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VALENCIA. El PSPV-PSOE cumplió este sábado con el expediente de no fracasar en el mitin de la Plaza de Toros de Valencia, el único de estas características que tendrá lugar en España a cargo de la formación socialista. El reto se lo autoimpuso la federación valenciana pese a las reticencias de Ferraz: el resultado, un lleno ajustado con el que se salvaron los muebles dignamente en un momento, y esto es lo destacado, de cierta desafección hacia el partido que lidera Ximo Puig. 

La misión no era fácil. Las encuestas, pese a que otorgan al PSPV la etiqueta de segunda fuerza política en la Comunitat, también arrojan su peor resultado histórico debido al crecimiento o irrupción de otros partidos políticos a su izquierda. En un momento delicado, los socialistas valencianos demostraron que su estructura orgánica sigue funcionando como para atreverse con el coso taurino. Un escenario que se llena, principalmente, a base de autobuses (el PSPV fletó algo más de 200) con lo que resulta fundamental la colaboración de las distintas agrupaciones del partido en toda la Comunitat Valenciana.

El resultado, congregar en torno a 12.000 personas un caluroso sábado de mayo, es más que aceptable... si la Plaza de Toros de Valencia no fuera el recinto tradicional para los mítines del PPCV, que se enfrentará al reto el próximo jueves. El PSPV fue osado: escenario limpio y no demasiado grande, sin estructura ni cobertura trasera -como sí se hizo en ediciones anteriores-, un truco que permite jugar con algunos miles de asientos si peligra el lleno.

De hecho, algunas 'calvas' había en la grada. Otro ardid del que se prescindió fue el de situar una lona en la parte más alta del coliseo, forzando así a los asistentes a cubrir hasta el último hueco de las gradas más visibles. En un día como el de ayer, a más de 30 grados, resultaba imposible convencer a los espectadores de que abandonaran el citado 'palomar' donde había sombra para hacer asarse bajo el sol y cumplir el objetivo de que no hubiera ni un asiento en blanco a la vista. 

En la arena también había espacio para más. Si bien la tarima de los oradores no era ostentosa, también se reservó un espacio importante para la banda musical del PSPV: además, sillas con cierta separación -quizá 1.500- y dejando un amplio espacio al fondo. Ya en la intervención de Pedro Sánchez, se vio algún hueco en el graderío, posiblemente fruto de la alta temperatura. En cuanto al tifo preparado para el evento, no terminó de salir redondo aunque la intención de ofrecer una buena imagen de la plaza quedó cumplida. 

En definitiva, los socialistas valencianos salieron vivos del propio reto que habían decidido asumir. La jornada no se puede calificar de éxito absoluto, pero dadas las circunstancias que vive -y ha vivido- el PSPV-PSOE, sí pone de relieve que la formación socialista sigue siendo sólida y, al fin y al cabo, la única que se atreve a retar al PP valenciano en su propia 'casa'. El jueves, examen para los 'populares'.