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MADRID (EUROPA PRESS). El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, ha asegurado que la velocidad de reestructuración de las cajas de ahorros es "adecuada", que los procesos están "bastante avanzados" y que finalizarán en "poco menos de cuatro meses".

Durante su intervención en la clausura del 'X Encuentro Financiero de Caja Madrid y El País', Rato agradeció las recomendaciones que desde el sector financiero se dan a las cajas sobre el calendario de su reestructuración, pero insistió en que las entidades avanzan bien.

"Me alegro mucho sobre las recomendaciones de velocidad que se nos hacen por parte de colegas del sector. Las entiendo y agradezco todas ellas; no están pensando ni mucho menos en las cuotas de mercado, pero es indudable que son procesos muy complejos y que el sector los va a completar en poco menos de cuatro meses", subrayó el presidente de Caja Madrid.

No obstante, matizó que no se completarán hasta el final, sino que concluirán desde el punto de vista de nuevas integraciones. En lo que respecta al SIP que lideran Caja Madrid y Bancaja, Rato subrayó que el calendario que ayer lunes aconsejó el gobernador del Banco de España coincide con el trazado por la entidad, y que el objetivo es tener el SIP plenamente constituido a principios de 2011.

El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, pidió a las cajas que concluyan la reestructuración antes de Navidad y algunas entidades bancarias, como BBVA o Banco Santander, han pedido a las cajas que la reordenación avance de forma más rápida porque el sistema y la economía así lo requieren.

En este sentido, Rato insistió en que muchos procesos se iniciaron hace sólo cinco meses y que existe la dificultad de precisar la duración óptima, porque "son operaciones complejas, que requieren cierto tiempo".

El presidente de Caja Madrid quiso insistir en que hay que transmitir confianza en el sector financiero y, en particular, en el sector de las cajas, porque las entidades saben los problemas que tienen y los están abordando con cambios históricos. "El mapa financiero será competitivo, más concentrado y eficiente para dar respuesta a las necesidades de la economía española", añadió.

No obstante, advirtió que es "ingenuo pensar" que este proceso vaya a afectar sólo a las cajas y subrayó que tanto los bancos como las cajas deben anticipar cambios estructurales "de gran calado" que preparen al sector para futuros marcos regulatorios y para competir en un mercado donde "los volúmenes tendrán bajo crecimiento, habrá más presión en márgenes, la financiación ser ajustará en importe y precios y el mapa competitivo será muy distinto".

EL PUZZLE DE LA REACTIVACIÓN DEL CRÉDITO

El presidente de la entidad también subrayó que uno de los retos a los que se enfrente al sector, además de la reestructuración, es la recuperación del crédito, lo que ha generado inquietud en el mercado. Sin embargo, defendió que las cajas y los bancos comparten esa inquietud y que el negocio bancario "vive" de dar créditos.

Rato destacó que la razón de la caída del crédito no se debe a que el sector no quiera concederlos, sino que responde a factores tanto del lado de la oferta como de la demanda. Por el lado de la oferta, Rato recordó que se ha producido un endurecimiento de los estándares crediticios, mientras que la demanda se ha debilitado por la falta de confianza de los consumidores.

En este sentido, consideró que la reactivación del crédito en España se presenta como "un complicado puzzle", cuyas piezas a encajar son la reducción del endeudamiento, la consolidación de los ajustes fiscales para "tranquilizar" a los inversores y la puesta en marcha de reformas estructurales para "animar la actividad y favorecer el empleo".

Rato también señaló que a estas piezas se debe añadir la reestructuración de las empresas de todos los sectores, no sólo del financiero, para "volver a una senda sostenible de rentabilidad". "Parece difícil pensar que el sector financiero no quiera dar créditos", añadió.

Asimismo, el presidente de Caja Madrid explicó que a la recuperación del crédito también afecta que las familias y las empresas españolas "todavía presentan niveles altos de endeudamiento", que el paro "no retrocede", la rentabilidad empresarial "es modesta", los mercados internacionales "mantienen la tensión sobre la financiación de la economía" y que el sector financiero "está en reforma".