VALENCIA (EFE). El viento ha provocado una lluvia de pavesas sobre el balcón del Ayuntamiento de Valencia durante la cremà de la falla municipal, lo que ha llevado a algunos de los invitados oficiales a retirarse al interior del edificio para evitar que se le quemaran los trajes.
Fuentes municipales han indicado a EFE que una de las pavesas ha caído sobre el pecho de la fallera mayor de Valencia, Estefanía López, que durante unos momentos se ha retirado unos metros para apagar y tirar al suelo estos restos incandescentes.
Las mismas fuentes han indicado que tanto la alcaldesa, Rita Barberá, como el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se han mantenido en primera fila hasta el final de la cremà.
A pesar que el balcón tiene una protección metálica en su parte superior, la lluvia de pavesas, provocada por el viento que sopló durante la cremá, ha sido continua durante algunos minutos y se filtró hasta donde estaban los invitados, aunque no ha provocado ningún incidente destacable, según han resaltado las mismas fuentes.
Como consecuencia de estos incidentes, otros invitados abandonaron voluntariamente el balcón para evitar que los restos incandescentes les provocaran quemaduras o algún daño.
Fuentes municipales han indicado que la dirección del viento hizo que la lluvia de pavesas se dirigiera hacia la fechada del ayuntamiento y no cayeran directamente sobre los miles de espectadores que contemplaban la cremà, lo que evitó posibles problemas.
Una chispa hace arder a la vez la falla grande e infantil de Pizarro
Una chispa incandescente de la falla infantil, al inicio de la cremà, ha hecho arder también al monumento grande de la comisión de Pizarro-Cirilo Amorós de Valencia.
Según ha explicado a EFE el presidente de la Comisión, Jaime Aviñó, el incidente, en el que no se han registrado daños materiales ni personales, ha ocurrido alrededor de las 22 horas, cuando se ha disparado el castillo de fuegos artificiales y se ha iniciado la cremà de la falla infantil.
A los pocos segundos, un ascua ha saltado de la falla infantil a la grande, que se encontraban a tan sólo cuatro metros de diferencia, ya que, según Jaime Aviñço, las obras de remodelación de la calle han obligado a acortar la distancia entre los dos monumentos.
Unos minutos después han acudido los bomberos, que han controlado la cremà de la falla grande, que no ha causado heridos, ya que la gente se encontraba a cierta distancia.
La caravana de un puesto ambulante de buñuelos ha tenido que ser refrescado por la bomberos, aunque la dueña ha manifestado que no han sufridos daños, según ha relatado el presidente de Pizarro-Cirilo Amorós.
Jaime Aviñó ha declarado EFE que el 2015 ha sido un "año triste" para la comisión, ya que el artista de la falla grande la dejó inacabada durante la plantà, por lo que ha comentado con resignación: "Lo que mal empieza, mal acaba".
Valencia quema sus Fallas contra el viento y sin rastro del "caloret"
Valencia ha quemado sus cerca de 770 fallas, entre grandes e infantiles, en una noche de "la Cremà" marcada por el tiempo desapacible, con temperaturas frescas y fuertes rachas de viento aunque ya sin la lluvia que ha deslucido la espectacularidad de los dos últimos días de las fiestas patronales.
Hace casi un mes y en la tradicional llamada oficial a la fiesta, la "crida", la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, intentó sin éxito hablar en valenciano ante la multitud y acuñó un término, "el caloret", que ha protagonizado polémicas lingüísticas y políticas, traspasando fronteras gracias a las redes sociales e incluso a crear "souvenirs" de urgencia.
Ese "calorcito" primaveral que se presupone a las Fallas se ha circunscrito este año a los primeros días de marzo, cuando se rozaron máximas de 30 grados; ayer y hoy, Valencia ha vivido entre fuertes vientos y una lluvia racheada con máximas tres grados por debajo de lo normal para su "semana grande".
El viento y la lluvia están detrás del derrumbe total, este mediodía, de la falla de Nou Campanar, que tocó el cielo fallero seis cursos seguidos durante la "burbuja" inmobiliaria con presupuestos que llegaron en 2009 hasta los 900.000 euros y que este año apostaban, con una décima parte de esa inversión, por un monumento experimental, reivindicativo y solidario.
En otras fallas de Valencia también ha habido desperfectos durante la jornada, tachada por vecinos y turistas como "invernal" durante la mañana y que ha obligado también a suspender la ya asentada y espectacular "Cabalgata del Fuego" vespertina.
En Náquera (a 30 kilómetros de Valencia) no han quemado sus tres fallas para evitar que el fuego, ante el fuerte viento, pudiera provocar un incendio en el cercano parque natural de la Sierra Calderona.
Las Fallas 2015 han sucumbido en Valencia con la tradicional quema progresiva -y estrictamente vigilada por los bomberos- de los monumentos, que este año han costado en total 6,8 millones de euros, una cifra similar al entorno en que se mueve la fiesta en esta década, cuando la crisis hizo bajar considerablemente el listón financiero al que se habían subido muchas comisiones.
Las llamas empezaban con las fallas infantiles y pasaban luego a las "grandes", dejando en horario especial a la ganadora por segundo año consecutivo, Plaza de El Pilar con la "Pantomima" de Pere Baenas (170.500 euros) y, a la una de la mañana, la municipal -que no entra en concurso-, el imponente león del Congreso de 20 metros de altura y 170.000 euros de presupuesto que ha devuelto la espectacularidad a la plaza del Ayuntamiento.
Obra de Manolo García -artífice del Moisés de 2014 que también fue muy elogiado por su técnica y volumen-, "La fuerza" ha sido uno de los puntos neurálgicos para curiosos y turistas de este año, tanto por lo grandioso de su proyecto (hecho de vareta y donde solo la cabeza del león pesa 1.500 kilos) como por el valor añadido nocturno de luces y sonido.
La fallera mayor, Estefanía López, y la infantil, María Donderis, han visto desde el Ayuntamiento cómo las llamas finiquitaban sus reinados festivos.
En el balcón consistorial han estado presentes esta noche, además de Barberá, el president de la Generalitat, Alberto Fabra, entre políticos, periodistas y representantes diplomáticos.
Este año, marcadamente electoral como también se ha visto en muchas fallas -con Pablo Iglesias como recurrente novedad-, han desfilado por el balcón para presenciar alguna de las diecinueve "mascletaes" los ministros José Manuel García Margallo y Alfonso Alonso y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, entre otros políticos, así como actores, toreros, deportistas y hasta el nuevo presidente del Valencia CF, Peter Lim.
El balcón ha tenido también sus momentos de tensión por la presencia de invitados de Compromís que quisieron mostrar ante la plaza sus reivindicaciones, desde las víctimas del accidente de metro hasta extrabajadores de Radiotelevisión Valenciana.
Estas Fallas, sin apenas incidentes destacados y donde la ordenanza municipal permite el "botellón", dejan una ocupación hotelera del 75 % (cuando se esperaba el 90 %) mientras el Ayuntamiento ha encargado un informe actualizado del impacto económico de las fiestas, que en 2016 esperan optar a la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
En esta "semana grande", donde no han faltado ni la Ofrenda floral a la patrona, ni los toros ni la incomodidad por las 400 calles cortadas por carpas y churrerías, los niños han tomado calles y casales (la sede de cada falla) para tirar petardos a mansalva, mientras la Marina Real ha ofrecido, como novedad, una panorámica aérea privilegiada desde su enorme noria.
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