VALENCIA. En un teatro español, una ópera italiana producida en Alemania, dirigida por un transalpino, con dirección escénica de un francés de origen griego y protagonizada por un griego y una italiana. El Palau de les Arts cierra su temporada regular con un montaje que es un resumen de su carácter europeo transversal. Se trata de Nabucco, el primer gran éxito de Verdi, una producción de la Bayerische Staatsoper de Múnich con puesta en escena de Yannis Kokkos que se estrenará este jueves 30 de abril en Valencia.
Conocido por su estética purista, Kokkos es una figura consolidada en la escena europea, premiado por sus trabajos como regista, escenógrafo y diseñador de vestuario en los principales teatros de ópera. Kokkos firma también la escenografía y el vestuario de esta producción que cuenta con iluminación de Michael Bauer y que, con su aspecto contemporáneo, aúna a un tiempo el espíritu clásico y la voluntad de vanguardia que alimenta al Palau de les Arts.
Sobre el atril, Nicola Luisotti, quien será el director musical en Valencia de esta versión de la segunda ópera del maestro toscano. Luisotti es un conocido del público valenciano donde debutó en 2011 con Mefistofele, de Arrigo Boito. Titular de la Ópera de San Francisco, ha trabajado tanto el repertorio sinfónico como el operístico con las mejores orquestas del panorama, entre ellas, las filarmónicas de Berlín y de la Scala, Cleveland, París y la Staatskapelle de Dresde.
Tal y como recuerdan desde el complejo operístico valenciano, la ópera verdiana ha proporcionado al maestro Luisotti "sus más recientes éxitos", entre los que sobresale precisamente el Nabucco que ha dirigido en la Scala de Milán y el Covent Garden londinense. Así pues, su presencia en Valencia se aguarda con interés.
Con este montaje el Palau de les Arts concluirá también su temporada más convulsa, un curso que ha estado marcado por la detención de la intendente Helga Schmidt, su cese y su posterior relevo por el turinés Davide Livermore. Un año pues llenos de cambios, sobrevenidos, inesperados, que han trastocado aún más la vida del teatro de ópera valenciano tras el traumático ERE del pasado mes de julio.
Nabucco, que se representará hasta el 14 de mayo en la sala Principal del coliseo valenciano, si bien cierra la temporada en el escenario grande no es la última ópera en sentido estricto del curso en Les Arts, ya que quedan pendientes las representaciones de un montaje del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo, su nueva versión de Narciso de Domenico Scarlatti que se representará el 22, 25, 28 y 31 de mayo en el teatro Martín y Soler.
EL PRIMER GRAN ÉXITO DE VERDI
La ópera de Verdi, estrenada en Milán el 9 de marzo de 1842, fue el primer gran éxito del compositor italiano, con el que iniciaría su etapa más prolífica. Transcurre en Jerusalén y Babilonia y está basada en la historia bíblica de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien tras conquistar al pueblo judío se proclamó Dios, una osadía que le causó la locura y su destrono como castigo divino. Será su desaprensiva hija Abigaille quien ocupe su lugar. Tras regresar de la locura, Nabucco se convierte al judaísmo y decide recuperar la corona para devolver al pueblo judío su libertad.
Es una ópera de grandes connotaciones simbólicas. El contexto histórico favoreció también el triunfo del compositor de Busseto. El rechazo del pueblo italiano a la ocupación austríaca convirtió a esta ópera y especialmente al coro ‘Va pensiero', que cantan los esclavos judíos lamentando la pérdida de su patria, en un símbolo del nacionalismo italiano.
Para las representaciones valencianas el Palau de les Arts ha reunido un plantel de cantantes que, sobre el papel, merecen el calificativo de "exigente" que le daba este lunes el propio coliseo. Dimitri Platanias encarna a Nabucco en las cuatro primeras funciones, que incluyen el día del estreno así como los días 2, 5, y 7 de mayo. El joven cantante griego lidera una nueva generación de barítonos verdianos, como ha destacado la prensa especializada. Intérprete de referencia de Rigoletto, sus recientes trabajos en el Covent Garden de Londres y con Gianandrea Noseda y la Sinfónica de la capital británica han supuesto el espaldarazo definitivo a su carrera.
Por su parte, Leo Nucci, una de las grandes estrellas del panorama lírico mundial, dará vida al rey babilonio las tres últimas funciones, que tendrán lugar el 10, 12 y 14 de mayo. Su voz y su inmensa presencia escénica le han llevado a trabajar con los más grandes directores de orquesta, como Herbert von Karajan, Sir Georg Solti, Riccardo Muti, Claudio Abbado, Carlos Kleiber, Lorin Maazel, Riccardo Chailly, James Levine o Zubin Mehta.
Anna Pirozzi da vida a Abigaille, uno de papeles para soprano más temidos en la historia de la ópera. Rechazada por muchas grandes divas debido a su exigencia, esta partitura ha consagrado a la cantante napolitana como una de las mejores sopranos dramáticas. El reparto de esta ópera se completa con las voces del bajo ruso Serguéi Artamonov (Zaccaria), el tenor estadounidense Brian Jadge (Ismaele) y la mezzosoprano armenia Varduhi Abrahamyan (Fenena), quien ya ha participado en el coliseo valenciano este año en Norma.
Como es habitual desde su puesta en marcha, el montaje contará con la participación de cantantes del Centre de Perfeccionamiento Plácido Domingo: el tenor David Fruci (Abdallo), la soprano Hyekyung Choi (Anna) y el bajo Shi Zong (Sumo sacerdote de Baal). Y, por supuesto, del Coro de la Generalitat, uno de los baluartes del centro valenciano.
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