Los socialistas resisten como segunda fuerza aunque temen una posible alianza de los 'populares' con el partido de Albert Rivera. Tras 20 años del PP en la Generalitat, la pregunta sin respuesta es si Ciudadanos permitirá que Alberto Fabra vuelva a ser presidente del Gobierno valenciano
VALENCIA. 16 días quedan para que los valencianos acudan a las urnas para decidir si depositan la confianza en el partido que ha gobernado los últimos 20 años, el Partido Popular, o deciden apostar por un cambio dando su respaldo a otra fuerza política, ya sea de las emergentes o de las que han estado en la oposición. La campaña dio su pistoletazo de salida anoche con la tradicional pegada de carteles: el PP entra en la recta final con una crisis abierta por el caso Imelsa, el PSPV lo hace con ciertas dudas sobre sus posibilidades y, respecto a las otras fuerzas, la gran incógnita sigue flotando en el ambiente (más aún tras el último barómetro del CIS): ¿Pactará Ciudadanos con el PP?
Y es que el gran debate de las últimas semanas viene siendo si la formación 'popular', con Alberto Fabra al frente, logrará contener lo suficiente su caída como para que, sumando con Ciudadanos (C's), el dirigente del PP continúe manteniéndose al frente de la Generalitat. El partido que lidera Albert Rivera, cuya candidata al Consell es Carolina Punset, lanza balones fuera y asegura que no piensa formar gobierno ni con PP ni PSPV si es la segunda fuerza. Lo de respaldar una investidura tampoco parece un paseo -solo hay que ver Andalucía, aunque en ese caso el pacto parece destinado a posponerse tras el 24M-, aunque la fe de los 'populares' en que habría pacto con C's es notable. De hecho, fuentes de este partido aseguran que ya hubo en su día contactos con miembros de UPyD que ahora están en el partido de Rivera en esa línea.
En cuanto a cómo llegan a los comicios cada uno de los partidos con opciones de entrar en Les Corts, las situaciones son dispares. Los nervios están presentes en todas las formaciones, aunque cada una de ellas tiene su particular 'cruz'.
En el PPCV, el fantasma de la corrupción acosará hasta el último minuto a la marca y, por extensión, al candidato 'popular' a la Generalitat, Alberto Fabra, precisamente el que más se ha empecinado en librar a su partido de sospechas. Estas maniobras basadas en su flexible 'línea roja' han tenido como objetivo dar la imagen de regeneración y transparencia en el partido y, al mismo tiempo, propiciar un acercamiento a Ciudadanos (C's), que ya ha afirmado por activa y pasiva que ese tipo de limpieza es condición sine qua non para poder conceder un respaldo. Sin olvidar, para qué negarlo, el beneficio para Fabra de apartar a dirigentes incómodos como Alfonso Rus que podían plantarle cara si hay fracaso el 24M.
En cuanto a los socialistas valencianos, como escribió George Washington en la Batalla de Trenton: "Victoria o muerte". El CIS de este jueves arrojaba una estimación difícil de digerir para el PSPV que lidera Ximo Puig: 19,9% es la previsión frente al 24,3% que se le concede en el ámbito nacional. Desde Blanquerías aseguran que la "cocina" del barómetro del CIS ha funcionado "a pleno rendimiento" y se conceden unos puntos por encima de ese resultado y, al mismo tiempo, restan porcentaje a los 'populares'. En esa diferencia está la respuesta a que Puig sea presidente de la Generalitat o no. Internamente, el PSPV ha aparcado las pugnas internas ante la posibilidad únida de gobernar... pero que nadie se engañe: si el 24M hay fracaso, el resopón electoral será conspirativo.
Podemos, la fuerza emergente junto a C's, ha conseguido calmar las revueltas internas a cuenta de las listas pero sigue latente cierta convulsión por los incidentes nacionales, como el portazo de Juan Carlos Monedero. El sondeo del CIS indica una representación importante en Les Corts aunque no parece que pueda amenazar el segundo puesto que ocupa el PSPV-PSOE: con estos números, será otro de los ejes del pacto de izquierda que aboga por un cambio en la Comunitat frente al PPCV.
En lo que se refiere a Compromís, internamente parece llegar al inicio de campaña como una balsa de aceite. Posiblemente será otra de las formaciones que tenga graves problemas internos si no hay un resultado que permita situar a Mónica Oltra como presidenta o, al menos, participar de un gobierno de izquierdas. Pese a que las encuestas le otorgan cierta desventaja -muy acentuada en el CIS de ayer- respecto a otras fuerzas como Podemos o C's, desde la coalición confían en superar a estas formaciones en la recta final y convertirse en un partido decisivo tras los comicios.
Una de las peleas más atractivas de estas elecciones es la que mantiene Esquerra Unida contra los números. Su candidato a la Generalitat, Ignacio Blanco, destacado junto a su equipo por el trabajo desempeñado en Les Corts en los últimos años, ha echado el resto en la precampaña -de EU fue la denuncia que ha dejado fuera de juego a Alfonso Rus (PP)- y trata de ganarle la carrera al listón electoral del 5%. Según diversos analistas, si EU queda fuera de Les Corts, el PP podría ser el gran beneficiado de los restos. El CIS de este jueves le dejaba a las puertas por apenas siete décimas.
También quedaba fuera según el barómetro, aunque sin apenas posibilidades, UPyD. La formación magenta, arrinconada por Ciudadanos y con numerosos problemas internos en el ámbito nacional, está acusando además el abandono por discrepancias con Rosa Díez de su candidato a la Generalitat Toni Cantó, sustituido después por Alicia Andújar. El barómetro conocido este jueves les otorgó un 1,5%.
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