VALENCIA. Un millón de euros de facturación a cierre de 2014; apertura de una nueva fábrica en Torrent, casi cuadruplicando la superficie de la anterior en Ribarroja, y previsión de concluir el ejercicio de 2015 con 1,6 millones de euros de negocio. Tres hitos que resumen la trayectoria de vértigo de la pyme valenciana Lemon and Co y de sus buenas perspectivas de futuro en las que ya contemplan para 2017 el salto internacional, con una inversión de cerca de un millón de euros en una nueva factoría en Turquía desde la que poder servir sus productos a toda Europa.
En septiembre de 2014 recibía el premio CEEI Ivace (Centro Europeo de Empresas e Innovación, junto al Instituto Valenciano de la Competitividad) como mejor creación de empresa valenciana por su innovación en la industria agroalimentaria. Nueve meses después uno de sus fundadores, José Ramón Ascó, repasa el gran momento por el que atraviesa la firma y sus importantes retos de futuro.
Su éxito se gestó a partir de una gran idea: poder alargar el tiempo de vida de la fruta lista para comer. Y después de mucha "prueba y error", patentaron un sistema de corte y envasado que alarga su vida útil de forma natural, sin ningún tipo de alteración, conservantes o añadidos, y que mantiene sus propiedades hasta 30 días.
El objetivo era y sigue siendo muy claro. Como miembros de una quinta generación de agricultores, con una finca de naranjas en Picanya en la que llegan a producir hasta un millón y medio de kilos al año, y ante la caída de precios, pensaron "en darle un valor añadido a la fruta", explica Ascó. "Creemos que vamos en el buen camino. El producto es muy práctico y tiene mucha aceptación", indica el empresario.
MÁS DE UN MILLÓN DE BANDEJAS Y FÁBRICA EN TORRENT
Además, se ha cumplido "la hoja de ruta prevista" e incluso han superado sus mejores expectativas de crecimiento, según José Ramón Ascó.
En 2014 han producido 1.100.000 bandejas de fruta y prevén llegar a un millón y medio en 2015. Una producción destinada a la hostelería y al pequeño consumidor a través de Lemon And Co (naranja, limón, lima y hierbabuena) y Ready Fruit. Además, a partir de octubre con otra marca Ready Fruit pretenden también comercializar para la industria (están ya empezando a testar los productos con empresas de Madrid y Barcelona) y también a medio plazo prevén hacer venta retail de la fruta.
Y se financian con fondos propios, pequeñas líneas de crédito y un préstamo participativo del CEEI de 100.000 euros.
La planta en la que comenzaron a producir en Ribarroja (en 2009), con poco más de 300 metros cuadrados y una plantilla de cinco trabajadores, pronto se quedó pequeña. Desde febrero de este año se han trasladado a una nueva fábrica de 1.100 metros cuadrados en Torrent y ya cuentan con diez empleados. Además, contemplan ocupar en octubre la parcela contigua; un hecho que les permitirá duplicar su capacidad actual. Prevén llegar a procesar unos cinco millones de kilos de fruta que de momento adquieren de cooperativas valencianas en su gran mayoría (ya que con su producción de Picanya y Murcia no abarcan toda la producción).
Sus clientes se despliegan por un mapa que cada vez incluye más comunidades autónomas españolas. De momento lo conforman la Comunitat Valenciana, Murcia, Madrid, Cataluña, Navarra, Aragón y Castilla y León.
Y este año el reto pasa por consolidarse en España, aunque a medio y largo plazo José Ramón Ascó ya adelanta que "la intención es instalar otra planta de producción en Turquía, en un sitio aún por determinar". Explica que han elegido dicho país porque allí también son productores de naranjas y limones: "Es una decisión estratégica. Nuestra ubicación ha de estar donde podamos encontrar la materia prima con la que vamos a trabajar. Y la intención es implantar allí nuestro modelo de negocio", afirma.
Y una de las curiosidades que deja la entrevista es un secreto que el empresario confiesa que no puede desvelar. Lemon and Co tiene patentadas y con contrato de confidencialidad y exclusividad sus máquinas cortadoras de fruta. Ascó relata que cuando comenzaron a desarrollar la idea no encontraron la maquinaria adecuada para el trabajo que iban a realizar: "Descubrimos que nadie hacía lo que queríamos hacer nosotros, y aunque todo está inventado vimos que cuando tocas cítricos hay lavadoras, cepilladoras, pero no encuentras cortadoras". Finalmente encontraron una empresa italiana que se lanzó a seguir sus indicaciones y con las aportaciones, experiencia y conocimiento de las dos firmas han conseguido unas máquinas "polivalentes con una tecnología muy interesante" para el sector, concluye el empresario.
Y luego dicen que los culpables de la deslocalización son las grandes marcas....
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