Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Economía incumple con Unión Gremial el criterio que aplicó para excluir a Anged del Observatorio
• El 'problema valenciano' se cuela en Madrid
• A quién le sube y a quién le baja los impuestos Joan Ribó

PATERNA (VALENCIA). El joven arquitecto que con 37 años llegó inesperadamente a la alcaldía de Paterna ha madurado. Son ya tres años al frente del municipio más empresarial y tecnológico de la Comunidad. Pero sobre todo ello sobrevuela ahora su enorme preocupación por los graves problemas administrativos del municipio originados por la crisis.

EL GRANO

"La situación es tan grave como para llegar a un gran acuerdo político de Estado de todos los partidos"

"Los servicios públicos se tienen que sufragar entre la Administración y los usuarios"

"Tenemos que evitar que las Administraciones se solapen"

"La Administración tiene que renegociar sus contratos para bajar el coste"

"Los ayuntamientos somos Sissí. Le decimos si a todo"

"Los servicios públicos se tienen que sufragar entre la administración y los usuarios"

"Los partidos tienen que estar en continua autocrítica, porque la sociedad avanza"

"A la primera irregularidad que detecté en mi equipo de gobierno destituí al concejal"

"Me han intentado corromper en más de una ocasión"

EL GRANERO
Cuando cogió la vara de mando hace más de tres años, Lorenzo Agustí consiguió sorperender con planteamientos alejados de la postura oficial y por el aire fresco que traía a un ayuntamiento y a su propio partido, el PP, hasta el punto de protagonizar asuntos más propios de la agenda de los partidos de izquierdas. El viernes pasado, en una mañana ajetreada en su despacho, el alcalde de Paterna no disimulaba su principal preocupación y antes de que comenzaran las preguntas habló de la falta de dineros y el momento históricamente grave por el que está atravesando la Administración, una falta de recursos que le lleva a tener que reducir muchos servicios y contratas.

-...porque lo primero que tenemos que atender por obligación legal son las nóminas de los funcionarios...

-Y los contratistas le dirán a usted que para ellos también son sus nóminas lo primero.
-Claro, pero como tenemos esa obligación legal, si te saltas el orden de prelación te puedes buscar una responsabilidad fuerte. Entonces una de las cosas que te obliga a hacer una situación así es la reducción de empleo, de los puestos interinos. Porque claro con el funcionario con plaza lo único que se puede hacer es reducirle el sueldo del 5%, pero -sonríe- reducir el gasto un 5% frente a un 40% de reducción de ingresos en el ayuntamiento es una risa.

-Pues en un año electoral pocos van a dar ese paso.
-En Paterna irán a la calle 13 interinos. Tengo que reducir la plantilla de aquí a Navidad. Y no tenemos otra solución. Si no, el capítulo 1 -el de personal- se come el resto de atenciones de pago y entonces dejas de lado cuestiones prioritarias. Las ayudas sociales se han multiplicado por cuatro en los últimos tiempos.

-¿Y qué hacemos?
-La situación es tan grave como para llegar a un gran acuerdo político de Estado, de todos los partidos. Un pacto de Estado para no solapar competencias ni servicios. Vamos a decirle a la ciudadanía la verdad de lo que hay y vamos a reducir la carga que tienen las administraciones. Cada uno que preste los que le correspondan por ley y lo que no esté bien legislado -que hay bastantes cosas mal legisladas- nos sentamos a acordarlo, que es el momento de hacerlo.

-¿Todas las administraciones?
-Si. Porque hay cosas que hacemos nosotros, las diputaciones, la Generalitat, el Gobierno central. Y si no se llega a un acuerdo de todos los partidos y todas las administraciones estamos poniendo paños calientes a la situación. Y los ciudadanos no nos lo van a perdonar.

-¿Ahora, con las elecciones por delante?
-Es que ahora ya no se trata de quién va a ganar las elecciones próximas, el que las gane va a tener el mismo problema. Y si agravamos el problema estos seis meses que quedan es un error garrafal porque mes a mes puede ser muy grave. Por ejemplo nuestro ecoparque, que tiene un nivel altísimo de calidad, no lo podemos aguantar con el gasto que tenemos ahora. Sólo la mitad. Hay que hablar claro con el empresario y advertirle de que se va a reducir el pago. Más vale que te ajustes a la situación, y que cobres todos los meses. Hay que sentarse servicio a servicio y renovar los contratos. La Administración tiene que renegociar sus contratos para bajar el coste. Porque más vale que recortemos y nos planteemos unos contratos asumibles a que no paguemos contratos y entonces la pelota es más grande. Porque aquel -el contratista- no despide, no regula su empresa y va acumulando deuda de la Administración. Eso está pasando en todas partes. Realismo es lo que hace falta en estos momentos.

