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referencia española en consumo colaborativo

Albert Cañigueral: "La economía colaborativa tiene una derivada muy capitalista que hay que equilibrar"

E. PASTOR. 22/04/2015 El autor de 'Vivir mejor con menos', que visita el jueves Valencia, ve necesario equilibrar esta realidad con valores sociales para que no sea solo obtener ingresos

VALENCIA. La economía colaborativa es un concepto que está despegando en España a pesar de que una gran parte de las personas ya formaban parte de ella sin planteárselo. El espíritu del compartir y no adquirir, de primar el consumir de la forma más eficiente posible, empieza a relacionarse  con la filosofía del más listo, del que mejor utiliza sus recursos y además comienza a identificarse con unos valores sociales que apuntan tanto a la humanización y las relaciones como al ecologismo, aunque muchas veces este argumento se vea alterado por sus detractores.

Albert Cañigueral es la referencia española en el mundo del consumo colaborativo. Fundador del blog con el mismo nombre, se dedica a divulgar los fundamentos de la economía colaborativa en España y Latinoamérica, desde su posición como enlace del mundo hispanohablante con la plataforma internacional de Collaborative Consumption y es conector de la red OuiShare en Barcelona.

Ingeniero de formación, decidió reinventarse profesionalmente tras su paso por Taiwan. "Estaba en un contexto donde podía buscar otras inspiraciones", asegura. Se planteó hacer un viaje de siete meses alojándose en casas de otras personas, pero para poder utilizar las plataformas que lo facilitan era necesario ganar la confianza de los usuarios y tener buena reputación. La única forma era alojando a gente en su propia casa.

Empezó a leer un blog en francés sobre la economía colaborativa e información en la prensa americana pero en español no existía referencia. Entonces puso en marcha Consumo Colaborativo con la misión de divulgar valiéndose de su experiencia personal y de libros que le hicieron comprender que esto es un movimiento. Toda esta evolución en Cañigueral y el arranque en España de este concepto ha acabado provocando la creación de "Vivir mejor con menos", un libro en el que cuenta su experiencia y recopila las diferentes plataformas dividiéndolas por materias y que este jueves presenta en Valencia en Wayco a las 19:30. Además de destacar la tecnología como nexo el que ha terminado por unir y facilitar todo. 

¿Vamos hacia un mundo de rentabilizar todo lo que tenemos alrededor? Para Cañigueral es una mezcla. "Hay gente que lo hace desde una motivación medioambiental y ya no hay vuelta atrás según que cosas", asegura. Aunque reconoce que gran parte de los participantes en la economía colaborativa también lo hace por la parte económica y el conseguir un dinero extra. El alquiler de alojamientos de AirBnB, el alquiler de coches entre particulares de Social Car o la venta de segunda mano de Chifcy son algunos de los ejemplos.

Estamos en un proceso de cambio, eso es un hecho. Pero lo cierto es que a ojos de los más críticos con el movimiento insisten en que éste mercantiliza las relaciones entre las personas, a pesar de que los más favorables destacan la generación de valor y contacto entre ellas . Sin embargo, no es poco frecuente escuchar el término "economía de alquiler" como forma peyorativa. "Estamos viendo que también tiene una derivada demasiado capitalista y hay que equilibrarla con los valores sociales", asegura Cañigueral. "En el equilibrio está la bondad".

De hecho, el conector de Ouishare destaca el problema que existe con la fisionomía de los términos y que ocurre con cualquier movimiento que está en plena evolución, algo que ya ocurrió con la acepción inglesa. "Ellos hablan de sharing economy, que es compartir, pero también han sufrido un problema de definición", apunta. "El diccionario de Oxford incluyó en el término que podía ser gratuito o de pago". Lo cierto es que en la economía colaborativa existen las dos opciones y uno puede elegir en función de las prisas y el dinero que tengas. "Puedes ir a un hotel, hacer couchsourfing, coger un alojamiento en AirBnB y elegirás en función del dinero y la prisa que tengas, hay un balance bastante claro entre el tiempo y el dinero", asegura. Por ejemplo, si se quiere realizar un intercambio de casa, es gratuito pero se puede tardar varios meses en cerrarlo.

EN VALENCIA SE HA ABIERTO UNA PUERTA INSTITUCIONAL

Cañigueral reconoce la labor que se está realizando en Valencia en economía colaborativa, y apunta a que es interesante ver el apoyo institucional, una puerta que se ha abierto y que no ocurre en otras ciudades, ya sea por la presión del status quo o cualquier otra razón. "La innovación real y profunda acostumbra a salir en los sitios más pequeños y en Valencia hay sitio para innovar".

Sobre la recopilación de información por parte del Gobierno para sacar conclusiones y generar nueva normativa, Cañigueral asegura que no se trata de ver las cosas de derechas o de izquierdas. "Tampoco por cosas nuevas o no aunque Ciudadanos y Podemos se les ataca por ser nuevos, pero esa dicotomía no es válida". "Lo interesante es plantarse cómo esta economía hace las cosas en abierto, redistribuye y potencia una mejora en la vida de la gente". Por eso ve necesario maximizar este impacto.

Según un estudio de AirBnB y el Iese, en Barcelona quienes alquilan su casa ganan de media 220 euros al mes,  de los que el 77% son de Barcelona y de estos de los 220 un 70% de lo destinan a gastos básicos por la crisis.  Además, un 53% de los anfitriones que obtiene estos ingresos son los que les permiten vivir en la vivienda en la que es residente. Esto preocupa. "Lo ideal es que sea un complemento, destaca Cañigueral. Por eso hay que descubrir qué tipo de estructura da seguridad a los ciudadanos para que la generación de rentas no sea precaria. "Ahí es donde la regulación se hace interesante y es necesario un código de buenas prácticas, además rebajar las licencias a cambio de estar asociados a un tribunal de arbitraje".

Para Cañigueral también es necesario hacer que el pago de los impuestos sea más sencillo. "El problema es que hay que reconfigurar muchas ideas mentales, tenemos que ponernos en una situación del siglo XXI". Asegura que cuando hay un transición, una disrupción, lo que debería hacerse es acompañar al sector, como ocurre en el sector del taxi.

Respecto al futuro de la economía, destaca que veremos dos opciones en paralelo que serán normales, la generación de ingresos por el trabajo y por la economía colaborativa. "Todo se normalizará y serán opciones de consumo". De hecho, apunta a que las opciones tradicionales tendrán que mejorar el servicio. "Lo que veremos es que el ciudadano tendrá una generación de ingresos que no es el salario". También apuesta por la aparición de otras monedas en los barrios y del cambio que provocará que las empresas dejen de ser el centro y de que  lo vayan a ser las personas y la generación de valor. "Estamos en el principio de la transición".

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