Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. Se titula El ajedrez del virrey (Alena Editors), pero el título original incluía una coda esclarecedora: Nuevos horizontes para el ajedrez; la promoción del peón según su columna. El libro lo ha escrito el valenciano José Antonio Garzón, uno de los grandes historiadores del juego, y constituye una aproximación novedosa al que posiblemente sea uno de los movimientos más revolucionarios del ajedrez: el momento en el que el peón llega al final y se corona.

El ajedrez del virrey tiene algo de manual histórico y mucho de ensayo sobre el juego. Garzón, conocido por sus trabajos sobre la creación del ajedrez moderno con la invención de la Reina en Valencia a finales del siglo XV y el incunable perdido de Francesch Vicent, comenzó a plantearse este nuevo libro con motivo de la visita a la ciudad en mayo de 2011 de su amigo Michael Negele, compañero de la Ken Whyld Association.

"Apareció en nuestras conversaciones el tema de la coronación del peón según su columna, y un primer esbozo de su presencia en la historia del ajedrez. Ambos concluimos que sería una buena opción de futuro para el ajedrez, en una apuesta por la creatividad y la renovación del juego. Desde ese día he pensado y después trabajado en este proyecto", escribe Garzón.

Este miércoles, acompañado por el bibliófilo y también escritor Rafael Solaz, Garzón presentó en Ámbito Cultural de El Corte Inglés el resultado de sus desvelos, cuatro años después de aquellas tertulias con Negele y otros ajedrecistas, un trabajo publicado en edición bilingüe (español/inglés), lleno de aportaciones y que sobresale por su "pequeña modificación" en las reglas que altera "radicalmente" el ajedrez tal y como lo conocemos, y que, por ejemplo, dificultará aún más las victorias de las máquinas sobre los humanos al provocar numerosas alteraciones en las fases del juego, "demoliendo por completo la teoría del final de partida", dice.

Su propuesta es que a partir de ahora la promoción del peón sea según el rango de la pieza que inicialmente se encuentra en la columna de promoción. "Una revolución es, para nosotros, tanto más grande en la medida en que es capaz de dinamizar la realidad sobre la que actúa, introduciendo el mínimo de normas nuevas o cambios", escribe el historiador valenciano. Y eso es lo que pretende.

Una apuesta de futuro que se alimenta de pasado, de la historia del ajedrez. Tras realizar un exhaustivo y preciso recorrido, El ajedrez del virrey se detiene en las más interesantes propuestas de renovación del juego y especialmente en aquellas donde se propugnaba la promoción según columna.

Así, el lector conoce las soluciones ofrecidas en la Persia del siglo VI, o las del ajedrez árabe en el siglo VIII (en el que el peón era promocionado a firzán o alferza, una pieza hoy perdida y que fue sustituida por la reina), o las incluidas en el Libro de los juegos de Alfonso X el Sabio (el peón se convertía en la pieza de la columna que ocupaba). Pero también se aproxima a otras más recientes como la de Londres en 1808, la actual, en la que la promoción es libre sin ninguna limitación, o la de Borao en 1858, quien propugnaba que el peón se convirtiera en dama y, en caso de la que dama original siga en el juego, la promoción menor.

Un movimiento, el de la promoción del peón, repleto de simbolismos. Se atribuye a Napoleón la frase de que todo soldado lleva en su jubón el bastón de mariscal, inspirada en el ajedrez y que ponía en valor la importancia de todas las piezas. Ahora que todo está cambiando, es quizás también hora de que los peones tomen el poder en el ajedrez.