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VALENCIA. (X. A. /EP). Los altos cargos del PPCV siguen enviándose recados a través de los medios de comunicación. Como ya informó este diario, los 'populares' valencianos parecen haber decidido adelantar un mes la batalla prevista si había un mal resultado en las elecciones autonómicas y locales que se celebran el 24 de mayo.

El presidente de la Diputación de Valencia y líder provincial del PP, Alfonso Rus, que se encuentra en una situación delicada por la denuncia de EU sobre una posible trama de corrupción relacionada con Imelsa, ente público dependiente de la corporación provincial, lanzó ayer un furibundo contraataque en forma de declaraciones que no dejaron a nadie indiferente dentro de la formación 'popular'.

"Esto es un complot contra Rus, no contra Imelsa o la Diputación. El 25 de mayo -día después de los comicios- diré de dónde creo que viene", aseguró el barón del PP. Unas afirmaciones que parecen aproximarse de nuevo a la teoría del "fuego amigo" que ya esgrimió días atrás. De todos es conocido en la formación 'popular' que la relación entre Rus y el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no ha sido especialmente buena a lo largo de la legislatura.

Los recelos del entorno de Rus hacia Presidencia de la Generalitat han aumentado proporcionalmente a medida que se han sucedido las informaciones sobre el barón provincial, pese a que fue Esquerra Unida quien presentó una denuncia en la Fiscalía sobre la presunta trama. No obstante, desde la dirección provincial del partido se ha incrementado el malestar con el entorno del jefe del Consell ante lo que califican como "medidas de presión" para forzar la dimisión de Rus. El propio Fabra reiteraba ayer que abordaría la expulsión del barón del PP si se hacían públicas grabaciones en las que se "demostrasen" actuaciones "irregulares".

Rus, a su manera, respondió al jefe del Consell con sus declaraciones: "Fabra en ningún momento ha dicho que no me apoya, a lo mejor no con mucho énfasis", subrayó, citando previamente haber recibido el respaldo público de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y de las bases del partido. Unas palabras con las que Rus parecía deslizar que las explicaciones que pueda dar el 25 de mayo pueden incomodar al jefe del Consell. 

Preguntado por su posible dimisión, Rus rechazó la posibilidad: "Si dimitiendo lo que estoy es dando la razón a unas noticias que se han vertido en contra mía, pues no. Por el honor vale la pena continuar en política y por defender mis derechos haré lo que tenga que hacer", aseguró, para recalcar además que no traspasa la 'línea roja' de Fabra puesto que no se encuentra imputado.

"TEMA POLÍTICO"

Además, aseguró que sus abogados "están estudiando presentar poco a poco denuncias" contra informaciones publicadas sobre él. No obstante, el presidente de la Diputación consideró que estas situaciones pasan "cada cuatro años" -elecciones- con más o menos "virulencia y fuerza" si bien puntualizó que cree que es un "tema político". Sobre la posibilidad de que haya 'fuego amigo' detrás de este caso, precisó: si es "fuego amigo, pues es fuego amigo, pero no tengo ni idea".

Rus aseguró que está a la disposición del juzgado para "lo que quieran, cuando quieran" y recordó que hay una denuncia interpuesta por la Diputación "contra Imelsa y contra un señor que era el gerente -Marcos Benavent-, que al final rebota" y que ha dado lugar a la acusación de "cosas gravísimas a nivel personal". Por eso, a su entender, "llega un momento en que tienes que pedir un poco de amparo y decir: señores, que todos somos honrados hasta que se demuestre lo contrario".

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