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VALENCIA. La vida después de la política no se presenta igual para todos. Antes de salir por la puerta de la Conselleria de Hacienda, su hasta ahora titular, Juan Carlos Moragues, ya ha recibido ofertas para que se pase a la empresa privada.

Procedente de la dirección de la Agencia Tributaria de Castellón, su perfil técnico ha impregnado su mandato, en contraste con muchos de sus antecesores. Hasta su sucesor socialista, Vicent Soler, lo ha calificado en el acto de traspaso de cartera como "el mejor conseller" que ha tenido el gobierno saliente y ha destacado su buen hacer en el momento del traspaso de poderes en la sede de la conselleria de la calle Palau.

Moragues también ha tenido palabras de reconocimiento hacia el hombre que ocupará ahora su despacho, exdecano de la Facultad de Economía de Valencia, al que conoce desde hace años y al que ha ofrecido su colaboración y su agenda de contactos para todo lo que le haga falta.

LAS ALTERNATIVAS DE MORAGUES

A medio plazo, el responsable de las cuentas públicas en los últimos tres años tiene mucho tiempo disponible para meditar sobre su futuro. A pesar de ir en las listas del Partido Popular en las pasadas elecciones y haber conseguido un escaño, sus funciones en el nuevo grupo parlamentario son escasas y no dispone de ninguna portavocía.

Así las cosas, tiene la opción de seguir siendo diputado los próximo cuatro años, acudiendo a los plenos y las comisiones; volver a la Agencia Tributaria, de la que se encuentra en excedencia y que podría compatibilizar con el escaño; o hacer uso de la ‘puerta giratoria', una opción que no termina de convencerle y sobre la que tendría de tener en cuenta determinadas incompatibilidades.

En todo caso, Moragues no tiene prisa. El exconseller tiene previsto descansar estas vacaciones y darse de plazo para decidir su futuro hasta Navidades, cuando hayan pasado ya las elecciones generales y las aguas bajes más tranquilas.