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movimientos internos dentro del PP

Rus recoge avales en blanco para blindar su control de la Diputación

X. AGUAR. 23/04/2015 El barón del PP y presidente de la corporación provincial atraviesa un momento difícil aunque continúa manteniendo el control del partido en Valencia

VALENCIA. El presidente de la Diputación de Valencia y líder provincial del PP, Alfonso Ruscomo ya informó este diario, no atraviesa uno de sus mejores momentos. Este mismo miércoles, el candidato a la Generalitat de EU, Ignacio Blanco, y la diputada provincial, Rosa Pérez, convocaban a los medios de comunicación para anunciar novedades sobre el contenido de la denuncia presentada a la Fiscalía acerca de presuntas irregularidades en Imelsa, empresa vinculada a la corporación provincial, y que podrían extenderse según estos dirigentes a otras áreas de la diputación.

Desde el entorno de Rus, no obstante, tratan de quitar hierro a este proceso. Fuentes próximas al líder provincial señalaban a este diario que Esquerra Unida trata "a la desesperada de buscar la foto" porque "sus candidatos se ven fuera de Les Corts y de la diputación". Los juzgados serán los que determinen si hay delitos o no en la gestión realizada por el PP en la corporación provincial pero, paralelamente, se vienen produciendo otros movimientos internos desde el entonro de barón del PP para blindar su control en la diputación.

Así, el PP de Valencia controlado por Alfonso Rus continúa haciendo su trabajo de campaña para ganar las elecciones en los municipios y, con ello, en la corporación provincial. Pero no solo eso: el equipo del presidente también ha empezado a solicitar avales en blanco de los candidatos locales para dominar la elección de diputados provinciales y, por consiguiente, la designación del futuro presidente de la institución.

Esta práctica, que según aseguran fuentes 'populares' se ha realizado también en Valencia antes de los comicios en legislaturas pasadas, no se produce en otras provincias como Castellón y Alicante. De hecho, cabe recordar que en 2011 José Joaquín Ripoll comenzó a recoger avales -también en blanco- pocos días después de celebrarse las elecciones municipales y autonómicas. Pese a esta maniobra, el entonces presidente alicantino no pudo repetir al frente de la diputación porque, aunque la dirección provincial que controlaba aprobó la lista que él lideraba, se encontró que la candidatura presentada por su rival Luisa Pastor ante la Junta Electoral de Zona disponía del 70% de los avales de los concejales del partido judicial. Es decir, Ripoll no pudo optar a ser diputado provincial -y por tanto presidente- porque no recogió el mínimo de avales de concejales -un tercio del total- para concurrir a la votación.  

Modelo para avalar a los diputados provinciales

Una situación que parece difícil que se produzca con Rus. Desde la provincia de Valencia, según señalan fuentes 'populares', se está siguiendo el mecanismo de remitir una serie de documentos a los candidatos entre los que se incluye el llamado 'acepto' de la candidatura, una declararción jurada o carta de compromiso del PP y también el aval en blanco para la elección a diputado provincial de cada partido judicial que todavía no se ha decidido. En el envío se remarca que toda la documentación "debe aportarse por todos los miembros de la candidatura debidamente cumplimentada y firmada".

Teniendo en cuenta la hegemonía que, a día de hoy, todavía mantiene Rus en el PP de la provincia de Valencia, esta recogida de avales es relevante dado que los diputados provinciales se escogen a través de los votos de cada uno de los concejales electos de los distintos municipios a una lista presentada que debe estar avalada por un tercio de los ediles. Es decir, que el respaldo recogido en estos momentos reduce las posibilidades de que haya sorpresas a posteriori en la elección de diputados.

Así, de complicarse la situación del barón provincial por una derrota electoral en Xàtiva o por verse salpicado por las posibles irregularidades en la corporación provincial presentadas en los juzgados, Rus todavía tendría capacidad de maniobra para pelear con ciertas garantías la Diputación de Valencia para sí mismo o para facilitar la sucesión a algún dirigente de su equipo.

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