VALENCIA. El exdirector de la Autoridad Portuaria de Valencia durante toda la década de los 2000, Jaime Ronda, ha presentado a la Generalitat y las asociaciones de empresarios implicadas un plan para dar acceso a las mercancías hasta la ampliación norte del puerto. La solución es la construcción de un viaducto de dos kilómetros de recorrido sobre el mar, frente a la huerta y la playa de la Malvarrosa, con salida al mar una vez pasado el Barranc del Carraixet y hasta la futura plataforma cuya ampliación está prevista que finalice en 2020.
La idea de Ronda es la de evitar los 20 minutos de tránsito para los camiones que quieran acceder al nuevo espacio del puerto, evitar el tráfico interno de la ciudad y la contaminación derivada, ‘puentear' los atascos de la V-30 y la V-21 y, en definitiva, generar una conexión directa desde la llegada por el norte a la ciudad hasta este nuevo espacio para las mercancías del Puerto de Valencia. Así se desprende del proyecto adelantado la pasada semana por el propio ingeniero de Caminos a Las Provincias, acompañado además de una serie de recreaciones 3D del mismo.
El macropuente se situaría a 1.500 metros de la playa de la Malvarrosa, costaría 450 millones de euros, estaría privatizado -con peaje- para ayudar a la financiación de la obra y, en palabras del propio Ronda, no tendrá un impacto paisajístico destacado ya que "la gente verá una línea fina". La propuesta es calificada como "un dislate" por Joan Romero, Catedrático de Geografía Humana, "un error", según Josep Vicent Boira, Doctor en Geografía, y "un proyecto que nace desfasado", según Ramón Marrades, economista e investigador de Economía Aplicada sobre cultura y turismo; los tres vinculados profesionalmente a la Universitat de València.
En palabras del científico José Francisco Ballester-Olmos, "ocasiona un grave impacto paisajístico". El ahora Profesor Responsable de las materias de Paisajismo y Jardinería y referente de estos ámbitos entre los docentes de la Universitat Politècnica de València, lo cierto es que que "afecta a la visión que se desea para nuestra fachada litoral". El aspecto del patrimonio natural, también como recurso económico a partir del turismo, es uno de los puntos en los que coinciden todos los expertos a la hora de valorar la propuesta.
Para Boira los aspectos más preocupantes del proyecto de hecho son dos: "de un lado lo que hay que tener en cuenta es el coste de atraer todas las mercancías y sus actividades derivadas a un único punto. Ante macroproyectos de este tipo lo que surge es darle la vuelta a la situación y pensar en una macro colaboración portuaria, capaz de entender la realdiad territorial, medioambiental y olvidarse de la cuota que gana cada una de las autoridades portuarias de forma individual". El otro foco de preocupación a partir del proyecto para el que fuera profesor de la Miami University (Ohio, Estados Unidos) es "el modelo turístico de la ciudad. Es un recurso esencial de la ciudad y cualquier infraestructura que afecte al paisaje de la playa tiene una repercusión directa sobre la actividad turística y económica de la ciudad".
"Me parece un auténtico dislate. Es lo último que le faltaba a la ciudad y espero que no pase de una mera ocurrencia", apunta con contundencia Romero. Para el también investigador de Geografía Política y Políticas Públicas, "sería la puntilla para degradar de forma irreversible el último de los paisajes únicos de la región, la Huerta de Valencia". En este sentido, Marrades también defiende el valor económico del territorio: "Más allá de argumentos racionales: me parece un sinsentido. Después de la época del fetichismo por las infraestructuras pienso que hay que pensar en la escala humana, y no hacer nada que nos hipoteque tanto".
Boira insiste en reabrir el debate entre la divisón de mercancías y el valor en un contexto europeo y mediterráneo de las zonas geográficas y sus recursos: "hay que tender a una visión policéntrica en esta materia. No podemos reducir nuestro futuro de tránsitos a la concentración o las disputas entre las diferentes autoridades portuarias. La Comunitat Valenciana cuenta con cino puertos [Castellón, Puerto de Sagunto, Valencia, Gandía y Alicante] y al ciudadano de Valencia no le interesa que los puertos estén 'reñidos', sino que exista una política común y lógica de la realdiad territorial y ambiental", y remata: "la propuesta es síntoma del triunfo de lo administrativo frente a lo territorial".
