VALENCIA. Vivir en Valencia durante estas semanas puede conllevar dos cosas. O bien que estás disfrutando como un jabato o que estás harto de vivir. Las Fallas provocan tanto un amor profundo como un odio exacerbado, porque sin duda son unas fiestas de extremos imposibles de ignorar.
Cuando eres emprendedor debes vivir con los ojos muy abiertos, dispuesto a absorber cualquier estímulo o idea que pueda ser útil para el desarrollo de tu idea, para el éxito de tu negocio o para cerrar una compra. Por eso creemos que ya que estamos en Fallas y que Valencia es un hervidero, debemos tomar lo que estas magníficas fiestas nos dan y aplicarlo a nuestros negocios incipientes.
-Quien vive en el centro de Valencia ‘sufre' los continuos cortes de calles debido a los pasacalles que durante estos días se repiten por muy diversos motivos. Los falleros, con sus mejores galas, felices y orgullosos, caminan por la ciudad con su banda de música haciéndose notar.
¿Cuándo fue la última vez que te hiciste de notar? ¿Has ido a foros, encuentros profesionales, desayunos empresariales o congresos y has hecho un esfuerzo importante por conocer a gente, sacar ideas, explicar tus ideas y hacerte notar? Los expertos coinciden en que un networking activo es una herramienta útil en muchos aspectos de nuestra vida profesional, pero no basta con ir y copa en mano, no decir ni media. Hay que hacerse notar.
- A las ocho la despertà. A las dos, mascletà. A la una de la madrugada, castillo. Y así todos los días. No hay fallero que no se sepa el horario que hay que seguir, porque las actividades son fijas y no hay nada que las cambie, llueva, haga aire o caiga un sol de justicia.
Desde aquí hacemos una oda a la rutina y a la organización, a tener muy claro qué es lo que hay que hacer en cada jornada y a no dejar que haya ninguna circunstancia que varíe el trabajo. Nunca. Por mucho lío que tengamos, llamadas de teléfono, mails sin responder, reuniones e interrupciones, cada día debe salir de nuestro horno particular el trabajo, con puntualidad y rigor. Establecer prioridades es clave y cumplirlas, crucial.
- A nadie se le circular por la calle San Vicente a la altura de la plaza del Ayuntamiento un día 17 de marzo, ¿por qué? Porque hay Ofrenda y la calle está cortada. Todo el mundo lo sabe y actúa en consecuencia, por lo que busca maneras diferentes de poner en marcha su día a día.
La previsión es muy importante en la vida empresarial de un emprendedor. Debemos reflexionar sobre cada situación que puede sobrevenirnos y dilucidar cómo deberíamos actuar, qué pasos tomar y qué recursos económicos y personales serán necesarios. No podemos esperar e improvisar, porque no podemos permitirnos ni perder tiempo ni malgastar nuestros recursos.
- La noche de San José, todos los esfuerzos de un año de trabajo arden ante la mirada de decenas de miles de personas, que miran con cariño y tristeza la enorme figura que durante días ha adornado la calle. Es en esos instantes previos al fuego cuando todo el mundo admira con más detenimiento lo que está a punto de arder, ya que saben que minutos después será pasto del fuego purificador.
Un emprendedor debe aprovechar las oportunidades como momentos que van a desaparecer si no los alcanzamos. Con valentía, debe dirigirse a la persona que cree que puede ser clave en su negocio y mostrarle lo que sabe hacer, porque no sabe cuándo tendrá ocasión de tener a alguien así de nuevo a tiro. Para poder sacar jugo de la situación, es importante cultivar la seguridad personal, un lenguaje no verbal convincente y tener un proyecto pulido y seductor entre manos.
La antilección de las Fallas que podemos aprender es que nadie de fuera las entiende. En el extranjero nos miran con extrañeza por parar la rutina natural del día durante un mes entero para ‘quedar' en la Plaza del Ayuntamiento a ver una serie de petardos durante cinco minutos. Y sin duda, más allá de nuestra comunidad autónoma creen que estamos de manicomio por gastar millones de euros en figuras que quemamos a los cuatro días de exponerlas en las calles.
Como emprendedores, debemos aspirar a ser entendidos. Y no solo eso, a ser admirados, a que nuestra idea seduzca y si es posible, que sea exportada. Necesitamos la comprensión ajena instantánea, que solo sirva una frase para que quien esté enfrente diga ‘oh, buena idea' y nos compre. Cuanto más aspiremos a la sencillez y a la transparencia de lo que tenemos entre manos, más fácil será triunfar.
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David Vidal
Director de programa en imbs (Internet & Mobile Business School)
¡Sabias y falleras palabras!
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