bravo los representantes del Estado Mayor, que se cuadraron mientras saludaban a la más Alta Autoridad de la Comunitat Valenciana en materia de Justicia.