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DEFIENDE LA 'ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN'

Climent: "Las políticas sociales se hacen gestionando mejor"

JAVIER CAVANILLES. 29/06/2015 El probable conseller de Economía encadenaba superávits en el Ayuntamiento de Muro d'Alcoi con un modelo de gestión "que pone primero a los ciudadanos"

VALENCIA. "Las políticas sociales no se hacen gastando más, se hacen gestionado mejor e implicando a la gente". Esta frase la pronunció Rafael Climent, exalcalde de Muro d'Alcoi (Alicante) siendo diputado a la espera del nombramiento oficial como conseller de Economía Sostenible. Defensor de la llamada Economía del Bien Común (EBC), en sus cuatro mandatos consecutivos como primer edil consiguió que su localidad fuera una de las que menos impuestos pagaba de la Comunitat Valenciana y, aun así, pudiera presumir de algo inaudito: encadenar ejercicios con superávit. En 2014, por ejemplo, de 1,1 millón de euros

La llamada Economía del Bien Común no es exactamente una teoría económica específica, ya que usa los mismos fundamentos que la teoría clásica, sino una nueva aproximación filosófica. La gran pregunta es ¿para que sirve? Y la respuesta que dio el joven economista y sociólogo alemán Christian Felber (Salzburgo, 1972) en un libro publicado en su país en 2008 (Nuevos valores para la economía): debe servir para mejorar la vida de las personas.

Las teorías de Fleber (y del grupo de economistas que se sumó al manifiesto ¿En paz con el Capital?) rechazan tanto el neoliberalismo (más que el capitalismo) como la economía planificada. El concepto no nace, como pretenden alguno, de los textos de Karl Marx sino de la Constitución de Baviera que, en su artículo 151, señala que "toda actividad económica sirve al bien común". Este precepto, dicho sea el de paso, es el que inspira todo el capítulo III de la Constitución Española.

LOS CIUDADANOS PRIMERO, LOS NÚMEROS DESPUÉS

Climent resume en términos muy sencillos su visión de la res publica: "lo primero son los ciudadanos". Este filólogo no es ni un idealista ni un soviet, concepto recuperado por Esperanza Aguirre para el debate político recientemente. "Yo diría que la clave está en la transparencia y la participación". Un dato: cuando llegó por primera vez a la alcaldía (en 1999) lo primero que hizo fue abrir las puertas del consistorio a todos los ciudadanos. "Puede entrar quién quiera y pedir la información que le parezca", añade. Joan Ribó, alcalde de Valencia, no ha inventado nada.

Clemente insiste: "hacer una política social no es más caro ni supone un mayor gasto público, de lo que se trata es de gestionar mejor, pero también tener en cuenta que los números no son lo único". Pone un ejemplo: "el PIB de un país puede ser muy alto, pero no depende de que  sea democrático o de que pocos, muy pocos, ciudadanos tengan mucho y el resto, casi nada".

Para los defensores de la Economía del Bien Común hay otros indicadores a tener en cuenta más allá de los clásicos. Uno es el coeficiente de Gini, que permite medir las desigualdades (y que curiosamente fue ideado por un fascista italiano) o el FNB (Felicidad Nacional Bruta), que inventó en 1972 Jigme Singye Wangchuck, el rey de Bután.

APUESTA POR EL ASOCIACIONISMO

Otro de los aspectos que Climent se esforzó en fomentar en su etapa de alcalde fue el asociacionismo. "En Muro, con apenas 9.000 habitantes, tenemos más de 60 asociaciones vinculadas principalmente al mundo de la cultura y los deportes. Cada mes se organiza un gran evento y, cada semana, otros más pequeños. Esto ha permitido dinamizar mucho la economía y ha beneficiado a todo el pueblo". Insiste: "cuando la gente se implica, gestionar es más barato".

La teoría de Felber, se puede resumir en que los indicadores económicos clásicos no pueden considerarse un fin en sí mismo y que la economía no es simplemente un juego de suma ‘cero' en el que un agente solo puede ganar lo que otros pierdan. Así, consideran que la cooperación permite arrojar mayores beneficios (aunque no siempre se puedan cuantificar en términos monetarios) que la competencia.

