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VALENCIA (EP/VP). El Ayuntamiento de Cullera (Valencia) intensifica las labores de control de mosquitos ante la plaga que durante los meses de verano constituye "un importante problema sanitario, además de una molestia considerable para los vecinos", informa el gobierno municipal en un comunicado.

La corporación local lleva a cabo para ese fin la aplicación de distintos tratamientos en zonas sensibles del término municipal, una labores que se alargan desde mayo hasta agosto.

Con el objetivo de proteger a los ciudadanos de las picaduras del mosquito --no confundir con las 'rantelles', apuntan--, el área de Servicios Exteriores, a través de la concejalía de Agricultura, centra sus actuaciones en los grandes focos donde se ha detectado su presencia de forma destacable, fundamentalmente las partidas de l'Estany, el Brosquil, la Bega y la Ràpita, aunque los tratamientos se extienden por allá donde es necesario.

Los técnicos de la empresa encargada de la prestación del servicio (Compañía de Tratamientos de Levante S.L.) han identificado en el término municipal de Cullera las especies Culex pipiens y del virulento Ochlerotatus sp. En el caso del primero, se localiza principalmente en zonas de agua estancada, asociada a vegetación marginal y vertidos; mientras que el segundo se asocia a terrenos inundables.

El departamento técnico de la concesionaria ha llevado a cabo una "ardua labor" de catalogación de los focos tanto activos como potenciales de cría, acción que viene desarrollándose desde el año 2002. En total, se han localizado un total de 41 focos catalogados de cría larvaria en Cullera, además de otros puntos con presencia de adultos, especialmente en caminos y sendas junto acequias y setos y cañaverales.

Los tratamientos aplicados se realizan a través de medios terrestres con larvicidas o bien termonebulización adulticida desde el suelo (sin riesgo de que el insecticida caiga al agua). Debido a que los mosquitos tienen una metamorfosis completa en su ciclo vital, hay dos centros y fases completamente separadas en los cuales el problema de la plaga puede ser controlado, es decir, los sitios de cría de los inmaduros y los lugares de descanso de los adultos.

FASES DEL TRATAMIENTO

En mayo, el consistorio dio comienzo a la fase inicial del tratamiento consistente de forma principal en larvicidas, con al menos una aplicación quincenal.

Durante junio y julio, se está llevando a cabo la fase intensiva de la campaña contra el mosquito con aplicaciones de larvicidas de forma semanal y la revisión de los focos catalogados, de manera que cada uno de ellos se pueda tratar en un máximo de 15 días, el tiempo necesario en el que se puede desarrollar un ciclo completo del mosquito.

Por último, en agosto se procederá a la fase residual del tratamiento con prospecciones quincenales para evaluar posibles puntos o focos que continúen activos.

El consistorio está empleando en la lucha contra la presencia del insecto plaguicidas biológicos y biorracionales, específicos, de baja toxicidad y con menor impacto ambiental.

El concejal de Servicios Exteriores y Agricultura, Salva Tortajada, señala que el ayuntamiento también ha empezado a realizar acciones de limpieza en determinados focos del municipio que se habían convertido en un punto conflictivo por la presencia de mosquitos y en los que no se había actuado durante décadas.

ACCIONES CON OTROS MUNICIPIOS

Por otra parte, a partir del próximo año Cullera estudiará la posibilidad de que se coordinen acciones conjuntas con los municipios colindantes para hacer más efectiva la lucha contra la plaga. Asimismo, se iniciarán campañas de concienciación para la población sobre la lucha contra el mosquito y la mosca negra, ya que existen pequeñas acciones que llevadas a cabo desde el hogar pueden ayudar a combatirlos. Además, se contempla la constitución de una comisión local encargada de elaborar un plan de lucha contra la plaga, siguiendo las recomendaciones de los expertos.

Por otro lado, el consistorio espera que el nuevo Consell sea sensible y financie al menos parte de la lucha ya que recuerda no todos los municipios disponen de suficientes recursos económicos para hacer frente de forma efectiva a este problema de salud pública.