VALENCIA. "Apunte en un papel su número de teléfono y el dueño ya le llamará", responden los resignados camareros a quien pregunta por el cartel colocado en la cristalera del Café Glorieta: "Local disponible. Razón aquí". Como el local continúa con su actividad, esta ha sido la fórmula elegida por el propietario para comercializar este bajo histórico en la esquina de la plaza de Tetuán con la de Alfons el Magnànim.
Aunque la actual propiedad adquirió el inmueble hace poco más de dos décadas, desde prácticamente un siglo este espacio ha estado dedicado a la hostelería, como lo estuvo buena parte de la calle de la Paz, que comienza en la misma manzana. De hecho, aún conserva la placa de "Hasta aquí llegó la riada. 14 de octubre de 1957" a unos dos metros de altura.
Reformado entre los años setenta y ochenta, tras su fachada acristalada almorzaban diariamente muchos de los abogados y procuradores que acudían al cercano Palacio de Justicia, a escasos metros de distancia, y el personal del Monte de Piedad, actualmente ocupada por la Fundación Bancaja tras su ampliación.
UN FUTURO POR DEFINIR
Sin embargo, la construcción de la Ciudad de la Justicia en el barrio de Monteolivete y el traslado del grueso de la actividad procesal a ese nuevo emplazamiento afectó gravemente al negocio. Además, la imposibilidad de poner terraza en la reducida acera o en los jardines cercanos han ido erosionando sus posibilidades de negocio.
El futuro inmediato del Café Glorieta pasa por la venta, aunque no se descarta el alquiler o el traspaso, en función de las ofertas que se presenten. Tampoco está claro el momento del cierre, aunque podría producirse durante el verano, según fuentes conocedoras del proceso.
Tipico sitio donde es carisimo todo y no han sabido invertir en lo ganado y no se han modernizado
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