El concepto económico de Felber, miembro del movimiento Attac (Asociación por la Tasación de las Transferencias financieras y la Acción Ciudadana), se resume en 20 puntos. Incluye un Balance del Bien Común en el que se analiza cómo cada uno de los agentes de la cadena de producción (proveedores, financiadores, empleados / propietarios, clientes, ámbito social) afectan a cinco variables: dignidad humana, solidaridad, sostenibilidad ecológica, justicia social y participación democrática y transparencia. Además, resta puntos cuando se actúa en contra de estos principios.

El economista alemán Christian Felber.

LAS DIFICULTADES LEGISLATIVAS

Climent se identifica como seguidor de las teorías de Felber, pero con los pies en el suelo. "Es una filosofía muy nueva y que está evolucionando pero, todavía queda mucho camino". El principal obstáculo es, señala, la falta de legislación. "Creo, por ejemplo, que una empresa que contamine no debería poder aspirar a un concurso público, pero legalmente no se le puede impedir. Por eso hay que intentar que las que no solo se fijan en los números, las que asumen su responsabilidad social, reciban un mejor trato y, sobre todo ,crear las condiciones para que hacerlo resulte atractivo".

Es decir, se trata de acabar con el viejo truco de 'externalizar costes', que es como se llama cuando una empresa contamina y se emplea dinero público para limpiar o cuando una paga salarios por debajo del umbral de subsistencia y el trabajador necesita ayudas públicas para llegar a fin de mes.

De este modo, defiende uno de los pilares básicos de la Economía del Bien Común: las empresas debe comprometerse a respetar estos principios, y el estado debe legislar para que estas compañías reciban beneficios. Además, defienden la existencia de monedas locales que actúen de manera paralela a las nacionales o supranacionales (como el euro), algo que existe en muchas localidades aunque nunca se llegó a aplicar en Muro d'Alcoi.

Feber y sus seguidores, entre otras cosas, discuten algunos de los dogmas de la teorías actuales basadas en el crecimiento perpetuo. En la Economía del Bien Común una empresa alcanza su tamaño optimo, y a partir ahí se mantiene: no hay ninguna necesidad de seguir creciendo. También rechaza que maximizar los beneficios económicos deba ser el fin último de una mercantil.

OTROS POSTULADOS DE LA EBC

En última instancia, la EBC aspira a poner el sistema al servicio de los ciudadanos. Así, apuesta por medidas como limitar salarios (nadie debe cobrar más de 20 veces el salario mínimo y la herencia debe tener un tope (el resto revierte al estado que se encarga de su redistribución). También defiende que, mientras más grande sea una firma, mayor poder de decisión deben tener sus empleados.

Otro de sus aspectos incluyen que las horas de trabajo deben ir disminuyendo hasta un tope de 30 a la semana o que la naturaleza no puede transformarse en propiedad privada. Esta se presta a cambio de una tasa, ya sea para cultivarla o para construir sobre un terreno.

El modelo de Economía del Bien Común, que se mueve entre lo realizable y lo utópico, no es un discurso cerrado, sino participativo, por lo que sus supuestos básicos han evolucionado (siempre en la misma dirección en los últimos años) y siguen haciéndolo. Así, a la largo de estos años, se han sumado propuestas como la creación de un Banco Democrático controlado por ciudadanos y no por el poder político.

El movimiento por el Bien Común tiene implantaciónn más o menos (más bien lo segundo) en unos 15 países (Alemania, Francia, Inglaterra, Austria...) y hay cerca de 2.000 empresas (la mayoría Pymes) adscritas a sus principios. En Austria e Italia hay sendas regiones que siguen estos principios. "Se trata de ir poco a poco y de concienciar a la gente", explica Climent, "pero sobre todo de poner a las personas primero".

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9 comentarios

Desgraciat escribió
01/07/2015 03:04

A vore si no em censuren a vp, si pot ser. El senyor FNB vol gent amb experiència, doncs el senyor Rafa Climent té 16 anys d'experiència en la cosa pública. Potser que no li agrade però per eixa banda res a fer. I el senyor Corella m'ha emocionat amb la seua lírica.

