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VALENCIA (EP). El secretario general del PSPV, Ximo Puig, aseguró este sábado ante el Comité Nacional del partido que los socialistas han "ganado a pulso el crédito y la confianza para liderar el cambio desde la izquierda" y ha advertido: "nunca permitiré superioridades morales, ni damos ni aceptamos lecciones de nadie; la misma dignidad tiene un voto a los socialistas que a cualquier otra formación".

Además, volvió a repetir que si los votos socialistas "son dignos para apoyar también lo son para ser apoyados, respetando el resultado de las urnas y con reciprocidad". "Y nadie desde Madrid decidirá quién es el presidente de la Generalitat Valenciana", apostilló en una clara referencia al líder de Podemos Pablo Iglesias.

Sobre un posible Consell resultado de la negociación con Compromís (que ha insistido en reclamar la presidencia) y Podemos (que podría apoyar pero sin integrarse) aseguró que en cualquier democracia si la fuerza más votada no puede formar gobierno es la segunda la que tiene que hacerlo. "Y eso estamos haciendo", ha apuntado.

A los militantes y cargos presentes en el Comité Nacional, les pidió su aval y confianza para formar el primer gobierno de izquierdas en 20 años en la Comunitat, que ha prometido será "progresista, sólido y solvente; sin frentismos y gobernando para todos los valencianos, hayan votado a quien hayan votado".

"Y lo vamos a hacer con diálogo, responsabilidad y humildad", añadió. "Formaremos gobierno desde el diálogo y gobernaremos desde el diálogo, el que estamos practicando de forma sincera desde el primer día buscando un acuerdo con todos los partidos que han ido a las elecciones pidiendo cambio", explicó.

PROBLEMAS EN VALENCIA

Puig, comezó su discurso agradeciendo el trabajo de militantes y simpatizantes socialistas, ha analizado el resultado de los comicios del 24 de mayo y añadió que la primera conclusión es que "la gran mayoría de los valencianos han votado cambio" y el PSPV "sale fuerte en un contexto difícil" en el que "muchos nos daban por amortizados".

Aunque aboga por huir de los "triunfalismos", recalcó que es la primera fuerza de la izquierda y ha superado "con solvencia" las predicciones de "los agoreros". No obstante, alertó sobre el mensaje de las urnas en las grandes ciudades como Valencia, donde los socialistas tienen "un problema de calado". En el Cap i Casal, el candidato Joan Calabuig fue la cuarta fuerza con cinco concejales (perdió tres y cerca de 30.000 votos con respecto a 2011).

Frente a ello, instó a "restablecer la conexión con las clases medias ciudadanas" porque "va el futuro en ello". Así, adelantó que propondrá celebrar una conferencia específica que aborde causas y soluciones y elabore un plan específico para su recuperación.

AGENDA DEL CAMBIO

Puig también se refirió en su intervención a la agenda del cambio que planteará si es presidente y recordó que en los cien primeros días sus medidas serán realizar una auditoría ética, acabar con el copago y la privatización de la sanidad, impulsar la educación pública a partir de los dos años, abrir los comedores escolares, hacer que los pensionistas que ganen menos de 1.000 euros no paguen por sus medicinas y acometer la reindustrialización de la Comunitat.

Además, añadió, convocará el primer día de gobierno a empresarios, sindicatos, universidades y representantes de la sociedad civil para impulsar los 'Pactos de la Generalitat'. Asimismo, afirmó que su primera llamada como President será a las víctimas del metro "para pedirles perdón en nombre de todos los valencianos" y la segunda "a Rajoy para exigirle la financiación que en justicia nos corresponde a los valencianos".