VALENCIA (EFE/VP). La alcaldesa de Valencia desde 1991, Rita Barberá, seguirá siendo la más votada en la ciudad pero perderá la mayoría absoluta en los comicios del 24M, según los sondeos, con la incógnita de qué hará Ciudadanos, su posible llave de gobierno, que ha protagonizado actos junto a la oposición de izquierdas.
Barberá, la veterana de los alcaldes de las capitales de provincia españolas y a la que el propio Mariano Rajoy ha definido como la alcaldesa "más emblemática de toda España", aspira a la reelección con la difícil tarea de mantener los buenos resultados de elecciones anteriores.
Sin embargo, las encuestas publicadas hasta ahora no son muy alentadoras para los populares, que han llegado a tener 21 concejales en un Ayuntamiento con 33 escaños, y que ahora se quedarían, según todos los sondeos, a mucha distancia de la mayoría absoluta, que se sitúa en 17 escaños.
En la última encuesta del CIS, el PP ganaría las elecciones municipales con el 35,7 % de votos que supondrían 13 concejales (una pérdida de siete) y podría gobernar con el apoyo de Ciudadanos, que con el 14'4 % de los votos obtendría 5 concejales de los 33 del Consistorio.
El PSOE obtendría el 15,9 % de votos y 6 ediles (perdería dos) y entrarían València en comú -que aglutina a miembros de Guanyem y Podemos- (13,2 %) y Ciudadanos (14,4 %), con 5 ediles cada uno.
Compromís sería la quinta fuerza, con el 10,4 % de los votos y 4 ediles (uno más) y Esquerra Unida perdería sus dos concejales, al quedarse con el 4,5 % de los votos.
Si el PP quiere mantenerse en el poder tendrá que buscar aliados de gobierno, algo complicado pues su única opción sería alcanzar un acuerdo con Ciudadanos, pues tanto el PSPV, Compromís, EUPV y Podemos (que se presenta bajo la marca València en Comú) no dudarán en formar coalición con tal de "desalojar" a los populares.
En las últimas semanas, Ciudadanos ha apoyado actos junto al resto de grupos de la oposición en contra del actual equipo de gobierno y del PP, como los celebrados en defensa de la actual configuración urbanística del barrio del Cabanyal y en apoyo de las víctimas del accidente de Metrovalencia de 2006 que causó la muerte a 43 personas.
Esta es la primera cita electoral en la que Barberá, quien ocupa la Alcaldía de Valencia desde 1991 y gobierna con mayoría absoluta desde 1995, ve amenazada su continuidad, y donde los partidos de la oposición vislumbran la posibilidad de hacerse cargo del gobierno municipal.
Para estos comicios, Barberá ha optado por una lista prácticamente igual a la de hace cuatro años aunque con algunas ausencias notables, como la de quien fuera durante años su mano derecha y "número dos", Alfonso Grau, quien tuvo que dimitir en marzo al ser procesado en el caso Nóos.
Otro de los hombres fuertes de Barberá, Miquel Domínguez, ha dado el salto a la lista autonómica, de la que ella misma forma parte como número dos, lo que la convertirá en la única diputada que seguirá ocupando un escaño de forma ininterrumpida desde que en 1983 se iniciara la primera legislatura del Parlamento valenciano.
La única novedad destacada de la lista de Barberá es la entrada, en el cuarto puesto, del ex secretario autonómico de Hacienda y Presupuestos Eusebio Monzó, quien estuvo imputado por supuestas irregularidades en el Centro de Convenciones de Castellón diseñado por Santiago Calatrava, aunque la causa finalmente se archivó.
Además, la exconcejala y actual esposa de Grau, María José Alcón, que figuraba en el número 16 de la candidatura, ha renunciado al puesto, después de haber sido suspendida de militancia la semana pasada en el PP por aparecer en supuestas grabaciones del caso de supuesta corrupción en la empresa pública de la Diputación de Valencia Imelsa.
Los socialistas, aunque mantienen al mismo candidato de hace cuatro años (Joan Calabuig), presentan una lista más renovada, en la que destaca la entrada, como número dos, de la joven abogada que ha llevado la personación del grupo socialista en el caso Nóos, Sandra Gómez.
Las encuestas también vaticinan una notable caída de concejales para este grupo, que cuenta con ocho ediles en la actualidad, mientras que Compromís podría incrementar su representación y EU se mueve entre mantener representación y quedarse fuera del Ayuntamiento.
Así, la mayor parte de los escaños que perderían el PP y el PSPV serán para los nuevos partidos Podemos y Ciudadanos que, según las encuestas, irrumpirían en el Consistorio con entre cinco y siete escaños, y muy probablemente tengan la llave del futuro gobierno, mientras que UPyD parece que se quedará fuera del Ayuntamiento.
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