Para Marrades "es el momento de superar planteamientos ecoconomicistas, que no económicos. Cuando se intenta ofrecer una solución sin evaluar todo su impacto: medioambiental, social, urbano... Las políticas públicas no deben responder solo a necesidades sino que deben evaluar su efecto macro e incorporar a loas agentes afectados en la toma de decisiones". Romero añade que "lo que no se puede entender es que hace tan solo unos años el Ministerio de Fomento hiciera una inversión precisamente para mejorar el paisaje de la entrada de la ciudad [en referencia al acceso soterrado y ampliado de la entrada norte a Valencia] en colaboración con las administraciones locales y ahora propongamos volver atrás en el tiempo. Es una propuesta de la primera mitad del Siglo XX, en las ciudades de países como Estados Unidos donde hay puentes similares se trabaja para desmantelarlos y solo estados como China siguen desarrollando este tipo de propuestas".
Los expertos coinciden en reconocer otras prioridades en cuanto a las infraestructuras, entre las que destaca el apoyo mayoritario al Corredor Mediterráneo que está directamente vinculado al gran tráfico de mercancías por la costa levantina. También coinciden, aceptando que conocen el proyecto únicamente a partir del artículo publicado por Las Provincias, en que el ahorro de entre 15 y 20 minutos para mercancías no justifica los múltiples impactos descritos por cada uno de ellos.
La idea del ex responsable del Puerto, Jaime Ronda, ha prosperado hasta mostrarse con normalidad y aprovechar su red profesional de contactos para que el proyecto esté en manos de autoridades y empresarios. Sin embargo, la oposición frontal de los expertos en materias geográficas, económicas, paisajísticas y sociales parece unánime.
Que disparate. La ley de costas para que era? Alguien me lo puede explicar?
¿por qué se empecinan con el puerto de Valencia? Estando Sagunto infrautilizado, es incomprensible. SE debió potenciar Sagunto desde el principio y dejar Valencia para turismo
Puerto de Sagunto dispone de terreno suficiente para ampliar su puerto y hacer una base de contenedores mayor que la del de Valencia, hay menos tráfico rodado, dispone de ferrocarril y se podría adaptar una vía ancha para Europa. Y se quedaría en Valencia.
No se lo creen ni ellos. Esto es una barabaridad. Toda esa inversión en mejroar la calidad del agua y seríamos una city de primera.
La falta de visión global es preocupante. Pretender que una infraestructura de ese calibre no tendrá impacto ambiental (ya en su fase de construcción significará un movimiento de maquinaria y de fondos marinos considerable) y por lo tanto turísticos y de calidad de vida de los valencianos, es absurdo. Ya hemos visto proyectos inútiles, como la ZAL, que han consumido recursos naturales y destruido modos de vida tradicionales, para nada (está vacía). LA actividad portuaria no puede ser una excusa para las aberraciones urbanísticas. Por importante que sea el puerto, hay que generar otro modelo de futuro que sea compatible con los ciudadanos. Las mercancías deben moverse de manera más sostenibles, usando el tren, y aprovechando nodos logísticos de intercambio que eviten el paso de camiones por áreas metropolitanas. No lo veo tan difícil.
Com bé es menciona a l'article, hi ha més ports al país. Per exemple, si el taulell castellonenc isquera des del port del Grau de Castelló enlloc que des del de València baixaria el tràfic pesat per l'A-7. Com es meniona en un comentari, que acaben d'una vegada el corredor de mercaderies, tant per ferrocarril com per carretera. A vore si aixina ens apropem un mica més a Catalunya i a la resta d'Europa.
Este en proyecto en sí no es nuevo. Hará unos 15 años se presentó en la semana ciudadana organizada por la Federación de AA.VV. de Vaelncia un estudio similiar, entonces avalado por Dragados y Construcciones. No tiene ningún sentido, ni ahora ni en aquel momento. Hay que tener cuidado con estos proyectos, que constituyen una amenaza para la playa urbana por excelencia que es la Malvarrosa, Arenas y Cabañal. Lo que necesitamos es el corredor ferroviario mediterráneo.
El impacto ambiental y visual de ese puente-capricho es brutal. ¿Existen deseos de notoriedad por parte del que lo propone?
¡Menuda BARBARIDAD!
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