-Y quitar servicios del tiempo de cuando éramos ricos.
-Quitar o darlo a quien corresponda. Ajustar las competencias a las atribuciones legales, por lo menos., porque si no, los que peor lo pasamos somos los ayuntamientos. Porque somos los que tenemos la presión en la puerta.

-¿Y no tienen los ayuntamientos la culpa en buena parte creando servicios y gastos corrientes por encima de sus posibilidades?
-Claro. Somos Sisí. Le decimos si a todo. Otras soluciones es si se están fusionando las cajas en España, los ayuntamientos que estamos cerca que podemos economizar prestando servicios de manera conjunta... ¿no lo tendríamos que hacer? Hay que unirse con quien sea sin tener en cuenta el color político. Y acabar con el solapamiento de servicios municipales.

-¿Y cómo se hace, qué va a hacer?
-Pues por ejemplo en el año 2011 en el presupuesto no llevamos inversiones, en un año de elecciones, contrario totalmente a criterios electoralistas. ¿Por qué? Porque si a duras penas podemos atender los gastos de personal y la prestación de los servicios... como para ver de dónde sale el dinero para las inversiones. El municipio que esté proponiendo inversiones este año está engañándose a sí mismo y a la ciudadanía. Nosotros hemos puesto en marcha algo que llevamos diseñando dos años y medio: una empresa público-privada para la ejecución de infraestructuras municipales de los próximos 25 años, que no carga sobre la deuda municipal, primera ventaja, -porque se autofinancia- y además no exige de la generación de recursos urbanísticos o inmobiliario para la construcción de infraestructuras, que ha sido el error de los ayuntamientos.

-¿Y han entrado las empresas privadas?
-No ha habido muchas, pero se han presentado tres. Las personas tendrán un empleo estable para 25 años, al contrario de lo que se está haciendo con los nervios de la crisis que se han generado falsas expectativas. Porque nos planteamos siempre que fuera realmente sostenible y que los recursos se fueran generando desde la propia empresa, con criterio empresarial... con el correspondiente copago.

-¿El copago del ciudadano?
-Hace falta que sepamos que los servicios existentes se tienen que sufragar entre la Administración y los usuarios. El todo gratis es muy peligroso, porque se engañan. Eso permite crear puestos de trabajo estables, dar servicios de calidad, que las Administraciones podamos tener una viabilidad... porque lo otro nos ha llevado a tener unas administraciones quebradas.

-Lo ha hecho progresivamente, si.>
-En orden creciente. Los ayuntamientos estábamos en el filo, las autonomías están como están y ahora ya la Administración que tenía algo de riñón se le ha acabado, el Estado. ¿Qué expectativas le vamos a dar al ciudadano si no se le explican las cosas y se coge el toro por los cuernos y se empieza a ver soluciones viables y creíbles?

-Copago sanitario, copago cultural para la educación, también?
-¿Por qué no? A mí me ha parecido atrevido, pero bien, lo que ha dicho Font de Mora , eso del invento mixto para generar nuevos colegios, colaboración público privada para hacer colegios concertados que los tutele la Administración pero que el coste de la obra lo sufrague una empresa que luego lo recupere con la gestión del colegio.

-Le veo muy entusiasta de este sistema.
-Además es que es justo en un sentido: en el caso de nuestra empresa de infraestructuras hemos puesto márgenes de beneficio de las empresas, entre el umbral de rentabilidad, que es un 6%, y el máximo de un 8%. De modo que ante cualquier aumento de rentabilidad hay una obligación de diferirlo al programa social de la empresa y a colaborar con el copago de aquellas personas que no puedan pagarlo por motivos sociales. Se trata de que nadie se enriquezca con la prestación de un servicio público.

-Usted llamó mucho la atención al principio de gobernar tomando iniciativas que se salían el guión. ¿Pasó ese pecado de juventud?
-Sigo con los mismos planteamientos que siguen sorprendiendo a muchos. Por ejemplo la reclamación a las compañías eléctricas por su agresión al medio ambiente en la Vallesa. Le hemos ganado en los tribunales que plantaran tres árboles por cada uno que cortaron.

-¿Se encuentra a gusto en su partido? ¿Hay cosas que mejoraría?
-Los partidos tienen que estar en continua autocrítica, porque la sociedad avanza y la autocrítica tiene que estar en el partido. Hay cosas que me gustan y otras que no. Las que no me gustan las digo dentro del partido. Y hay que decirlo y creo que es necesario. Yo nunca he sido etiquetado y no debemos permitir que haya etiquetas ni tampoco que haya partidos que sean partido de lo social, de lo ambiental... y que otros partidos no podamos estar ahí.

