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VALENCIA. Las principales empresas de la industria de la alimentación y las bebidas de la Comunitat Valenciana cerraron un difícil 2013 con aumento de beneficios y siguen consolidándose como uno de los motores de la economía valenciana. También crecen en ventas, crean más empleo y refuerzan su solidez financiera pese a la dura coyuntura por la crisis y por tener que ajustar al máximo costes y precios.

En 2013 las compañías agroalimentarias de España continuaron siendo un sector estratégico de la economía española, manteniendo su posición de primer sector industrial, con el 8,9% del PIB nacional.

Según un informe de la consultora KPMG que fue presentado este jueves en la Fundación de Estudios Bursátiles de Valencia, 19 de las 21 sociedades valencianas analizadas obtuvieron beneficios en el ejercicio de 2013. En total, 105 millones de euros, una cifra ligeramente inferior a los 119 millones de margen neto registrados en 2012. Supone una reducción del 11% (consecuencia de la reducción en el resultado de explotación y del resultado financiero; aunque entonces fueron 20, una más, las firmas que consiguieron beneficios).

El trabajo ha analizado en profundidad las cuentas de 12 interpreveedores de Mercadona (entre ellos Martínez Loriente, Huevos Guillén o Verdifresh, entre otros) y otras 9 empresas de distribución libre (como Dulcesol, Importaco, o Chocolates Valor). Curiosamente las obligaciones y exigencias de la compañía de Juan Roig obligaron en 2013 a sus interproveedores a ajustarse al máximo para satisfacer las exigencias del Jefe, o sea, el cliente, según la jerga de Roig. Por ello, aumentaron más su rentabilidad las compañías no sujetas a un único distribuidor.

AJUSTES NECESARIOS

KPMG confirma que las empresas "han realizado los ajustes y transformaciones necesarios para adaptarse a una coyuntura económica muy adversa estos años atrás. La caída de precios en la gran distribución así como una mayor competencia han obligado a estas empresas, en su gran mayoría pymes, a ganar en eficiencia y reducir sus márgenes comerciales para no perder cuota de mercado".

En el lado positivo crecieron las ventas un 2,2% hasta 3.517 millones de euros (por 3.440 en 2012), y un margen neto del 3% como diferencia entre los ingresos y los gastos (menos que en 2012 que fue del 3,4%)

Las firmas realizaron un gran esfuerzo hasta el cierre de 2013 que quedó patente en la evolución de las ventas y el mantenimiento del empleo. En concreto, en este segundo apartado las 21 firmas crearon 8.304 puestos de trabajo (por 8.137 en 2012). La industria agroalimentaria ha creado en total 169 empleos netos desde 2010 (en unas empresas que en un 57% tienen un tamaño medio de menos de 250 empleados).

MERCADO EXTERIOR Y SOLIDEZ FINANCIERA 

Y respecto al futuro los analistas de KPMG entienden que la búsqueda de nuevos mercados internacionales debe seguir considerándose uno de los ejes futuros del crecimiento de la industria agroalimentaria: "En realidad el aumento de las exportaciones está siendo sido muy plano, excepto en contadas excepciones", ha señalado el consejero de KPMG en Valencia, Bernardo Vargas. Las empresas valencianas destinaron un exiguo 7% a la exportación, una cifra inferior al conjunto del sector español que permite pensar que hay un amplio margen de mejora, "porque nuestra empresas ya están preparadas para vender fuera y crecer así en volumen de producción", ha añadido Vargas.

Un último punto destacado también en el informe es la solidez financiera de las sociedades agroalimentarias valencianas. "En términos de balance se han mantenido estables respecto a 2012, reduciendo de forma significativa el endeudamiento a largo y a corto plazo, incrementando considerablemente la liquidez y presentando una estructura sólida en la que los fondos propios son superiores a las deudas con terceros, aunque se han distribuido menores dividendos que en 2012", concluye el análisis.