VALENCIA (EFE). El premio Nobel de Medicina en 1993, Richard Roberts, ha defendido hoy la seguridad de los alimentos modificados genéticamente o transgénicos como una cuestión básica a la hora de afrontar el problema de la escasez de recursos ante una población mundial creciente.
Roberts, que ha ofrecido hoy una rueda de prensa, es uno de los veintiún premios Nobel que se han dado cita en Valencia como miembros del jurado de los Premios Rey Jaime I 2015, que se fallan mañana en su vigésimo séptima edición.
Según el premio Nóbel, las modificaciones genéticas actuales son "mucho más seguras" que las tradicionales, en las que se utilizaban radiaciones o procesos químicos, motivo por el cual ha lamentado que "determinados partidos políticos" alienten la crítica hacia estas técnicas.
"Hoy en día podemos conocer exactamente qué gen queremos utilizar, podemos ver qué hace, cómo interactúa con otros y comprobar si funciona o no, no tenemos cambios inesperados, hacemos pruebas constantes, pero los verdes (en alusión a los partidos políticos) se preocupan por ello, cuando deberían preocuparse por las técnicas tradicionales de modificación genética", ha añadido.
"La gente necesita comer. En Europa hay suficiente comida, pero en otras partes del mundo la escasez será cada vez mayor, y decir que hay técnicas que por sí mismas son peligrosas es un crimen, no es justo, se oprime al mundo en desarrollo", ha opinado.
Este científico ha puesto como ejemplo el descubrimiento del Golden Rice o arroz con betacaroteno, orientado a suplir las deficiencias de vitamina A.
"Cada año mueren entre 1,5 y dos millones de niños por déficit de esta vitamina. La investigación del Golden Rice fue un éxito, pero los partidos verdes la pararon, se quemaron los campos. ¿Cuántos niños más han de morir antes de que se pongan fin a estas restricciones criminales?", se ha preguntado.
En su intervención, Roberts se ha mostrado crítico con la industria farmacéutica porque, a su juicio, "no tiene interés alguno en curar, sino en vender su producto, de modo que para ellos lo mejor es un tratamiento crónico".
"Vivimos en un sistema capitalista, no tengo problema con ello, creo que hay que buscar otras vías, como el apoyo a la investigación, porque realmente creo que nadie espera que la industria nos cure. Un buen ejemplo de ello es que no se buscan nuevos antibióticos", ha añadido.
Preguntado por su defensa de las bondades de los transgénicos, frente a la crítica a las farmacéuticas, Roberts ha explicado que "si no tenemos qué comer ya no nos preocuparemos por las medicinas. La comida es un aspecto básico de la vida".
"Si uno está contra la industria (sector agroalimentario), contra el negocio, ha de ir contra ello, pero no contra las técnicas que se usan para crear alimentos transgénicos, porque son completamente seguras", ha afirmado.
Este biólogo molecular británico obtuvo el Nobel de Medicina en 1993, junto a Philip Sharp, por el descubrimiento de los 'genes divididos' que dan lugar a expresiones alternativas de proteínas por un mecanismo denominado 'ensamblado alternativo' de las distintas partes de un gen, lo cual supuso acabar con uno de los dogmas de la genética: un gen, una proteína.
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