-¿Hay muchas cosas entonces que no ha podido hacer por el hecho de ser el del PP?
-No. He hecho las cuestiones que he creído oportunas aunque tengo que decir que sí, que alguna persona me ha expresado su desconcierto, por alguna actuación. Pero nadie con nivel jerárquico me ha censurado ninguna actuación.

-¿En qué quedó aquello de Agustí como posible sustituto de Camps?
-Prefiero que no se diga porque entonces te cogen manía muchos. Independientemente de las circunstancias que están acaeciendo, el presidente tiene que tomar sus decisiones y en nada voy yo a interferir ni tengo ningún tipo en estos momentos de ambición política en ese puesto. Las quinielas que se hagan por ahí yo las respeto y me producen una satisfacción que alguien piense que yo puedo tener la capacidad o ser la persona idónea para ocupar un cargo de presidente de la Generalitat. Pero espero que no se repita demasiado eso, porque manía, como digo, me cogen muchos... que quieren el puesto.

-Y usted los conoce...
-A alguno sí.

-¿También alcalde?
- No voy a ser tan explícito.

-¿Qué le provocan los escándalos de corrupción que afectan a su partido?
-Mucha pesadumbre. Lo fundamental para la actuación política es el respeto a las personas que ejercemos un cargo público. Un respeto que tenemos que ganárnoslo. Si se produce un descrédito de la clase política, perdemos todos. No un determinado partido o institución. Se pierde la confianza en los políticos y en las instituciones.

-¿No deberían haberse producido ya algunas dimisiones en el seno del PP?
-La dimisión es algo que debe partir de un ejercicio de responsabilidad y que implica un reconocimiento de haber cometido inadecuadamente una acción. Si no se ha producido es o porque no ha existido tal responsabilidad o porque quien lo ha cometido no aprecia que exista esa responsabilidad.

-Eso no es decir mucho. De todas formas usted ha podido conocer las conversaciones grabadas...
-...Bueno como le he contestado antes un poco a la gallega voy a decirle que a la primera irregularidad que detecté en mi equipo de gobierno destituí al concejal. Era el primer año de gobierno. Antes de ningún tipo de imputación, simplemente por ser conocedor de unos hechos que eran, como poco, irregulares, sino ilegales e indignos de un cargo público.

-Debería alguien seguir su ejemplo.
-Yo puedo tomar decisiones en mi ámbito de responsabilidad y sobre mis propios actos. De los actos de los demás no voy a opinar.

-¿Cómo acabaría con la corrupción política?
-No profesionalizando la política. En loas países con democracias avanzadas, normalmente, quien accede a un puesto de responsabilidad pública ha acreditado sus méritos en la empresa privada y cuando llega al puesto público tiene un bagaje importante y credibilidad. En España en muchas ocasiones se produce lo contrario. Alguien accede a un puesto de responsabilidad política sin méritos anteriores y de ahí pasa, a veces de forma no muy rigurosa, no por sus méritos sino por otras cuestiones, a puestos en la empresa privada. Otra fórmula sería la regulación de la financiación de los partidos con fines electorales para que apoyar un partido fuera legal, con facturas de por medio. Y establecer en todas las administraciones muchos sistemas de control, que es fácil hacerlo.

-¿Le han intentado corromper alguna vez siendo alcalde?
-Más de una.

-¿Y cómo se sale?
-Pues haciéndoles levantar de la reunión e, incluso si hay algún tipo de insistencia, advirtiendo que vas a acudir a un juzgado. Siendo muy tajante, no se puede dudar.

-¿Por qué parece imposible que venga Ikea?
-Había muchas dificultades y muchas las hemos ido resolviendo, como que los fabricantes del mueble no se vieran afectados por la llegada de la multinacional. Y la segunda gran dificultad es la de los accesos. Esto también lo dejé bien claro y entonces empezamos a pelear porque esos accesos requieren esfuerzo y ahí peleé con el riesgo de se fueran. Pero lo entendieron y llegamos a cifrar el coste. En eso estamos. No tengo queja. Confío en la buena gestión del Ministerio de Fomento o la Conselleria de Infraestructura.

-¿Y habrá final pronto?
-Entiendo que en las próximas semanas se puede dar un visto bueno a todas las incertidumbres, que son unas pocas, pero son muchas menos que hace años. Esto me satisface: las que están resueltas, somos el único municipio que las ha resuelto.