VALENCIA. La relación de la ciudad de Valencia con el arte contemporáneo es complicada. Y no tendría por qué. En manos de las instituciones, basta con reconocer la realidad del que debería ser su bastión, el Institut Valencià d'Art Modern, en su primer cuarto de siglo. Sin embargo, una serie de profesionales del sector ha decidido no solo quedarse, sino generar destellos en un mercado internacional competitivo, disperso y global.
El caso de Tactelgraphics y posteriormente Espai Tactel es el de Juanma Menero e Ismael Chappaz, dos vidas dedicadas en cuerpo y tiempo a meter cabeza en el monkey business del arte contemporáneo. Un licenciado en Bellas Artes y un titulado fotógrafo y diseñador partiendo de cero y contra la corriente de billetes llegados de opacos fondos de inversión, coleccionistas de gusto variable y mastodontes de un negocio de poderes.
Y todo arrancó en 2005, con ‘la fiesta' como telón de fondo. "Estábamos haciendo de Dj's y nosotros mismos hacíamos nuestros flyers y carteles. A través de ellos llegó el primer cliente y desde entonces no hemos parado", resume Chappaz a ValenciaPlaza.com. Aunque le cuesta seleccionar los hitos por los cual este dúo pasó de dedicarse del diseño a la ilustración pasando por la fotografía para acabar siendo galería de arte al mismo tiempo que artistas, lo cierto es que los momentos estelares no le hacen olvidar el desierto en el que han echado raíces desde el punto de vista empresarial:
"Estos años han sido un horror para los dos. No hubiéramos sobrevivido si esta no fuera nuestra vida en un sentido global. Al principio nos generaba tensión que fuera un mundo ambicioso, pero descubrimos enseguida que nos gustaba ‘jugar'. Hay inversiones constantes, como viajar; hay meses, muchos meses, en los que puedes generar cero ingresos. Es una locura y es aquí donde hemos invertido todo cuanto teníamos. Aunque ahora deba reconocer que estamos mejor que nunca, posicionados a cierto nivel, no puedo olvidar todo lo que hemos vivido", añade.
Han hecho diseño editorial, foto y web (como Tactelgraphics, el proyecto de origen que ahora cumple diez años) pero ahora representan a 12 artistas y colaboran con otros cuatro. Artistas que están generando beneficios en ferias de arte en todo el mundo (Natacha Lesueur), que tienen peso en mercados emergentes del sector (Christto and Andrew) o son ariete del arte contemporáneo hecho en España (Sergio Belinchón, Nelo Vinuesa o Miguel Rael).
Y la lista de representados sigue: Michael Roy, Eduardo Hurtado, Javier Palacios, Ana Barriga, Rosana Antolí, Antonio Fernández Alvira, Jules Julien o David Méndez Alonso. "Casos como los de Christto o Lesueur demuestran cómo nos hemos adelantado y hemos tenido tino a la hora de fichar. Su presencia en ferias internacionales nos genera unas ventas distanciadas que nos hacen ver nuestra situación con perspectiva".
Por el momento se han sumergido en una cantidad importante de satélites y ferias paralelas a las más grandes. Presentes este año de nuevo en JustMad, aprovecharon los 15 días anteriores a Arco Madrid para intervenir el Hotel Urban ‘5 estrellas gran lujo' para revestir durante todo 2015 su fachada con el concepto Tactel Land, en homenaje al mundo gráfico de videojuegos como Super Mario Land. "Las redes se expanden, aunque tenemos los pies en la tierra y estamos lejos de relajarnos ante esta actividad constante".
En verano esperan confirmar su presencia en las ferias Volta, en su edición Suiza, y Arte Santander, "pero también visitaremos Frieze y Nada en Nueva York, porque viajar, dominar idiomas y generar contactos son bases no negociables para esta actividad". De hecho, Chappaz asegura que la ambición que en origen les podía generar recelo "es imprescindible para sobrevivir en este mundo".
Su artista Jules Julien prepara una exposición individual en Fontevraud-l'Abbaye, mientras preparan la aplicación de algunos de sus artistas para próximas ferias (tanto nacionales como internacionales): "igual que no hay forma de hacerse un hueco de la nada en este mundo sin viajar por encima de tus posibilidades físicas y económicas, hay que aceptar que sin las ferias es imposible mantener el negocio".
Unos viajes que no se atisban a primer golpe de vista en la calle Dénia de Ruzafa, donde un día lo que parecía un estudio o agencia de diseño, Tactelgraphics, se convirtió en Espai Tactel: "compramos el local, porque una galería no puede depender de una hipoteca. Tienes que arriesgar todo y saber que habrá temporadas malas, de investigación, y que no puedes contar con ese gasto fijo cada mes".
Para Chappaz, que acabó por abrir con Menero esta galería en 2011, "las crisis también sirven para ‘hacer limpieza'. Acaba saliendo a flote quien trabaja hasta la extenuación y es bueno. Ellos empezaron a destacar en Barcelona, especialmente a partir de 2008 y de su propio trabajo, "y fue el momento de decidir si nos íbamos. Y decidimos que sí, que nos íbamos a Barcelona. En ese momento me detuve a pensar cómo esta ciudad [habla de Valencia], que he odiado desde que tengo uso de razón, ha generado propuestas y personas tan interesantes. Y todavía no sé qué tiene ni por qué no nos fuimos, pero el tiempo empieza a darnos la razón".
Hubo más hitos intermedios antes, como diseñar para la tienda Urban Zoo en la que "se vendían objetos de diseño. Fue una de las primeras en este ámbito". Duro dos años y, según Chappaz, "sirvió para ver que esta crisis es de valores. Los que les compraban lo hacían en un momento de burbuja, sin saber qué era aquello. Cuando llegó la crisis desapareció". Pero Tactelgraphics encontró de nuevo su sitio, comprando el bajo de la calle Dénia en 2010 e instaurando allí algo que pretendía ser un híbrido entre las galerías Vallery y Miscelánea, las dos de Barcelona.
De estos dos conceptos expositivos, el primero más ligado al diseño y más interdisciplinar; el segundo más underground, surgió la galería que desembocaría en un trabajo constante al mundo del arte contemporáneo. En poco tiempo y dada su relación con otras galerías como Mister Pink, los contactos en el ámbito local les llevaron a estar en el grupo que re-impulsó la Associació de Galeries d'Art Contemporani de la Comunitat Valenciana (LAVAC) junto a Luis Adelantado, Espaivisor, Set Espai D´Art y Rosa Santos.
"Este fue un momento importante para extender nuestra red institucional también en la Comunitat Valenciana. De las instituciones apenas hemos visto dinero, pero no solo eso, hemos pensado que han querido aniquilar el sector en la región. Hay que reconocer que aparentemente intentan ayudar a las galerías aunque la burocracia les impide apoyar el sector con solvencia. Desde hace menos de dos años, con el poco dinero que nos dan hemos generado, en una iniciativa que cabe destacar impulsó Olga Adelantado (presidenta de LaVAC), ‘Abierto Valencia', y otros proyectos como la exposición ‘Ver Visiones'. Somos independientes, pero eso no es algo que deba ir ligado al menosprecio sobre el arte contemporáneo de los gobiernos", según Chappaz.
-¿Pero qué define a una galería para competir a nivel internacional, en mitad de una feria o mostrándose en entornos online?
-El criterio. Espai Tactel es una marca. Si representamos a un artista, lo potenciamos desde la marca que, afortunadamente, es como una bola de nieve rodando, cada vez más y más grande.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.