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aportación de la Generalitat

La última derrama del PP: amplía capital por 57,9 millones en Cacsa

E. PASTOR. 20/06/2015 La entrada de un nuevo gestor en el Oceanogràfic y el Ágora y la llegada de un nuevo gobierno dejan en el aire la aportación pública al conglomerado

VALENCIA. La Generalitat valenciana ha vuelto a inyectar millones de euros en la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa). Concretamente 57,9 para sufragar los gastos de un conglomerado que ya lleva acumulado un total de 527,82millones de euros de dinero público (y con alguna reducción de capital por el camino), una práctica habitual que sirve para enjugar pérdidas en las empresas públicas. 

Una ampliación un poco especial, ya que se avecinan dos nuevos acontecimientos. En primer lugar la entrada de Avanqua, un operador privado que llega no solo para gestionar el Oceanogràfic, sino también el Ágora y a tomar partido en decisiones del Museo Príncipe Felipe y el Hemisfèric. Por otro lado, el cambio de gobierno del Partido Popular por otro formado por PSPV y Compromís que deja en incógnita qué ocurrirá con estas aportaciones de capital público. 

Hasta ahora, el Consell debía de hacer prácticamente cada año una ampliación de capital para cuadrar el balance, que entre todas las aportaciones ya debería rozar los mil millones de euros. 

La oferta Avanqua, conformada por Omnium Ibérico -del grupo Aguas de Valencia-, el acuario de Vancouver y Ket Gestión, presentó una oferta con un valor neto de 67 millones y un canon inicial de cuatro millones, frente a los 32 millones y 600.000 euros del segundo clasificado en las propuestas técnicas.

Con estos números habrá que esperar a ver cómo evolucionan las cifras para observar si es rentable, aunque la actividad tendrá que incrementarse notablemente. Al margen del estas ampliaciones, cabe recordar el dinero que invirtió el Consell para la construcción del conglomerado, que pasó de 328 millones presupuestados en el proyecto inicial por el Partido Popular a más de 1.400. Esta cifra supuso un incremento de más del 300% del proyecto impulsado por Eduardo Zaplana en 1996 a partir del complejo que había planificado el Gobierno de Joan Lerma.

UNOS GASTOS SOBREDIMENSIONADOS

Tras más de una década de obras todos los edificios e infraestructuras que lo forman presentaron un importante sobrecoste. El Ágora pasó de 41,3 millones a 67,2. El Oceanogràfic, que costó 125 millones más de los 38,9 planteadosy el Palau de les Arts costó casi cuatro veces más de lo previsto, pasando de 106,8 millones a 382. Mientras, el Museo Príncipe Felipe sufrió un sobrecoste del 141,5%, mientras que l'Umbracle registró un aumentó en su presupuesto del 121,1%. Pero esto continuó con las sucesivas ampliaciones de capital. 

En 1999 se llevó a cabo una ampliación del capital social de 3.000 millones de pesetas, unos 18 millones de euros. La iniciativa se sucedió ejercicio tras ejercicio en cada ejercicio desde 2004 hasta 2008 con inyecciones de capital que rondaban los cien millones de euros a través de acciones. En julio de 2010 el Consell autorizó una ampliación del capital social por valor de 73,6 millones, el mismo importe que para el ejercicio 2011. En 2012 inyectó otros 42 millones mientras que en 2014, la que ahora se ha hecho pública de 57,9 millones. 

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1 comentario

I.A. escribió
20/06/2015 08:25

Habría que matizar un poco: 1.- Aunque los números rojos y azules indican lo que indican, el complejo de ocio aporta unos ingresos indirectos a las arcas públicas y unos beneficios a Valencia muy por encima de las aportaciones que la Generalitat se ve obligada a hacer. 2.- la privatización de parte del complejo NO va a solucionar sustancialmente el desfase contable......... esperemos, que al menos, no de quebraderos de cabeza, del tipo a los que pasó en el Hospital de la Ribera de Alcira en 2003 cuando a concesionaria no pudiendo hacer frente a la explotación del hospital por sus pérdidas, recurrió a la Generalidad de Valencia, que, inexplicablemente, anuló la adjudicación, concediendo a la concesionaria una indemnización por un supuesto lucro cesante de 25 millones de euros. El pago de esa compensación fue condenado por el Síndic (el tribunal de cuentas). 3.- Lo ÚNICO que da sentido a la macro inversión de 1300 millones de euros, es que cumpla con la función para la que fue construida que no era otra que la de ser un atractivo turístico, y para que pueda cumplir tal función se requieren grandes nuevas inversiones que difícilmente va a poder afrontar el nuevo operador privado con los reducidos margenes que pueda obtener de la explotación directa ("venta de entradas") ,4.- El Concurso de privatización recién aprobado y adjudicado a una empresa local, que sin duda presentó la mejor oferta....... carecía, sin embargo, de interés para Grandes Grupos empresariales con mayor capacidad de inversión y difusión nacional e internacional que en definitiva era lo que realmente interesaba al complejo, 5.- El complejo valenciano, guste o no, debe afrontar una revolución TOTAL en parte de sus contenidos, toda vez que instalaciones similares al Hemisferic y al Museo de Ciencias valenciano han cerrado hace años por falta de interés del público en Madrid y Barcelona........luego difícilmente se va a sostener Y MUCHO MENOS AUMENTAR el interés turístico con una oferta de ocio poco atrayente. 6.-Resulta algo raro, al menos para mí, que el Consell pretenda que el nuevo operador, experto en canalizaciones de agua y en acuarios, solucione el problema de la falta de ideas para el Museo de Ciencias. Es como pedirle al Canal de Isabel II de Madrid y al operador del ZOO de Madrid, Parques Reunidos, que aporten sugerencias para el Museo de el Prado.

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