Baltasar escribió
30/06/2015 07:27

Crítiques al nou conseller. Bé, ès legítim. És possible que alguns prefereixquen "experts" al front. Experts com els Cotino, Olivas, Bárcenas, Gürtels i Pokemons. Eixos especistes que ens ha gestionat i que alguns prefereixen. Per alguns anteposar la dignitat de les persones i la redistribució de la renda al capitalisme d'amiguets i a l'especulació és cosa d''iluminados´.

FNB escribió
29/06/2015 19:05

A juan Ramirez: Si me lo permite, creo que se confunde, la CV, no necesita esos delincuentes a los que Ud. hace mención ,........ ni a "iluminados" que hablan de la FNB, como si esto fuera Bután y que quieran imponer a los demás su propia vulgaridad, incultura e incompetencia. Por su bien y por el mío en los cargos públicos deberían acceder solo gente seria, a ser posible buenos profesionales con experiencia y eso desgraciadamente no está pasando y así nos vá a todos.

Joan Bodí i Quilis escribió
29/06/2015 18:07

Mol be, Rafa, se que en lo serio i treballador que eres, ho faras sensacional en ba de les persones, ques lo important.

Juan Ramirez escribió
29/06/2015 17:25

Para FNB: creo que lo que la CV sigue necesitando son presidentes que son detenidos por malversar 500 MM de Euros de una institución financiera pública, y consellers que utilizan fondos públicos de Cooperación para comprar pisitos.

Corella escribió
29/06/2015 17:14

“Lo primero son los ciudadanos”: la profundidad de este pensamiento de Climent corre pareja con la manifiesta complejidad de su teoría económica. Aun admitiendo que no es exactamente específica sí es toda “una nueva aproximación filosófica”. Sin duda vienen años para la Comunidad Valenciana de felicidad universal bajo el hermanamiento armónico de los ciudadanos y ciudadanas libres en la vida común en falansterios. Al caer la tarde espíritus libres debatirán paseando, cual nuevos peripatéticos, en la plaza común perfumados por el azar de naranjos. Por fin, la fecunda semilla en el agro valenciano soterrada hará brotar la Planta ilustre por Climent sembrada.

xavi escribió
29/06/2015 09:00

Neoliberalismo= más que capitalimo... joer quina explicacio.VP començà com a una plana economica ara que es el bolleti de Compromís? A vore si lo publiques. Este experiment en paisos en diferent context social al nostre no pot significar l' aplicacio en tot el territori Valencià se pot fer pero.a chicoteta escala mai com a senyera, dona por este home.

xavi escribió
29/06/2015 08:49

Dona por esta posible eleccio.M'imagine que Valenciaplaza com una plana economica presentarà una editorial. Aposten per una persona no "Cientifica" de l' economia. I els coleges d'economia. Ade, i rest no diuen res. Tot te que ser la llengua? Actvistes de la radical Escola Valenciana,filolegs en la llengua... I açi tot esta be, ?

FNB (Felicidad Nacional Bruta) escribió
29/06/2015 07:14

¿Pero alguien en su sano juicio puede creer que lo que Valencia necesita en estos momentos para gestionar la Economía de toda la Comunidad es poner un Filólogo Clásico, experto en FNB (Felicidad Nacional Bruta), cuya experiencia profesional en el campo de la gestión es haber sido alcalde de Muro de Alcoy excelsa población de 10 mil hab. y mayor éxito es haber conseguido un superavit en las arcas municipales de un 1,1 millon de euros?. ¿.......?. Ayer el Director de VP, nos sorprendía con fina ironía con la que pretendía ridiculizar a Punset, a la que situaba en "otro mundo" porque esta priorizaba el INGLES sobre el Valenciano, para conseguir que los jóvenes puedan tener mayores salidas profesionales en un mundo globalizado y se la tachaba poco menos de extraterrestre .......... hoy, sin embargo vemos en VP que el "mundo real valenciano" es tener Consellers cuyo objetivo politico es buscar la FELICIDAD NACIONAL BRUTA (FNB)...........sin duda "algo" hay en el aire valenciano, habría que inspeccionar las avionetas que fumigan los campos de naranjos, no vaya a ser que se haya vuelto al DDT (diclorodifeniltricloroetano)

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