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LA NOCHE DE LOS FRACASOS

FuckUp Night Vol. 6: "Mi error es que no sabéis a qué me dedico"

E. PASTOR. 13/03/2015

VALENCIA. Algunos más valientes cuentan errores que les pasan a ellos, otros prefieren quedarse en una parte más superficial. Pero ya sea una cosa u otra, los fallos son los protagonistas de la FuckUp Night Valencia, que este jueves celebraba su sexta edición. "Mi gran ‘fuck up' es que no sabéis a qué me dedico", apuntaba Antonio Liu Yang, socio fundador de Mediterrasian Consulting. "Yo no era el típico caso de alguien que estudió mucho", asegura este abogado no ejerciente.

"Cuando acabé estaba en plena crisis, sin tener la carrera acabada, no sabía quien me iba a contratar". Entonces escuchó a los que decían que fuera el protagonista de su historia y se convirtió en un emprendedor, montándose una consultora estratégica del mercado chino. "Éramos yo y  mi novia, que había puesto dinero en la empresa". Con el cuento chino del emprendedor, nos convertimos en proveedores de grandes empresas", asegura.

Acuerdos con el Villarreal CF, trabajos de traducción con el Ayuntamiento  de Valencia, formación intercultural para Repsol o premio talento joven son algunos de los hitos conseguidos. Sin embargo,  aunque vendía la empresa todo el tiempo a posibles clientes sabía que la empresa no podía existir sin él, porque solo era él.  "Pensaba que tenía que hacer crecer la empresa, y no mi marca personal".

Sin embargo su perspectiva cambió, al darse cuenta de que vendía la fachada de su compañía y luego se iba a "una casita para vivir". "Me planteé si necesitaba la empresa y me di cuenta de que no. La empresa que tengo es una fachada y lo otro soy yo".

César Gómez-Mora estuvo diez años viviendo en Amsterdam y en 2010, cuando se iba a venir, su jefe le dijo que lo que tenía que ser era emprendedor. "Cuando llegué a España tenía que ganarme la vida haciendo algo y me dediqué al pluriempleo", apuntaba. "Hacía programación web y la otra mitad del tiempo me dedicaba a ser emprendedor".

Pero no tenía ninguna idea y buscó un proyecto y un equipo. "Entré en el ecosistema emprendedor. Estaba encantado porque vi que no era el único y encontré proyectos y gente que me ayudaron a experimentar". En 2013 quedaron terceros en un Startup Weekend , una red de espacios libres donde podías poner en alquiler el espacio libre de tu oficina. Pero murió.

"Un día me encontré con mi amigo Antonio y  me dijo que era el CEO de una startup, pero trabajaba solo". Entonces las charlas de los gurús empezaron a rondar por su cabeza e hizo cursos de Coursera y se leyó el libro de Lean Startup. "Tuve un segundo encuentro que me hizo ver la verdad". Estaba entrando en un coworking y vio que su amigo Andrés salía con cajas, tenía una empresa de venta online y no le cabían más cosas.

"Yo nunca había visto a Andrés en un evento de emprendedores. Mientras yo estaba en un networking Andrés estaba buscando clientes". "El fuckup fue no darme cuenta antes. Insiste en que no es lo mismo ser emprendedor que emprender. "No solamente ser emprendedor es diferente que emprender, sino que emprender no es la única opción. En el mundo real se puede trabajar para una empresa grande o pequeña, ser autónomo. En el mundo real hacer proyectos es más importante que el título que nos ponemos".

Julia Roberts, creadora de Maverick English, es profesora. "Cuando alguien necesita ayuda yo siempre le ayudo y me siento realizada", apuntaba.  Montó una empresa con su socio. Él se dedicaba a las ventas y ella a la administración. "Estábamos en un momento de crecer, subía la demanda y nos queríamos aprovechar", destacaba.  Pero un amigo llamando Fred acababa de sacarse la titulación de profesor, no tenía experiencia y necesitaba ayuda. "Gastábamos una hora para hablar sobre lo que iba a hacer, una hora de dar una clase de inglés y otra hora de hablar sobre lo que había hecho en la clase".

Pero pasó un mes, con 24 horas de formación. Seguía haciéndole las mismas preguntas que antes y no avanzaba a pesar de que pasó otro mes. "Esas 48 horas debía de haber estado en mi mesa de trabajo. Necesitaba estar con las facturas, con los profesores, mi socio estalló, me echó la bronca y bienvenido porque lo necesitaba", asegura. La realidad es que ella debía de encargarse de la parte administrativa y lo había descuidado. "Podía haber hecho a Fred un profesor bueno, ¿pero a qué coste?".

"Hace mucho daño darse cuenta de que te has perjudicado a ti, a tu socio y a tu empresa en la que llevabas trabajando un año por no tomar una decisión", aseguraba. "Pero en ese estado no tenía que pensar en nada, era automático". Entró en un círculo vicioso de ansiedad que no le dejaba pensar aunque ella intentaba decidir.

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