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 Francisco Zamora, presidente de la patronal valenciana de la construcción, Fevec, explica que fue una promesa de Joan Ribó en campaña y que puede dinamizar el empleo

VALENCIA. El alcalde de Valencia, Joan Ribó se comprometió en campaña con los empresarios de la construcción a aprobar en esta legislatura un plan de rehabilitación para la ciudad de Valencia; y los empresarios confían en su palabra. Y aunque no concretó una cifra del presupuesto que se destinaría, el presidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción, Fevec, Francisco Zamora, cree que podría dinamizar el empleo y crear unos 75.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

La promesa de dicho plan se gestó en una reunión, del entonces todavía candidato por Compromís a la alcaldía, Ribó, con una nutrida representación del mundo empresarial en dependencias de la Confederación de Empresarios Valenciana, CEV. 

Según Zamora, en el encuentro con representantes de Compromís "les dijimos que uno de los motivos del elevado paro valenciano es la falta de movimiento en la industria de la construcción. Pensamos que cualquier acción en ese sentido permitirá reducir la cifra de parados". Por ello, se puso sobre la mesa la propuesta de un plan de rehabilitación, aunque además, desde Fevec, también propusieron construir más colegios para eliminar los barracones, crear más centros de salud para eliminar las listas de espera, ya que "hay muchos solares preparados para estas actuaciones", ha apuntado el dirigente de Fevec. Pero el compromiso firme, sobre todo, fue con la rehabilitación. Eso sí, "después de auditar las cuentas del Ayuntamiento, nos dijo", ha recordado Zamora.

El presidente de los constructores prevé, a partir de lo apuntado en el encuentro, que la prioridad pasará por "rehabilitar, consolidar las zonas edificadas y no ganar terreno a la huerta de Valencia, sino aprovechar los solares que quedan", ha explicado, para añadir a continuación que "sólo en el Cabanyal, por ejemplo, queda mucho por hacer". A juicio de Zamora, el plan "puede dar cabida a muchas de las necesidades de vivienda de los valencianos a corto plazo", ha señalado.

Por ello, Francisco Zamora espera reunirse con el nuevo alcalde en breve, para comenzar a concretar los detalles del plan, aunque cree que "2015 será el año para prepararlo y 2016 cuando realmente comenzaremos a ejecutarlo".

CONFIRMACIÓN DEL PLAN DESDE EL EQUIPO DE RIBÓ

Fuentes próximas al alcalde, Joan Ribó, han confirmado a Valenciaplaza.com las grandes líneas apuntadas por Francisco Zamora: "Tenemos previsto poner en marcha desde el gobierno municipal un plan de rehabilitación de viviendas que permita dar un respiro a la dramática situación del paro en el sector de la construcción y que además sirva para revitalizar determinadas zonas de la ciudad", han explicado.

Por ese motivo, estas mismas fuentes han radiografiado el diagnóstico que ya han hecho de la ciudad, así como algunas de las vías de solución sobre las que prevén trabajar a fondo. Así, se contempla una Valencia que "debe crecer hacia dentro; porque el parque de viviendas sin uso, o incluso de terrenos por edificar dentro de los actuales márgenes de la ciudad permiten configurar una urbe consolidada y, al mismo tiempo, proteger la huerta que la envuelve y que debe ser considerada patrimonio de los valencianos".

PLAN DE CHOQUE

Y aunque en la reunión previa a los comicios no se concretaron cifras ni un posible presupuesto, Zamora ha lanzado una previsión conservadora de lo que supondría un "plan de choque de rehabilitación".

En su opinión, si en la propuesta también se implicara la Generalitat para toda la Comunitat Valenciana se podrían crear un mínimo de 100.000 puestos de trabajo directos y unos 50.000 indirectos (de toda la industria auxiliar como carpintería, aluminio, cristalería, pintura, etc).

Y si sólo se circunscribiera al cap i casal, la generación de trabajos seguiría siendo muy significativa: de unos 50.000 empleos directos y otros 25.000 indirectos, por cuanto "la zona vieja, el casco antiguo de Valencia sobre el que principalmente se actuaría es uno de los más importantes de toda Europa y habría muchísimo trabajo", ha aseverado el presidente patronal de los constructores.

También se tendrán que concretar las ayudas que se concederían. En ese sentido, Zamora es partidario de abrir al máximo la demanda, y que se pida "más de lo que se necesita, para no quedarse cortos". E involucrar en las ayudas tanto al Ayuntamiento, como al Consell y al propietario de la vivienda.

LÍNEAS DE AYUDAS, EUROPA, GOBIERNO... Y VPO

Desde el entorno de Ribó han añadido que se trazará "un plan de búsqueda de ayudas europeas para dicho plan de rehabilitación, tal y como han hecho otras ciudades y como hasta ahora habíamos pedido desde Compromís, aunque de forma infructuosa".

Por su experiencia, Zamora ha señalado que se podrían aprobar distintas líneas de ayudas según la rehabilitación a ejecutar, e incluso acogerse a las subvenciones europeas de Fondos Feder: por una parte, cuando la causa de la rehabilitación sea una patología en la estructura o la fachada; o bien para mejorar la eficiencia energética (y poder ahorrar en calefacción y aire acondicionado); para eliminar barreras arquitectónicas (si no disponen de ascensor, o hay que implantar una rampa); y por último, ayudas a la regeneración de cascos urbanos o barrios (como el caso reciente de Russafa, que podría implementarse también en otras áreas de la ciudad como Orriols, etc).

Zamora también ha remarcado que el plan debería ser respaldado por el Gobierno central, "aunque veremos hasta qué punto será posible, después de escuchar a Montoro...", en referencia a la advertencia que ha lanzado a los consistorios sobre la obligación de cumplir la ley de estabilidad presupuestaria, unas palabras que han sido duramente criticadas por PSOE e IU por considerarlas "amenazas" de un ministro al que califican de "rey de la deuda", en definición de Antonio Hernando (PSOE).

Por otra parte, además de la rehabilitación, Fevec también espera que el nuevo gobierno local pueda dinamizar la construcción de nuevas viviendas de protección oficial (VPO). Zamora ha apuntado que también hablaron sobre esta cuestión, pero la prioridad de Joan Ribó pasa en este sentido por reunirse primero con las entidades financieras. "Quieren ver cuántos pisos tienen los bancos y cuántos podrían reconvertirse en viviendas sociales", ha señalado Zamora. Una vez conseguido este acuerdo ya entrarían a dialogar con los constructores para determinar si hay o no necesidad de edificación de nuevas VPO.