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VALENCIA (EFE/VP). La calle Félix Pizcueta de Valencia ha sido reabierta al tráfico tras finalizarse las obras de renovación de sus infraestructuras que ha llevado a cabo la delegación de Urbanismo del Ayuntamiento.

Estas obras, ha informado el Consistorio en un comunicado, forman parte de la remodelación de parte del Ensanche puesta en marcha por el Ayuntamiento, y han contado con una partida de 360.000 euros, con cargo al presupuesto municipal.

Las mejoras han consistido en modernizar la calzada con la colocación de pavimento fonoabsorbente para atenuar el ruido del tráfico, instalar alcorques y árboles, colocar nuevo mobiliario urbano y servicios de alumbrado, papeleras y aparcabicis.

Se han ampliado las aceras, instalándose en ellas un pavimento especial "anticontaminación", que ha contado con financiación europea. Las obras han abarcado también los chaflanes de esta vía con la calle Cirilo Amorós.

Al mismo tiempo, las obras para modernizar otras tres calles del Ensanche están en proceso de licitación o concurso público. Se trata de las obras de renovación de infraestructuras en las calles Pizarro, Hernán Cortés y Conde Salvatierra, incluidas en este plan del Ensanche.

Estos tres proyectos están financiados con cargo al plan especial de apoyo a la inversión productiva en municipios de la Comunitat Valenciana o "Plan Confianza". En conjunto, la modernización de estas cuatro calles y sus intersecciones ha contado con un presupuesto global que supera los 3 millones de euros.

El Concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, ha destacado que con estas obras "se pretende potenciar los itinerarios peatonales en el Ensanche, de hecho el espacio para el peatón crecerá en un 20 % tras haber acometido la ampliación de aceras y de chaflanes, reordenando las zonas de carga y descarga para el comercio, los aparcamientos y las paradas de EMT".

Los anchos de acera existentes en estas vías, de menos de dos metros en la actualidad, pasarán a tener entre tres y cuatro metros en función de las características de cada calle.

En algunos puntos llegarán hasta los cinco metros de anchura, concretamente en puntos de las intersecciones con la calle Cirilo Amorós, facilitando de este modo la movilidad peatonal.

En estas intersecciones, o chaflanes, se instalará un pavimento con adoquines que atempera la velocidad de los vehículos y es más resistente frente al fuego de las fallas, dado que ahí se suelen ubicar los monumentos falleros.

De hecho, en la calle Félix Pizcueta que se ha abierto hoy a la circulación de vehículos, se han prolongado las obras unos días más debido a que este tipo de pavimento formado por adoquines ha necesitado algo más de tiempo para fraguar y quedar completamente asentado, en el cruce de esta vía con Cirilo Amorós.