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VALENCIA. Las cuatro formaciones implicadas en las negociaciones tanto al Consell como a la Presidencia y Mesa de Les Corts han firmado unas actuaciones en los últimos días que rozan el ridículo. Todos tienen su parte de culpa de lo que está ocurriendo en la Comunitat desde el 24 de mayo. Una cita electoral a la que estas fuerzas políticas llegaban utilizando frases como "altura de miras" y "sentido de la responsabilidad" para resolver con éxito el reto de acometer el tan cacareado cambio en tierras valencianas.
La jornada del miércoles reunió todos los ingredientes necesarios para concluir que las negociaciones -si es que realmente las hay- están siendo un sainete en todos los ámbitos.
Compromís convocaba ayer una rueda de prensa urgente ante la suspensión de negociaciones anunciada con el PSPV. La coalición rebajaba el tono e invitaba al PSPV a sentarse en una mesa a hablar "sin imposiciones previas". Los socialistas se han venido quejando de que Mónica Oltra ha ignorado las propuestas de Ximo Puig para reunirse cara a cara.
Desde Compromís han protestado por que consideran que el PSPV pretendía obligar a esta formación a renunciar a la Presidencia de la Generalitat nada más entrar por la puerta. A partir de ahí, argumentos, declaraciones, mensajes en televisiones, periódicos y radios. Una batalla mediática destinada al desgaste de unos y otros en la que todos, con mayor o menor fortuna estratégica, participan.
Por su parte, los socialistas esgrimían este miércoles de nuevo su elemento de presión: el acercamiento a Ciudadanos (C's). El farol que había dejado de serlo por el propio empeño del PSPV. Tras un cruce de llamadas y whatsaps entre Oltra y Puig que no fructificaron en un encuentro -ambos se echan la culpa de los motivos-, los socialistas confirmaban un acuerdo con el partido de Albert Rivera para la Mesa y la Presidencia de Les Corts.
Pero no iba a ser todo tan fácil. En medio de la rueda de prensa que estaba ofreciendo el vicesecretario de Relaciones Institucionales, José Manuel Orengo, Ciudadanos emitía un comunicado en el que negaba que hubiera un pacto -lo habían confirmado fuentes oficiales apenas una hora antes- y deslizaban que el PSPV no debía hacer alcalde de Valencia al candidato de Compromís. Más tarde, por supuesto, vinieron los matices y, finalmente, parecía indicar que sí existía al menos un acuerdo verbal respecto a la Mesa de Les Corts y la Presidencia: el socialista Francesc Colomer se situará al frente de la cámara, mientras la vicepresidencia primera irá a parar a Emilio Argüeso de Ciudadanos.
No acaba ahí. Ya entrada la noche se produjo una llamada de un representante del PSPV a Compromís para tantear si la propuesta de la coalición de respaldar a un dirigente socialista para la Presidencia de Les Corts incluyendo a Enric Morera como vicepresidente seguía en pie y un representante de Podemos como secretario primero. Compromís dijo sí y se dio por acordado. Al cierre de esta edición, este diario no pudo aclarar hacia donde irá encaminado el respaldo del PSPV en la votación de las dos vicepresidencias.
PODEMOS
Tampoco Podemos se libra de todo esto. Las directrices impuestas desde Madrid han condicionado las negociaciones: el posicionamiento de Pablo Iglesias señalando a Mónica Oltra como su preferencia para presidir la Generalitat contribuyó a aumentar la presión sobre el PSPV y sobrecargar el ambiente. La apariencia de este partido ha sido, a menudo, de ‘muleta' de Compromís, un papel en el que su candidato Antonio Montiel, pese a tratar de aparentar coherencia y responsabilidad institucional, no se ha encontrado cómodo.
Un escenario en el que, ni unos ni otros, terminan de conseguir ponerse de acuerdo hacia uno u otro camino. Donde las fuerzas nuevas y emergentes se comportan de forma razonablemente similar a cualquiera de los grandes partidos y donde el cambio y la nueva política parecen más bien dos conceptos vacíos. El objetivo principal es no ser el perdedor del juego, ni terminar en una posición peor que los rivales de cara a futuras elecciones ya sean generales o autonómicas. Si esto no es así, más vale que se pongan de acuerdo -no ya con carácter urgente- sino de la mejor manera para que exista un gobierno que trabaje correctamente durante cuatro años.
FABRA SALE A ESCENA
Para compleatar el cuadro, Alberto Fabra se descolgó a última hora de la tarde con el anuncio de que optará a repetir como presidente de la Generalitat en el debate de investidura, dos semanas después de asegurar que no seguiría liderando a los populares valencianos porque había que "resetear" el partido y él no debía estar en ese proceso.
Fabra lamentó el "mercadeo" entre PSPV y Compromís, para, a continuación, ofrecer al PSPV un pacto para que Ximo Puig presida el Gobierno valenciano a cambio de que los socialistas apoyen a los populares en los ayuntamientos de la Comunitat donde son la lista más votada, situación en la que se encuentra Valencia.
Es el principio de un final anunciado.......acabarán a tortas, con insultos barriobajeros y puñaladas traperas, predicción altamente probable, lo único que hay que calcular es si el daño y la ruina que van a provocar será equiparable a la realizada por el PPCV o si conseguirán superarlo,.............yo me sumo a esta segunda hipótesis.
Cada uno que piensa lo que quiera, pero tengo bien claro que, mientras Podemos y Compromís intentan rebajar los ánimos, el resto se dedican a, como dirían allende Vinaròs, "jugar a la p*** i la Ramoneta".
Por favor dejen los EGOS y piensen en lo que corresponde.
¿rozan el ridículo? Para mi que los llamados progresistas han hecho el mayor de los ridículos. Una muestra más, y no va a ser la única, de que a los políticos, a los que estaban y a los que vendrán, los problemas de los ciudadanos les importan bien poco. La esperanza es que éstos roben menos.
Al final tenemos lo que nos merecemos. Un montón de gente que quiere tocar el poder.
Señor Aguar, parece que tiene incomprensibles lagunas de memoria de lo ocurrido hace solo 48 horas.. Donde esta la referencia a la cena entre Puig Y Fabra, nada un detalle sin importancia, verdad
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