LUIS A. TORRALBA. 06/11/2010 Bankpime emprende una nueva etapa en Valencia para consolidarse como una entidad especializada en banca de clientes de gestión integral. El consejero delegado de la gestora de instituciones de inversión colectiva del banco analiza, entre otros aspectos, la idiosincrasia de la 'City' local

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VALENCIA (VP). Bankpime, el segundo banco de Cataluña en tamaño, acaba de inaugurar en Valencia su nueva nueva oficina de gestión global para impulsar su modelo de negocio basado en un servicio integral de asesoramiento y planificación patrimonial.

Situada en una de las principales arterias del centro de la ciudad (Gran Vía Marqués del Turia, 16), la nueva sucursal de la entidad es el motor de arranque de la etapa que inicia en la capital de la Comunitat Valenciana, cuyo objetivo es ganar cuota de mercado y consolidarse como una entidad especializada en banca de clientes de gestión integral, con una completa propuesta de servicios en asesoramiento y planificación patrimonial.

Un modelo de gestión propio que garantiza la preservación y desarrollo patrimonial a través de un servicio de gestión integral personalizado, soportado por un equipo de especialistas en asesoramiento financiero, empresarial, fiscal, inmobiliario y en materia de seguros.

Eduard Sallés, consejero delegado de Bankpime SGIIC, la gestora de instituciones de inversión colectiva de la entidad, no ha querido desvelar los principales números que maneja el banco en Valencia ("por cuestiones de confidencialidad"), pero sí ha respondido a otras cuestiones.

-¿Percibe un alto grado de cultura financiera entre los inversores valencianos?
-Los inversores españoles tienen poca cultura financiera respecto a los inversores europeos. En Bankpime en general, y concretamente en Valencia, nuestro cliente tiene bastante más cultura financiera que la media del país. En nuestro grupo es tan importante el depósito, como la intermediación o la inversión colectiva.

-¿Cómo ve la situación por la que atraviesa la 'City' local?
-La concentración de entidades financieras es inevitable y por tanto cada vez más veremos aún más centros de decisión en Madrid. Lo importante es que en Valencia estén representadas todas las instituciones financieras y se potencien las entidades independientes de asesoramiento que necesariamente deberían estar cerca de los inversores.

-Pese a tener un amplio número de pymes, ¿por qué cree que ninguna de ellas haya dado el paso todavía a salir a cotizar al Mercado Alternativo Bursátil (MAB)?
-En mi opinión hay que cambiar la mentalidad de los empresarios. En general, son reacios a publicar información sobre su actividad. Por otro lado, el Estado debería mejorar la fiscalidad de la inversión en pequeñas y medianas empresas a largo plazo pues deben ser la principal fuente de creación de empleo de este país.

-¿Qué impresión tiene sobre la Bolsa de Valencia?
-Por el bien de las compañías que cotizan, y con objeto de que puedan ser de interés para el mayor número de inversores posible, las bolsas españolas deben incorporarse cuanto antes a la Deutsche Börse o al proyecto NYSE-Euronext.

-¿Cuál es la clave para tener unos fondos entre los más rentables de sus respectivas categorías?
-El grado de experiencia del equipo gestor que tengo el privilegio de dirigir. Hemos sido pioneros en España en todas las categorías en las que competimos.

-Por cierto, ¿a qué atribuye la desbandada de los partícipes en los últimos meses, según las cifras aportadas por Inverco?
-La banca española, debido a sus problemas de liquidez, está pagando en depósitos un tipo a 1 año que ningún país serio paga en euros. Esta competencia ha provocado salidas masivas de fondos de renta fija a corto plazo que con su cartera de activos no pueden competir con esa rentabilidad.

-¿Cuál es su visión sobre la marcha de la bolsa española?
Somos positivos en todas aquellas compañías que tienen exposición internacional en su negocio.

-¿Y sobre la economía nacional?
-La economía española crecerá de forma sensiblemente inferior a las principales economías europeas en los próximos años debido a los importantes ajustes presupuestarios.