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La salida de altos cargos del Gobierno valenciano para buscar acomodo en el sector privado se intensifica. Joaquín Ríos, hasta ayer director general de Industria de la Generalitat y máximo responsable del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), ha sido uno de los últimos integrantes del Consell en completar este viaje de ida y vuelta tras el resultado electoral que deja al PP fuera de la Generalitat.

El pleno del Consell acordó ayer su cese a petición propia y le agradeció los servicios prestados en los dos años en los que ha formado parte del Consell de Alberto Fabra. Su futuro pasa por regresar a la empresa privada, si bien desde su entorno se apunta que Ríos todavía no ha decidido un destino definitivo, ya que baraja distintas ofertas.

Joaquín Ríos fue uno de los fichajes que el conseller Máximo Buch realizó a finales de 2012 como parte de la batería de cambios que introdujo para renovar el organigrama de la Conselleria de Economía y rodearse de profesionales de su total confianza.

Licenciado en Economía por la Universitat de València y MBA por el IE Business School, Ríos Casanova llegó a la administración autonómica tras casi siete años en Delta Partners Group. Cuando recibió la llamada de Buch, este experto en capital riesgo desarrollaba su labor en la oficina del grupo en Dubái.

El regreso al despacho emiraití de Delta Partners no está entre las opciones que tiene sobre la mesa, ya que su prioridad sería integrarse en la filial española de algún grupo internacional o, en su defecto, en un país europeo.

REESTRUCTURAR EL IVACE

Durante su etapa en el Consell, Ríos Casanova ha sido el encargado de liderar la reestructuración del Ivace, organismo que heredó las competencias del antiguo Impiva, así como definir los ejes de la nueva política industrial de la Generalitat Visión 2020.

Una de las tareas más controvertidas que ha llevado a cabo en los dos últimos años ha sido la reordenación de la red de institutos tecnológicos valencianos, una labor que le ha generado enfrentamientos con algunos de estos centros a raíz de la reducción de las subvenciones.

El principal punto de fricción ha sido la resistencia de la mayoría de estos centros a acudir al proceso de fusiones recomendado por la consultora BDO en el informe encargado por la Generalitat para que planteara soluciones a los centros inviables.