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VALENCIA (EFE). Un peón que trabajó quince días en las obras de los accesos a Terra Mítica, procesado por el fraude de 4,4 millones de euros mediante facturas falsas en la construcción del parque de Benidorm y otras obras, ha afirmado que accedió a constar como administrador de la empresa Gribal (que facturó al parque), pero que no firmó factura alguna "ni en una servilleta de papel".

Así lo ha afirmado el empleado de la construcción José Antonio Llopis en la décimo tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Valencia contra 35 personas, entre exdirectivos del parque de Benidorm y empresarios.

Llopis, para quien el Ministerio Público reclama una pena de treinta y cinco años y dos meses de prisión, fue contratado por José Luis Rubio, al que conocía "de otros trabajos" desde "hacía unos 20 años", para la obra de acceso por carretera al parque.

No obstante, Rubio, al que Fiscalía sitúa, junto a otros empresarios, a la cabeza de la supuesta trama para defraudar, le contrató verbalmente, según el trabajador: "Trabajé para él pero sin papeles, sin contrato. Yo solo quería trabajar".

Rubio, propietario de varias empresas que facturaron por diferentes trabajos en el parque de atracciones, le hizo además administrador de una de ellas, Gribal, según afirma este procesado.

"Me propuso ser gerente y administrador, aunque yo no tenía conocimientos porque solo estudié hasta tercer curso", ha asegurado, aunque ha dicho que no cobró "nada" por ello, aunque tampoco firmó contratos, cartas, facturas o cheques.

"Solo fui a firmar al notario una vez, luego nunca más firmé. Si está mi firma en papeles, no es la mía", ha dicho mientras se han visionado en la sala diferentes facturas con el membrete de Gribal supuestamente firmadas por él y en las que aparecen firmas que no se corresponden unas con otras.

"Esa no es mi firma. No me dijeron que estaban firmando en mi nombre. No firmé ni una servilleta de papel", ha insistido, y ha negado saber "nada" de declaraciones tributarias, retiradas de dinero de la empresa, juntas de accionista, nóminas, contratos y pagarés, así como conocer al resto de empresarios y empresas procesados en la causa.

"Trabajé esos quince días y me marché a trabajar a Palma de Mallorca. Me enteré por la prensa de que estaba imputado en esto. Busqué y pregunté a Antonio -Moreno- por ello, y me dijo que no pasa nada, pero aquí estoy. Mi abogado me dijo que no dijera nada", ha manifestado al tiempo que se ha defendido: "No he hecho nada".

En la sesión de hoy, ha declarado asimismo el procesado Jesús Felipe Moreno, hermano de uno de los principales empresarios encausados (Antonio Vicente Moreno) y para el que el Ministerio Público solicita una condena de 33 años y 9 meses de prisión.

Según ha dicho, constaba como administrador único de la empresa de su hermano Red Moreno, pero no ejercía como tal, sino que trabajaba allí desde los 19 años en un almacén de la mercantil (destinada al reciclado del vidrio) ubicado en Quart de Poblet (Valencia) "cargando y descargando camiones".

"También le hacía encargos como ir a Correos y al banco, pues estaba autorizado en las cuentas, y firmaba lo que me decía mi hermano porque tenía confianza en él", ha explicado.

No ha sabido explicar la relación de su hermano con José Luis Rubio (otro de los principales empresarios encausados y propietario de Gribal y Gran Vía) ni de las empresas, facturas y pagos de uno con las del otro.

Sí ha reconocido que retiraba "cantidades importantes de dinero" de cuentas de Rubio, en las que también estaba autorizado (no ha explicado el motivo) y cuyo dinero entregaba a su hermano "o a Rubio".

Por otro lado, ha indicado que no conocía a Vicente Conesa (el empresario cabecilla de la trama, según Fiscalía) ni a los exdirectivos del parque de atracciones procesados.

"Tampoco he estado en Terra Mítica. Me consta que mi hermano estuvo trabajando allí, pero no sé cómo ni con quién. Sólo hice lo que me dijo mi hermano. No entiendo qué hice mal", ha concluido.