VALENCIA. La debacle del Partido Popular en las pasada elecciones del 24 M se tradujo este sábado en la pérdida de la práctica totalidad de ayuntamientos de más de 50.000 habitantes. Al final, de un mapa prácticamente azul popular, se pasa ahora a otro de tantos colores como partidos entran en cada consistorio, que en lugares como Torrevieja (Alicante) son hasta cinco más uno (C's apoya a la coalición de izquierdas pero no formará parte del equipo de Gobierno).
En euros, es muy difícil saber a cuanto asciende la debacle, pero si se tiene en cuenta que el PP ha perdido la Generalitat, dos diputaciones y sólo conserva dos de las ciudades de más de 50.000 habitantes, la cifra el precio de la derrota es de 19.600 millones de euros, la suma de los presupuestos que ya no gestionará. Si se añaden los municipios más pequeños que han pasado a ser gestionados por la izquierda, la cifra supera los 20.000 millones cada año.
El nuevo mapa es multicolor pero, como siempre, el más importante será el verde. La Generalitat tiene un presupuesto de 17.191 millones de euros. Esta partida la gestiona desde hace 20 años el PP sin ningún problema gracias a su mayoría (absoluta o en coalición con Unió Valenciana). Ahora, el cómo se gasta dependerá del cómo se configure el Consell de dos o tres partidos (si finalmente entra Podemos).
Empezando por los gobiernos provinciales, y a falta de constituirse, cabe señalar que la suma de sus presupuestos es de 771,5 millones de euros. A principios de 2015, toda la gestión estaba en manos de los representantes del Partido Popular (Luisa Pastor, Javier Moliner y Alfonso Rus).
Ahora, una coalición de izquierdas gobernará la diputación la de Valencia (455 millones en 2015, la que más recibe). Moliner, en Castellón, podrá disponer de los 123,5 millones de este año y repartir el presupuesto de los siguientes cuatro ejercicios como quiera, ya que sus 14 diputados le garantizan la mayoría absoluta. La de Alicante, está pendiente de un hilo y los populares aún mantienen opcione: son 193,2 millones más.
Cabe recordar que las estas instituciones, además, son pequeños servicios de empleo de los partidos políticos. Es decir, no solo repartirán dinero para carreteras, por citar un ejemplo, también habrá para sueldos.
PERDIDA DE PODER ADQUISITIVO
Otra forma de ver esta particular pérdida de poder adquisitivo del Partido Popular es tomando como referencia únicamente los diez ayuntamientos con más habitantes y mayor presupuesto de la Comunitat Valenciana. Por supuesto, la lista la encabeza Valencia (con 738,1 millones de euros en 2015) y la cierra Paterna (con 54 millones). El resultado de sumar los presupuestos de este año de todas estas localidades es de 1.588,3 millones.
De estas diez ciudades, sólo Orihuela y Benidorm estarán gobernadas durante los próximos cuatro años por un alcalde del Partido Popular. Ambas poblaciones tendrán un primer edil que gobierne en solitario: Emilio Bascuñana y Antonio Pérez. El primero tiene un presupuesto de 66,5 millones este año y el segundo, de 91,7 millones.
Sin embargo, son dos poblaciones en las que la inestabilidad política va a ser el signo de los tiempos durante los próximos cuatro años, ya que tanto Bascuñana como Pérez ejercerán en minoría. Este, por ejemplo, tiene 8 concejales frente a 17 de la oposición. Bascuñana, sólo cuenta con 11 ediles en un consistorio con 25 asientos. Dicho de otro modo, los 158,5 millones que gestiona el PP en las diez poblaciones con más habitantes penden de un hilo... o de un futuro pacto entre la oposición.
LAS CUENTAS DE LA IZQUIERDA
El resto de poblaciones de este top 10 por número de habitantes son ocho ayuntamientos gobernados por la izquierda pero en coalición. Eso sí, con mayorías en principio estables. La fuerza con más plazas es el PSPV, seguida de Compromís que, curiosamente, empata con Los Verdes que se colaron en Torrevieja.
Así, PSPV tendrá para gestionar en torno a 834 millones de euros al año. Es la suma de los presupuestos de los ayuntamientos de Alicante (240,2 millones), Elche (240 millones), Castellón (163 millones), Torrent (5,8 millones), Gandia (81 millones) y Paterna (54 millones).
Por lo que respecta al resto de formaciones cabe destacar que Compromís tendrá en sus manos la gestión del mayor presupuesto en una ciudad de la Comunitat Valenciana: la capital del cap i casal. La cifra alcanza los 738,1 millones de euros. En Torrevieja, Los Verdes han logrado un triunfo electoral histórico que les permite encabezar la coalición que tendrá en torno a 100 millones anuales -98 este año- a su disposición.
Conclusión: el PP ha pasado de gestionar 1.670,1 millones en 2015 solo en estas diez ciudades a apenas el 9,4% de esta cifra (158,2 millones). En cambio, la izquierda que apenas manejaba 66,5 millones (Orihuela) ha pasado a manejar 1.670,1 millones.
PRESUPUESTO VS. DÉFICIT
El cálculo se puede extender a las siguientes 10 ciudades más pobladas (las cinco primeras tienen más de 50.000 habitantes), cuyos presupuestos respectivos suman otros 624,7 millones. Aquí, el cambio es todavía más significativo ya que el Partido Popular pierde la gestión de los cinco presupuestos de los ayuntamientos en los que gobernaba: Sagunt (58,4 millones), San Vicent del Raspeig (36,1 millones), Elda (37,79 millones), Alzira (42,59 millones) y Dénia (36,6 millones). En total 211,3 millones que se quedan en cero. La izquierda, que manejaba 413,4 los sumará a su cuenta.
La mayor parte de ese dinero estará en consistorios con alcaldes del PSPV (523,8 millones), salvo en Sagunt donde la vara de mando es para Compromis per Sagunt y Alzira, que tendrá un alcalde de Compromís.
Es difícil calcular exactamente cuanto dinero tendrá que dejar de gestionar el PP como consecuencia de los resultados del 24 de mayo, pero las cifras dan una idea: en 2011 tenía 302 mayorías absolutas, ahora se tiene que conformar con 151 (y 13 en minoría). Mientras, la izquierda ha pasado de gobernar en 190 localidades a 328 (226 del PSPV, 90 de Compromís y 12 EU).
Por supuesto, una cosa son las cantidades a gestionar y otra muy distinta que exista plena disposición. No es lo mismo hacerse cargo de Benidorm, con un presupuesto de 91,7 millones de euros y una deuda de 240 millones, que lograr la vara de mando de Ontinyent, que maneja apenas 30 millones pero lleva tres años encadenando superávits.
Lo mismo vale para la Generalitat, que acumula una deuda de 37.615 millones y que, solo en el primer trimestre sumó 239 millones de euros a su déficit.
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