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VALENCIA. Todo comenzó en verano pasado. Fue entonces cuando se mencionaron los primeros nombres, los primeros conciertos, espectáculos como el de Armin Van Buuren, las primeras fechas de un nuevo recinto: Feria Valencia. Tal y como habían adelantado desde la propia institución hace ahora un año, explotar el auditorio para conciertos sería una de las prioridades dentro de su estrategia de captar nuevos ingresos que equilibraran las cuentas de la institución.

Apenas un curso después, la irrupción de Feria Valencia como recinto de conciertos ha dejado de ser una anécdota para convertirse en categoría. Si hasta entonces los espectáculos de música habían sido rara avis, y en 2014 pasaron a ser frecuentes, este 2015 la tendencia es al alza: Más conciertos, más espectáculos, más variedad.

La misma estrategia de la institución se ha modificado y ha dado un paso adelante. Si en febrero del año pasado se presentó a Feria Valencia como un recinto ideal para albergar conciertos en invierno, en la actualidad el equipo directivo ha decidido ampliar el calendario y ofrece el auditorio cubierto a los promotores musicales durante todo el año.

Sólo para el mes de mayo hay ya previstos tres espectáculos diferentes. El 1 y 2 de mayo el recinto ferial albergará Electro Weekend, un festival de dj's que abandona Benidorm para instalarse en Valencia; el 8 de mayo será el turno de El Barrio en un concierto que se espera congregar a 9.000 personas, y el 16 hará lo propio Vetusta Morla. Y la agenda no se queda ahí. En cartera, para el mes de septiembre, el concierto de Maná; antes, un festival de conciertos en verano...

El objetivo del equipo de Feria Valencia es llegar a albergar 20 conciertos al año de las principales giras nacionales, según explica Carina Montagud, con un referente a emular: el Bilbao Arena. Para ello ofrecen a los promotores precios variables según aforo y toda la logística del complejo, que incluye un gran backstage y comodidades de todo tipo para los vip's y patrocinadores, además de aparcamiento para miles de vehículos.

La Feria también presume de la versatilidad del auditorio con sus más de 10.000 metros cuadrados y hace hincapié en las distintas posibilidades que tiene para adecuar sus aforos a las necesidades del espectáculo, con un arco que va desde 4.000 personas hasta 14.000. Junto a ello, señalan las "excelentes" medidas de seguridad, con sus grandes portones laterales que facilitarían los desalojos en apenas unos minutos si fuera necesario. Además, al ser cubierto, garantiza a los promotores la tranquilidad de que los conciertos se realizarán independientemente de las condiciones climatológicas. Feria Valencia, dicen, puede ser el recinto para conciertos del futuro.

El reto, con todo, no será sencillo. Así lo advierte el presidente de los promotores de la Comunidad Valenciana, Lorenzo Pérez. "La Feria tiene potencial", conviene, "pero para conseguir lo que quieren es necesario que se introduzcan en el mercado y sólo lo pueden lograr si se ponen a trabajar con los promotores", explica. "Valencia no existe en el negocio de la música en director indoor. Otra cosa es que empecemos a trabajar a los profesionales, se les invite, lo vean, les guste, y con el paso del tiempo, serán ellos mismos los que pidan venir", añade.

Pérez es de los que valora muy bien algunas de las comodidades del complejo, y es de hecho el recinto que eligió en su día para Depeche Mode, o el que ha seleccionado para el regreso del Cirque du Soleil a Valencia. La formación canadiense volverá a la ciudad con un nuevo espectáculo en enero del año que viene que se verá en Feria Valencia.

Con todo, matiza que el recinto ferial tiene inconvenientes, como el que se deba instalar grada supletoria en algunas ocasiones. "No todos los conciertos son para ver de pie", recuerda. "La oferta de contenido musical requiere las dos opciones. La música en directo es una experiencia, una decisión de ocio; hay gente que quiere estar de pie abajo, frente al escenario, y otra que quiere estar sentada. Pero bueno, Feria Valencia técnicamente está muy bien y a nivel de servicios sólo lo falta la grada, aunque no es un problema irresoluble", conviene.

Igualmente, otro promotor veterano, Vicente Mañó, admite tener ciertos prejuicios hacia el hecho de que se encuentre en el linde de la ciudad. "Las instalaciones las vi en su día. Lo que sucede es que creo que no hay cultura en esta ciudad de desplazarse a ver un concierto, que la gente prefiere sitios más céntricos como la Plaza de Toros. Además, la altura del techo no es suficiente para todos los montajes, pero ese es un problema salvable", reconoce Mañó.

Como un diamante por pulir, el auditorio descubre sus necesidades y corrige defectos conforme es usado. En cualquier caso, la irrupción y consolidación de Feria Valencia en el panorama de los conciertos en España dependerá también de factores externos, como las propias giras de los grupos. Con la ciudad fuera de los circuitos internacionales de rock, y con un panorama siempre cambiante de espacios, Feria Valencia tiene que competir con ofertas ya consolidadas como el pabellón de la Fuente de San Luis (donde por ejemplo actuó el pasado 19 de diciembre Fito & Los Fitipaldis), o la Plaza de Toros, si bien ambas con menos aforo.

Aún así, desde la Feria mantienen cierto optimismo dentro de la prudencia. Sólo para este año ya se han garantizado siete giras, casi la mitad de su objetivo, una cifra que hace dos años habría parecido imposible. Y estamos a marzo. Quizá Feria Valencia consiga lo que en su día no se logró con el velódromo Luis Puig, aunque eso es algo que sólo el tiempo puede responder.