VALENCIA. De origen musulmán, tardomedievales, del XVIII y mucha obra fabril del XIX. Así es el patrimonio inmueble abandonado de los barrios de Marxalenes y Benicalap, joyas arquitectónicas que permanecen olvidadas por las rutas oficiales y que se encuentran en estado de ruina en algunos casos. Las alquerías, las fábricas, todos esos edificios singulares que hoy permanecen soslayados por las instituciones, serán puestos en valor gracias a una iniciativa civil.
El próximo sábado 16 de mayo a partir de las diez y media de la mañana se pondrá en marcha la primera edición de una original ruta cultural que se podría denominar como la Ruta de la Vergüenza, porque quien la siga podrá contemplar la pésima conservación de algunos de estos edificios singulares.
La ruta arrancará desde la puerta principal de Bombas Gens, recayente a la Avenida Burjassot, una antigua fábrica art decó de bombas hidráulicas que fue adquirida por la fundación Per Amor A l'Art para ser recuperado tras décadas de abandono y desidia municipal. Desde allí se visitará la Almazara Los Alfonso, dentro del Parque de Marxalenes, para continuar hacia las Alquerías de Olba y la fábrica de La Ceramo, protagonista estos días en la prensa por el inicio de las obras de limpieza y consolidación tras las quejas del Síndic de Greuges a instancias de Círculo por la Defensa del Patrimonio.
La ruta finalizará en el entorno del parque de Benicalap, donde se encuentran joyas del patrimonio rural, en el límite de la ciudad con la huerta, como son la Alquería del Moro, original del siglo XV, y la de la Torre, de origen tardomedieval y rehecha en el siglo XVIII, así como el palacete conocido como La Quinta de Nuestra Señora de las Mercedes o Casino del Americano.
"Si te fijas entre Marxalenes y Benicalap tenemos un patrimonio espectacular, pero se encuentra abandonado", se lamenta César Guardeño, presidente del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural. Es esta entidad precisamente la impulsora de la iniciativa. Representantes de esta asociación y de APIVA serán los guías de una visita que contará con la participación de activistas del barrio como Antonio Marín, o la del último propietario de La Ceramo, Alfonso Pastor, así como estudiantes de la Universitat de València que están investigando la historia de este emblemático edificio.
A esta ruta se ha sumado también CaminArt, una cooperativa cultural dedicada a la divulgación del patrimonio, que aportará las explicaciones históricas y artísticas. Esteban Longares, presidente de esta asociación explica que colaboran con esta iniciativa "desde el minuto uno" porque les parece "imprescindible" divulgar el patrimonio de los barrios. Como ejemplo cita el hecho de que de los hornos de La Ceramo salieron las piezas cerámicas que decoran edificios como la Estación del Norte, el Palacete de Ayora, el edificio de los Almacenes Isla de Cuba, el Mercado Central o el de Colón, y "es importante que la gente lo sepa de primera mano visitando el edificio". Además, añade, quieren "recordar a las instituciones el papel dinamizador y de reactivación económica y generador de empleo que debe jugar el patrimonio, también en los barrios".
Durante el transcurso de la ruta, las asociaciones organizadores explicarán el trabajo realizado a lo largo de los años con sus denuncias por escrito para exigir la conservación, rehabilitación y puesta en valor de los bienes mencionados. Son precisamente "todos estos expedientes administrativos abiertos con la Conselleria de Cultura y el Ayuntamiento de Valencia" los que les han movido a dar este paso adelante para poner en marcha un recorrido que, como resalta Guardeño, pretende "reivindicar de nuevo la rehabilitación de este patrimonio y su puesta en valor".
"Los edificios que vamos a enseñar poseen un valor histórico artístico y cultural de primer nivel a pesar del abandono al que los tienen sometidos la administración pública valenciana y sus legítimos propietarios. La triste realidad es que para la Administración también hay patrimonio de primera clase y de segunda, un ejemplo más de la ciudad dual que ha promovido el Ayuntamiento de Valencia".
Como ejemplo, Guardeño relata la situación de la Alquería de la Torre, que visitaron recientemente con un medio local. Cuando accedieron al inmueble descubrieron que "dos indigentes vivían allí". "Había colchones, había comida, había velas, había de todo", relata. En esta alquería los miembros de Círculo descubrieron este jueves imágenes de su interior, pinturas del XVIII sobre las que reclamaron su recuperación.
La recaudación de ésta y otras rutas que se realizarán sobre el patrimonio industrial y rural de los barrios de Benicalap y Marxalenes irán destinadas íntegramente a sufragar un documental sobre La Ceramo, en el que, además de contar la historia del edificio y su fabricación, se relatará la lucha emprendida hace décadas por unas asociaciones en defensa del patrimonio que se niegan a aceptar que el destino de estos inmuebles sea el abandono.
Felicito alas personas y grupos que, ANTE LA PASIVIDAD DE LAS INSTITUCIONES,,ponen en marcha esta estupenda iniciativa.
Una oportunidad única para conocer in situ las graves problemáticas que padecen los barrios periféricos, los barrios obreros de Valencia, relegados al olvido por todos. Ahora se habla siempre de Ruzafa y del Cabanyal y muchos olvidan que hay que abordar los problemas urbanísticos desde una óptica global y solidaria, evitando el victimismo y las adolescentes reivindicaciones, pues nos conducen a la nostalgia y nos inmovilizan. La denuncia eficiente y la movilización son la clave si realmente queremos recuperar esos conjuntos rurales e industriales en el futuro. Hasta ahora no se ha hecho nada más que ejercer la nostalgia y el lamento; toca luchar y denunciar de manera unitaria y constante el bochornoso abandono y expolio que sufre gran parte del Patrimonio Cultural Valenciano.
Qué vergüenza que ocurran estas cosas. Ya sabía que las visitas de CaminArt son muy interesantes, pero ésta,además es necesaria
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.